«En Tránsito» de Constanza Gallardo: Cuando la verdad es una sola

Cómo indigna oír tantas voces que desde el poder, voces de diputad@s, ministr@s o líderes de opinión, utilizan sus lugares de gran alcance en pos de la instalación de oscuros mensajes que son defendidos con el recurso de la libertad de expresión pero que en realidad son solo virulencia, violencia gratuita pasteurizada con una llama […]

Por Carlos Montes

25/06/2018

Publicado en

Cine

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Cómo indigna oír tantas voces que desde el poder, voces de diputad@s, ministr@s o líderes de opinión, utilizan sus lugares de gran alcance en pos de la instalación de oscuros mensajes que son defendidos con el recurso de la libertad de expresión pero que en realidad son solo virulencia, violencia gratuita pasteurizada con una llama que puede utilizarse malamente como el derecho humano a que somos sujetos merecedores de opinar porque sí sin contemplar las consecuencias que estas traigan.

Cómo encabrona toparse con tipos como José Antonio Kast, como Ignacio Urrutia, como Ricardo Ezzati, como Leonidas Romero, como Eduardo Durán, quienes sin miramientos desperdigan juicios brutales que naturalizan el odio hacia las realidades que viven nuestr@s compañer@s de ruta -la comunidad trans- y que desde hace poco empiezan a visibilizarse en nuestras redes, en nuestros barrios.

 

No hay dobles lecturas

En Tránsito es un documental dirigido por Constanza Gallardo -cuyo estreno en salas es este 28 de junio- y que resulta en una narración hermosa presentada por las voces de cuatro personas trans, cada una de ellas abriendo el tupido velo de su intimidad e invitándonos a mirar en detalle todos esos intersticios, muchos de esos secretos momentos que castigan a diario sus experiencias vitales.

Patricia Retamal, Mara Rita, Gis Jordan y Matías Reyes son l@s protagonistas de este relato en donde la cámara se apropia de cada lugar con sumo criterio, deslizándose segura por sus micromundos, deteniéndose fija en algunas de sus íntimas escenas mientras sus propias voces en off actúan como el componente que corona las intenciones estéticas, discursivas y políticas trazadas por Gallardo, las de invitarnos e interpelarnos a conocer estas realidades fustigadas por la ignorancia, por nuestra torpeza y por sobre todo, a que en algún momento de sus 65 minutos de duración -e incluso después-, nos arrimemos a su justa lucha para que de una vez por todas las y los poderosos se hagan cargo de reivindicar la totalidad de sus derechos. La totalidad de ellos y sin dobles lecturas.

 

“No le digas Daniel a Daniela, porque tú no eres Eduarda”

El diputado de Renovación Nacional, Eduardo Durán, hace algunos días protagonizó en un programa de televisión una fuerte discusión con la diputada Karol Cariola respecto al tema de la Ley de Identidad de Género. En esa ocasión, el legislador evangélico vertió respuestas vergonzosas ante la pregunta del entrevistador a propósito de las declaraciones de su compañero de bancada, Leonidas Romero, quien afirmó que la actriz protagonista de la película ganadora del Oscar, Daniela Vega, “tiene pene y es hombre”. Frente a tamaña bravuconada, Cariola lo confronta tajante con un “No te lo puedo permitir, porque se llama Daniela. A ti no te voy a decir Eduarda”, y es justamente ahí donde se devela lo insostenible de los discursos que instala el conservadurismo local, porque es derecho absoluto de cualquiera el definirse en razón de su pulso más íntimo, ese que responde a sus hábitos, a sus gustos, a sus tormentas y afanes, a sus maneras genuinas de amar.

Porque de verdad tan solo basta ser testigos de tremendos momentos de este documental para sacudirnos la ceguera y cachar que compartimos tiempo con personas que son tan personas como uno, así de simple: porque no es justo que en un control de identidad al Mati, un adolescente de provincia, un rati lo denigre por no tener un documento que respalde su nombre social; porque no está bien que el encontrar trabajo a Patricia le signifique una odisea sujeta al criterio de quien la emplea, aceptando o no que su carnet no tiene el nombre que realmente le corresponde; porque sería bacán que la Mara pueda carretear a sus anchas y sin miramientos en el espacio que ella quiera y no solo en el reducto seguro que significa un brillo universitario; porque Gis sea respetado en su decisión de armar su vida en ese incomprendido lugar que existe entre lo femenino y lo masculino.

 

¡Suficiente!

Habitar el mundo con todos sus sostenidos y sus bemoles tiene mucho que ver con una decisión, con aceptar el hecho de que nuestra mirada humana no alcanza a cubrirlo todo y que más cerca de lo que creemos, convivimos con realidades que quizás nunca supimos que estaban vibrando ahí, naturales. Y sí, es muy posible que ese cara a cara con la alteridad nos cueste un poco hacerla parte de nuestro entramado, pero eso jamás debe costarnos toda una vida para entenderla, nunca. En Tránsito nos viene a mostrar que el ser persona trans es simplemente otra variante de la identidad humana, otro delta que habitan personas iguales a cualquiera y que no hay dogma ni fiebre alguna que logre ponerlas en tela de juicio.

¡Paremos la cosa! Por fin llegó el tiempo de que cada quien le haga caso a lo que realmente es. Después de todo, lo lindo de estar viv@s no es pa donde vamos, sino ese viaje que mejor nos resulta hacer.

Ficha Técnica «En Tránsito» [2017]

Dirección: Constanza Gallardo Vásquez

Duración: 65 minutos

Personajes: Mara Rita, Matías Reyes, Patricia Retamal y Gis Jordan

Producción Ejecutiva: Felipe Garrido G.

Guión: Constanza Gallardo Vásquez y Felipe Garrido G.

Director de Fotografía: Raúl Moncada

Música: Pablo Cid y Juan Pablo Nuñez

Edición: Constanza Gallardo Vásquez, Tania Ramírez y Felipe Garrido G.

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