Alexandre Madureira: iconos clásicos de la pintura se abrazan con iconos clásicos de la posmodernidad

Nadie puede escapar a la influencia externa de cuanto conoce y nadie crea de lo desconocido

Por Andrea Peña

04/08/2015

Publicado en

Artes / Tendencias

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Nadie puede escapar a la influencia externa de cuanto conoce y nadie crea de lo desconocido. En la obra de Madureira, iconos clásicos de la pintura se dan cita con los iconos ahora clásicos de la posmodernidad, creando nuevos significados y retándonos a buscar nuevos significados.

 

El deseo de lo imposible y el filtro del arte en la posmodernidad:  Alexandre Madureira.

El artista Alexandre Madureira (Oporto, 1976), con su MUSEO IMAGINARIO realizaba un homenaje a la obra homónima de Malraux, el cual preparó profundamente durante tres años de trabajo. Las obras del artista portugués capturan los iconos más clásicos de nuestro imaginario colectivo, ya sea de los grandes maestros de la pintura como de los símbolos que marcaron nuestra infancia, generando nuevos significados y dando un giro a la esencia original de las obras. Con una estética que recuerda al pop art y al collage, la magia de su obra nos provoca y nos lleva a observar detenidamente cada detalle y a tratar de descifrar las asociaciones realizadas por el artista y entender el sentido generado a partir de la amalgama de símbolos de nuestro imaginario colectivo, unidos sin eje cronológico o temporal.

 

El deseo de lo imposible y el filtro del arte en la posmodernidad:  Alexandre Madureira.

Todas las imágenes ©Alexandre Madureira

 

Madureira traslada a las musas de Picasso en las Señoritas de Avignon a un tiempo irreal, viéndose transfiguradas en la Venus de Botticelli, en una voluptuosa pelirroja de Klimt o en Stormtroopers de Star Wars. Símbolos fácilmente reconocibles, pero ajenos completamente al contexto original.

Todos estos iconos, pasados por el filtro de la posmodernidad, parecen cobrar un nuevo sentido cómico y trágico a partes iguales, donde la alta y la baja cultura se dan cita y se termina por eliminar la diferenciación entre ambas.

Del mismo modo, personajes extraídos del Guernica de Picasso se encuadran en el entorno de Twin Peaks de David Lynch como si viésemos la escena a través de la pantalla de la televisión silenciada o Venus y Marte de Botticelli se presentan como si de una batalla del Street Fighter se tratase, donde Venus acaba de ganar la partida.

El deseo de lo imposible y el filtro del arte en la posmodernidad:  Alexandre Madureira.

Todas las imágenes ©Alexandre Madureira

 

En su más reciente exposición, LOST IN TRANSLATION, a través de cinco obras Madureira nos presenta una reflexión sobre las cuestiones más controvertidas de la globalización, como son la libertad del individuo y el cuestionamiento de todo cuanto somos y sentimos, en medio de un mundo que unifica y desvirtúa hasta la esencia misma del ser humano.

Sus obras diseccionan el irreprimible deseo infundado por los medios de comunicación y la sociedad de consumo, la manipulación y la falsa sensación de libertad generada a través de la estimulación del necesitarcosas más y más imposibles y el papel del hombre en medio de un mundo cada vez más globalizado.

 

El deseo de lo imposible y el filtro del arte en la posmodernidad:  Alexandre Madureira.

Todas las imágenes ©Alexandre Madureira

Haciendo referencia a Lost in translation de Sofía Coppola, Madureira nos cuestiona las traducciones que hacemos de nuestras vidas, de nuestros deseos e intereses y reflexiona sobre la dificultad de sentirse libre en medio de una sociedad manipulada y profundamente influenciada por los medios y el consumo y a la muerte del alma, que en muchas ocasiones nos conduce.

Todas las imágenes ©Alexandre Madureira

Deseos nunca satisfechos que se traducen en los más absurdos actos humanos, como refleja una alfombra que forma parte de la exposición y donde aparece escrito “prefiero llorar en un BMW a reír en una bicicleta”.

Una visión del mundo a través del arte que nos invita a cuestionarnos el rumbo de nuestras vidas y lo que queda de auténtico de nosotros y de nuestras propias emociones.

 

 

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