Comentario de disco: Cavalieris

Cada día hay más pruebas que confirman los vicios que cargamos a la hora de construir nuestras escenas musicales y las mañas que pasan desde la manera en que se han formado nuestras audiencias hasta la sordera de muchos medios quienes no se abren a conocer la pega creativa de tantas y tantos músicos que transitan en el anonimato.

Son tantos los ejemplos que confirman estos malos hábitos de nuestra industria –pienso en Los Ángeles Negros o en la misma Mon Laferte, tan reconocida por estos días- que prefiero usar estos escasos caracteres hablando de este potente EP. En sus 5 canciones, Cavalieris ofrece un breve pero tan exquisito paseo por una sonoridad rockera que termina por hacerse poco –y convengamos que eso ya es un mérito-.

Como cualquier trabajo que pretende intencionadamente desplazarse en un género, es posible encontrar símiles o uso de recursos que configuran a otras bandas y es justamente esa decisión la que le da a la pega de estos músicos una sonoridad tremenda, recordable. Jared Becerra en bajo, Mauricio Lira en guitarras, Ricardo Alarcón en batería y Javier Andina en voz, configuran con innegable solidez un puñado de canciones. Pienso en los riffs de “Defender” o en el tremendo solo de “Animal” o en la exquisita celeridad de “Río” y es por eso que estoy seguro que cualquiera que ame el rock –e incluso cualquier experiencia musical honesta y con espíritu- encontrará en Cavalieris un nuevo exponente a seguir con detención.

Entendiendo que la autogestión es el camino que hay que abordar para desarrollar gran parte de los trabajos creativos en nuestro país –y en muchos otros lugares-, y que muchas veces ese escenario restringe la posibilidad de acceder a estudios profesionales, lo que logra Cavalieris con este primer trabajo es confirmar de que ya es tiempo de curar las sorderas y empezar a cambiar esas viejas prácticas que no se hacen cargo de oír lo que pasa por estos lados, de permitirse escuchar lo bacán que suena ese rock que no se viste con marcas de pilsen ni amiguismos para poder existir.