Lo Hermida: Allanamientos, infiltración y represión policial, todo en una semana

La última semana en la población Lo Hermida ha sido difícil, por decirlo menos. A la par que se realizaba un operativo policial que involucró violentos allanamientos y detenciones de vecinos del barrio, los pobladores se enteraban que entre sus organizaciones sociales y culturales se encontraban infiltrados agentes policiales realizando trabajos de “inteligencia”, trabajos que involucraban la incitación a ataques contra carabineros y comisarías.

Por Francisca Valencia

21/10/2020

Publicado en

Chile / Portada

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Por Francisca Valencia.

El caso explotó gracias a un reportaje de Ciper publicado este jueves 15, en el que se exponía la infiltración de por lo menos un carabinero en Lo Hermida, quien fue reconocido debido a un programa de Canal 13, en el que se presentaba con su verdadera identidad. Simultáneamente, entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, se estaban llevando detenidos desde sus casas a 11 vecinos de la población, por supuesta responsabilidad en ataques cometidos contra la subcomisaría de Peñalolén, entre agosto y octubre de este año.

Según consignó La Tercera, los vecinos de Lo Hermida fueron detenidos bajo los cargos de lanzamiento de artefactos incendiarios y otros delitos, además de asociación ilícita bajo el nombre de los «antiyuta 21», un grupo que se encontraba investigando la Fiscalía Peñalolén-Macul de la Fiscalía Oriente y el OS7 de Carabineros. La publicación señala además que serían por lo menos dos los agentes infiltrados en la población.

Los acontecimientos se enmarcan en el contexto de una población que se ha caracterizado históricamente por la represión policial, la que no ha hecho más que intensificarse desde el 18 de octubre del año pasado. A un año de la importante fecha que marcó el inicio de la revuelta social en Chile, la conmemoración en Lo Hermida estuvo llena de actos culturales y manifestaciones políticas, en respuesta al “amedrentamiento estatal” del que se sienten objetivo, y para difundir la situación de los vecinos detenidos.

La jornada estuvo en su cúspide durante la tarde, cuando se desarrolló una marcha que reunió a más de mil personas, a la altura de Ictinos con Avenida Grecia. La marcha se mantuvo pacífica y sin represión, ya que como comentó Santiago Castillo, vecino de Lo Hermida y presidente de la agrupación por la vivienda “Luchadores de Lo Hermida”, además de secretario de la Junta Vecinal n°18 de la población, carabineros no se hicieron presente en la jornada, hasta la noche.

“La semana estuvo bien compleja en nuestra población en general. Primero porque se llevaron detenido a 11 chicos de la primera línea de la población y están en una situación judicial muy compleja. Y después, porque ese mismo día salió un reportaje de Ciper donde se revelaba que había un agente encubierto infiltrado en nuestra población, que justamente estaba relacionado con los ataques a la comisaría que se le están culpando a los chiquillos. Por lo mismo, esta semana fue súper dolorosa para las organizaciones sociales y para los sectores en lucha de Lo Hermida”, comentó el dirigente en conversación con El Ciudadano.

Por su parte Misle Sepúlveda, también vecina de la población e integrante de “Barracón”, una agrupación cultural de Lo Hermida, habló con este medio sobre la preocupación que inunda a los vecinos, quienes están muy afectados por todo lo que está ocurriendo en el sector.

“Consideramos que lo que vinieron a hacer aquí fue hacerles trampa a la gente. Legalmente un carabinero que se infiltra como agente en una población no puede venir a incentivar a cometer delitos, eso es ilegal. No nos esperábamos que las prácticas de la dictadura se siguieran replicando. Que un gobierno que se supone “democrático” esté propiciando este tipo de arsenal, y escuchar a Víctor Pérez avalando lo que dicen carabineros acá en Lo Hermida, desconociendo la ilegalidad en la que caen, es simplemente terrible”, comentó la vecina y ex dirigenta.

Consultado sobre la reacción que ha tenido la comunidad al enterarse de que estaban siendo objeto de una vigilancia tan extrema, Santiago explica que el ánimo general es de no dejarse provocar ni dividir por estas medidas, para responder comunitariamente frente al apresamiento de los vecinos. “No es que se le esté bajando el perfil ni nada, pero tampoco queremos caer en el juego de los pacos, porque en realidad no tenemos nada que esconder. Somos organizaciones sociales públicas. Los pacos pueden infiltrar todo lo que quieran y lo único que van a encontrar es gente que protesta por sus derechos”, señaló.

La represión no cesa

Aproximadamente a las 10 de la noche del día en que se conmemoró el primer aniversario del estallido social, se registraron los primeros enfrentamientos con carabineros en el sector de Tobalaba con Grecia. Esto dio paso a que los uniformados bajaran hacia Lo Hermida, con guanacos y zorrillos, situación que ya se ha vuelto una rutina en la población según cuentan los vecinos.

Durante las protestas de la revuelta social, las organizaciones de Lo Hermida denunciaron a Carabineros por maltratos y abusos. Organizaciones internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, visitaron la población para constatar las denuncias en enero de este año. El Instituto Nacional de Derechos Humanos, por su parte, anunció en noviembre del año pasado la presentación de 20 querellas por violaciones a los derechos humanos en ese sector.

“Nosotros llevamos un año con una represión permanente por parte de Carabineros. Un año. No te digo que pase una vez al mes, es todas las semanas, En varios sectores de la población, hay un montón de denuncias. Entonces, no es que nosotros nos acostumbremos a la represión, pero ya es parte de la rutina.”, contaba Santiago.

