Pintora, cantante, escritora, música y musa, Amanda Lear ha convertido en performance y en ambigüedad todo lo que ha tocado en su vida

El callejón sin salida en que nos dejó la musa trans de Salvador Dalí

Para algunos, su transexualidad es un mito y solo una maniobra escandalosa para obtener reconocimiento, mientras una gran mayoría apuesta a la versión que relata, con detalles, su pasado como drag queen.

Por Lucio V. Pinedo

18/03/2016

Publicado en

Artes / Artes Visuales / Cultura / Género

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Algunos afirman que David Bowie fue quien comenzó el rumor que le daría tanta polémica a Amanda Lear durante la década de los 70. La vida de Amanda o Alain Maurice es una gris hipótesis frente al verde intenso de una realidad desconocida, que ha puesto en duda no solo su lugar de nacimiento (¿Europa?, ¿Asia?), sino el año en que nació, período especulado entre 1939 y 1950.

Supuesta acta de nacimiento original.

La historia personal de Amanda cuenta que llegó a París como stripper en el año 1959 a Le Carrousel, un club drag de la capital francesa, bajo el pseudónimo de Peki d’Oslo. El lugar solía ser frecuentado por el pintor surrealista de los largos bigotes pienados, primer vínculo asociado a la relación amistosa que sostendría con Amanda, origen de la supuesta transformación facial y sexual, que dicen fue financiada por el artista. Otras fuentes fijan el encuentro en un bar de Barcelona. 

La historia oficial cuenta que Amanda se desplazó a Londres para completar sus trabajos artísticos, exponiendo con regularidad sus pinturas. Esta facultad artística nunca fue muy reconocida, por el contrario, quedó desplazada por el «oficio de ser bella». Una agencia de modelos contactó a la en-esa-entonces-pintora, para ofrecerle un trato laboral con renombrados diseñadores de lujo como Paco Rabanne, Yves Saint Laurent y Coco Channel.

Fotografía de moda tomada por Ossie Clark.

A partir de ahí, se cierra en un nudo marinero la enredada carrera de Amanda, dejándola como una figura protegida y adorada por Dalí, justificando un entretenido encuentro en Le Castel, otro bar de copas y excesos. Su relación con el pintor, siempre amistosa mas no sentimental, le ayudó a contactarse con personajes como Brian Jones de los Rolling Stones, y más tarde, con David Bowie y Bryan Ferry.

Portada del disco For your Pleasure de Roxy Music (1973)

La incertidumbre histórica de Amanda dejó muchos huecos en su pasado, abandonándonos llenos de especulaciones casi religiosas, intentando justificar la belleza y el origen divino de este ícono. Hace algunos días se celebró el cumpleaños oficial de Amanda, así que aun podemos esperar una segunda parte de la historia.

Amanda, qué irónico que Salvador te vistiera de manera tan sacra…

Amanda fotografiada por David Bailey. Estilo y vestuario diseñados por Salvador Dalí para la edición de Vogue diciembre/enero 1971.

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