Latinoamérica

El cine argentino también se planta contra el neoliberalismo de Mauricio Macri

A los enfrentamientos entre el gobierno de Mauricio Macri con docentes, investigadores y trabajadores se debe sumar uno más. La comunidad artística de Argentina se manifestó en alerta contra el ajuste cultural que puede producirse en el país.

Por El Ciudadano Argentina

18/04/2017

Publicado en

Argentina / Artes / Cine / Cultura / Latinoamérica

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El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) es el organismo gracias al cual se filman en Argentina casi 200 películas al año de producción nacional para intentar competir contra las grandes producciones internacionales que ocupan las salas de todo el país.

Tras el despido de Alejandro Cacetta, su director, el apoyo fue unánime tanto por parte de actores y directores como de las autoridades del ministerio de Cultura, quienes le pidieron que firme la dimisión con el argumento de que no enfrentó supuestos casos de corrupción en el organismo. Sin embargo, ambas partes denuncian que existen otros intereses detrás de lo ocurrido.

La preocupación de la comunidad artística los llevó a realizar una convocante manifestación en las puertas del instituto este lunes 17 de abril, pero la preocupación data desde enero del 2016, a un mes de la asunción de Macri. En ese entonces, mediante un decreto presidencial, se derogó aspectos centrales de la Ley de Medios sancionada durante el kirchnerismo, la cual ponía serias limitaciones a la concentración mediática en Argentina y afectaba a los grupos más poderosos.

Como símbolo del viejo-nuevo aire político que corre en Argentina, en su lugar llegó la denominada ley de convergencia, la cual aún está en proceso de redacción y denuncian que sólo pudo verla un puñado de empresarios cercanos al Gobierno, como es su principal aliado el Grupo Clarín.

«Mucha gente cree que el cine le quita presupuesto a los jubilados, la educación y las obras públicas. No es así: el cine argentino se financia de una manera muy buena y eso hizo que tenga la sustancia, consistencia, presupuesto y posibilidad de crecer. Si esto no fuese así muchas películas, la mayoría, no serían posibles, porque son muy pocas las películas argentinas que tienen la posibilidad de contar con una gran distribuidora o productora que puedan sostenerlas y garantizarles un financiamiento”, señaló el actor Leonardo Sbaraglia a El País de España.

“Todos los que hacemos el cine, actores, técnicos, sonidistas estamos en alarma. Si ocurre esto, el cine argentino estaría en terapia intensiva”, sintetizó Sbaraglia. Por su parte, Luis Puenzo, ganador de un premio Oscar por La Historia Oficial, en 1986, denunció que “detrás de esta medida (la salida de Cacetta) hay mucho dinero, muchos negocios. Esto es un plan de negocios”.

“El cine se sustenta de la propia actividad audiovisual sin restarle recursos a otras áreas del Estado”, dice el comunicado firmado por más de 25 organizaciones, a tono con el video que se viralizó por las redes sociales en defensa del cine nacional. “El Fondo proviene del impuesto del 10 por ciento a la entrada de cine y de un gravamen a empresas de radiodifusión», explican.

https://www.youtube.com/watch?v=dnqY1Q_x60M

Así entonces, el ajuste en Argentina con su neoliberalismo tardío también parece ser cultural, concentrando las producciones artísticas en unas pocas manos y desprotegiendo la cultura nacional en relación al cine extranjero. La resistencia artística promete dar batalla, pero los grandes medios de comunicación todavía siguen fieles a Macri, por lo que el conflicto no parece estar cerca de resolverse.

Por Gustavo Yuste, desde Argentina.
@gusyuste

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