El despertar social de Chile que se vivió el año pasado solo acrecentó la violencia y represión policial en la población. Sin embargo, Santiago que tiene 26 años y ha vivido toda su vida en Lo Hermida recuerda desde pequeño los abusos y el hostigamiento por parte de las fuerzas policiales. “Cuando estábamos jugando a la pelota nos iban a hueviar; cuando estábamos en la plaza compartiendo nos iban a hueviar, cuando estábamos fuera de nuestras casas nos iban a hueviar. Nos hostigan por ser jóvenes, hostigan a las compañeras por ser mujeres, hay violencia sexual de parte Carabineros. Esa es la tónica, antes y después del estallido social”, explicaba el dirigente.

Durante la cuarentena el hostigamiento continuó. Santiago contaba que los vecinos no podían salir a ningún lugar sin que se les realizara un control. Los vecinos sentían que era una especie de castigo, ya que esta situación no se repetía en todas las comunas que estaban en cuarentena. “En Caracas, que es un sector más adentro de la población, hubo un montón de denuncias. Las vecinas iban a comprar el pan e iban los pacos a pedirles salvoconducto y se las llevaban detenidas”, contaba.

En los allanamientos del pasado jueves carabineros dañó 14 viviendas, destruyendo portones y muebles que se encontraban al interior de los hogares. “Les destruyeron las casas a las vecinas. Los carabineros entran siempre con un exceso de fuerza, te tratan como si fueras una basura. Te hablan como flaite, te hablan como choro, te llevan apurando con escopeta (…) Nosotros tenemos derecho a creer en la inocencia de nuestros vecinos hasta que se compruebe lo contrario, como debiera respetarse en todo debido proceso. Más cuando hay indicios para creer que Carabineros pueda estar armando un montaje”, sentenció.

El uso de drones y helicópteros rondando la zona es una práctica también sostenida desde hace un año en la población. Hoy lo normal es ver por lo menos uno o dos drones casi todos los días en Lo Hermida. “Y obviamente nadie se preocupa por la privacidad de los pobladores, eso no existe acá (…) desde la dictadura que somos ciudadanos de segunda categoría. Nosotros no tenemos los mismos derechos que la gente que vive en Las Condes, no tenemos los mismos bienes, no tenemos la misma educación y en los últimos 30 años se ha profundizado eso y hemos sido siempre discriminados.  Siempre a los que perseguían los guardias en el supermercado, siempre a los que los pacos le hacían control de identidad, siempre los estigmatizados por vivir en Lo Hermida”, compartió el dirigente.

Los niños son víctima de la violencia policial

Contra todo protocolo, en los allanamientos del jueves, el dirigente cuenta que se encañonaron a menores de edad. Una niña de 7 años tuvo que pasar por esto, mientras que otra de 13 fue apuntada con un arma de fuego en la cabeza.

“Llegan con fusiles y escopetas amenazando a los cabros chicos, pegándole a las mujeres, tirando a toda la gente al suelo. Siendo que nosotros somos personas que entendemos como todo el resto. Si nos dicen algo lo vamos a entender. Si nos muestran una orden, la vamos a leer. Pero carabineros no entiende eso. No opera con la palabra, opera con la fuerza”, lamenta el dirigente.

De los 11 detenidos de Lo Hermida, tres son menores de edad, uno de ellos quedó con arresto domiciliario y dos quedaron detenidos en centros de justicia del Sename, uno de ellos el de San Joaquín. Esto mientras dure la investigación, que se dictó en un plazo de 120 días. La defensa de los detenidos está siendo llevada por abogados de la ONG Defensoría Popular.

“Están criminalizando a los niños de la población.  A mí me parece a lo menos injusto que haya jóvenes y niños detenidos todavía, esperando que se haga la investigación. Hay niños que salieron libres, afortunadamente, pero hay otros niños que no. Las familias están desesperadas porque además se ha demorado mucho la justicia en hacer las audiencias.”, contaba Misle sobre las detenciones.

Son tres menores los que están implicados en la causa, pero además la gran mayoría de los detenidos son menores de 21 años, según relata Santiago. “Estamos hablando de cabros jóvenes que han sido toda la vida marginalizados, que encontraron un rol y una identidad a través de las protestas defendiendo a su comunidad, pero no son una organización criminal, como los están pintando”, asegura.

Lo Hermida siempre se ha caracterizado por su actuar comunitario, por la vinculación entre los vecinos y por ayudarse unos a otros, más allá de las ollas comunes levantadas en pandemia. Lo Hermida es una población que tiene su origen en la autogestión, la vinculación con el territorio y la ayuda mutua entre pobladores, por lo que este tipo de medidas genera aislamiento y perjudica al tejido social de la comunidad. Es el análisis que hacen los vecinos sobre todo lo que está ocurriendo.

“Cuando tú permeas la confianza de la gente hace que no sea tan fácil poder ayudarnos entre nosotros. Y es lamentable, el gobierno primero nos abandona en la pandemia, no nos entrega las herramientas para poder estar en nuestras casas tranquilos. Todo lo contrario, mete a carabineros infiltrados para que provoquen a nuestros niños, los incentiven a cometer delitos y después los lleven presos. Es por eso que estamos tan enfurecidos con lo que está pasando. Reclamamos justicia y que liberen a los niños ya”, sentenció Misle.

Por ahora la población se enfoca en apoyar y buscar la verdad sobre los detenidos de Lo Hermida, tomando los resguardos necesarios, ya que desconfían que el carabinero descubierto sea el único infiltrado en la comunidad que esté incitando a cometer actos de violencia contra las fuerzas públicas.

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