‘Cuando habitemos el agua’: Camila Mardones publica adelanto de su nuevo libro

La profesora y escritora nacional, Camila Mardones, publicará este próximo sábado un adelanto de su segundo libro de poesía titulado, Cuando habitemos el agua

Por Carlos Montes

30/08/2021

Publicado en

Artes / Letras / Poesía

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La profesora y escritora nacional, Camila Mardones, publicará este próximo sábado un adelanto de su segundo libro de poesía titulado, Cuando habitemos el agua. La editorial a cargo del adelanto es La vieja sapa cartonera (Santiago, Chile), quienes realizaron una edición limitada de este libro objeto con encuadernación japonesa.

El adelanto del libro cuenta con los prólogos de las escritoras Roxana Miranda Rupailaf, Kütral Vargas Huaiquimilla y del escritor y editor de La vieja sapa cartonera, César Rey Marchant.

El lanzamiento con entrega autografiada se realizará en Santiago el 04 de septiembre a las 19 horas en La Casa en el Aire. Contará con la lectura de las escritoras Valentina Paillaleve y Catalina Espinoza más algunas sorpresas musicales. Para enterarse de todas las novedades del lanzamiento, pueden seguir el instagram de la escritora @kameliacautiva o el Facebook de la Editorial.

Sobre la escritora

Camila Marcela Mardones Vergara (Santiago, 1991). Profesora de Historia y Geografía. Licenciada en Educación y Diplomada en Gestión del Patrimonio Cultural. Magíster en Literaturas Española y Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Parte de su poesía ha sido publicada en las antologías “Mujeres en tiempos de esperanza, crisis y pandemia”, Biblioteca del Congreso Nacional, Chile (2021), “Aislados: Dosis de poesía para tiempos inciertos”, Dendro Ediciones, Perú (2020), “Palabras escondidas” homenaje a Stella Díaz Varín, Ediciones Punto G, Chile (2016), “Contrasilencio”, Ediciones Balmaceda Arte Joven, Chile (2010), “Anda libre en el surco”, Sociedad de Creación y Acciones Literarias Región de Coquimbo, Chile (2009), entre otras.

Cautiverio es su primer libro publicado. Primera edición por Balmaceda Arte Joven, Chile, 2015. Segunda edición por Artexto y Capuchas, Argentina, 2017.

Algunos poemas de Camila Mardones:

Y, de vez en cuando, nos hablamos

en la ventana cerrada

cuando estuviste triste

y dijiste cosas

como sin decirlas

y, de vez en cuando, yo te hablé

en la declaración de valentía

que fue posar mis pies

sobre los tuyos

por eso, si de pronto

el sol muere en tu frente

tendré miedo de explotar en bencina

reventar como los autos olvidados

por sus dueños

porque, a veces, entre las balas

nos amamos


La envidia de las luciérnagas

Trepé a tu boca, calle arriba

subí el peñasco y desde allí

                                     encaramada en tus hombros

quise avivar el fuego que ilumina la noche del puerto

Las sombras se encienden a lo lejos.

El brillo del embarcadero

                           al temblor sigiloso de las luciérnagas imita

Envidiábamos sus destellos

la manera de imponérseles a lo oscuro 

                         con el titilar plateado de sus cuerpos

Sobreviviese el destello a la luz de la mañana

La noche impregnase en tus pupilas

y las mías

                           la confianza en la ternura de lo oculto

Como perra vaga quise emprendérmelas, cerro arriba

treparte con la violencia de los huérfanos

y de las botellas kamikaze 

En la inutilidad de mi vidrio te recorro

y en el vuelo al romperme              al romperme

el crujir de mi cuerpo te reclama

Cantarte fue una invitación al fuego

al incendio total de las construcciones

a fundirnos en la amenaza de la llama

Pensé en guerra

e imaginárseme tu boca fue katana

nuestra embriaguez, hundirnos en la espesura

Quise yo huir de tu noche 

mas tu aullido 

enterróseme en lo hondo

Subir a tu altura es no saber

No saber cuándo

conviene desempuñar el recelo

En tus ojos me perdí un día

por el reflejo de la noche en ellos


Quise subirme a un coiwe

y desde su rama más alta escribirte

un poema

Mi cuerpo alado aún recuerda

el idioma de sus captores

Como humana y como ave emprendí vuelos

                          mi voz siempre fue barlovento

Desde esta cima pienso en tus abuelos

cuya bandada se creyó desorientada

al momento de corregir el vuelo

La exhalación de la cordillera reconoció tal valentía

Y en tu hermana exiliada pienso

  pájara que surca las latitudes de la violencia

     para recuperarnos la calle y la noche

     regalarnos algo del viento frío que golpea su vientre

Todo es verde y es silente desde esta rama

Yo quisiera mirarte, acaso de una hoja agarrada

en silencio para no inquietarte el descanso

con calma, para no revolverte la herida

En tu canto creo porque es viaje y es, también, quedarse

Creo en tu grito porque él renuncia de sí mismo

se contradice y rectifica

no hay vergüenza en su vuelo

Tu silencio es el silencio azul

del tambalear de esta rama

El pensarte es el bosque y la sinceridad de la savia

y también es la luz que visita a la hoja y se queda

en partículas dolorosas y danzantes

para traerte la buena nueva de su brote

Traje mi bestia a esta rama

Mi animalidad nunca pudo olvidar

la ternura de tu aullido

Hoy no conozco otro idioma

más que el idioma de la humedad

y nada de ello importa aquí:

hemos aprendido de la resiliencia de los bosques

Quise escribirte un poema

estoy queriéndolo ahora

El coiwe susurra

un canto inaudible para los cazadores

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