Publicado en la edición nº172 de nuestro impreso nacional:

Fernando Godoy + Festival de Arte Sonoro Tsonami

“Si hay algo que nada tiene que ver con Tsonami es la industria”

Por Pia

05/04/2016

Publicado en

Artes

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Captura de pantalla 2016-04-05 a las 12.00.45La historia del Festival Tsonami se forjó en la Escuela de Música de la PUCV, en el Cerro Alegre de Valparaíso. Ahí, hace 10 años un grupo de universitarios y algunos profesores (los más jóvenes), sentaron las antecedentes de lo que sería el primer encuentro en el país en torno al arte sonoro. “Hace 10 años no hubiéramos podido tener esta conversación”, señala el director del Festival, Fernando Godoy (38). Ingeniero eléctrico de la Universidad de Santa María y Licenciado en Música de la PUCV, Godoy, describe a Tsonami como una ventana a otros mundos. “Siempre fui curioso por nuevas maneras de escuchar. Tener nuevas experiencias a través del sonido y eso es lo que tiene el arte sonoro como potencia y sirve para abrir nuevas perspectivas de escucha o vincular con el sonido”, enfatiza.

En su primera versión, en 2007 se enfocó en conciertos y música contemporánea. Acaban de terminar su IX edición en Valparaíso y Santiago, creciendo en público y en reconocimiento. En parte por la perseverancia del equipo, y también por que se abrió el fondo de Nuevos Medios del Parque Cultural de Valparaíso. Además, desde el año 2012, Tsonami se estableció como una organización más allá del hito festival, lo que ha reforzado el trabajo de residencias artísticas e intervenciones urbanas durante el año, dos aspectos fundamentales para entender lo que hoy los define: un espacio de investigación y experimentación, una nueva forma de entender el sonido.

¿Qué te parece la evolución del festival en estos años?
El festival tiene algunas cosas de música, pero en realidad puedes decir que no es música. Es otro tipo de experiencia con los sonidos y eso lo convirtió en algo único en el país, y hoy ya hemos avanzado mucho. Nuestro foco ha sido el cruce entre el sonido, la ciudad y la comunidad. Desde ese punto, entró más fuerte la investigación sonora. Hay que entender el festival no como de exhibición al público, sino como un espacio de desarrollo y procesos creativos que implican cruces entre artistas y el territorio que es la ciudad. Las residencias tienen ese objetivo: desarrollar proyectos.

¿Cuál es el aporte que hace Tsonami a la ciudad de Valparaíso?
Es un intento de abrir un espacio alternativo a las condiciones actuales masivas del mercado. Es un espacio que se sale de la norma. Abre nuevos territorios y maneras de entender nuestro contexto a partir del sonido. Creo que es súper necesario y tiene un valor, permitiendo generar espacio de apertura. ¿Por qué nos arrancamos de la música contemporánea? Porque es una música cerrada, un circulo hermético, van solo músicos, instrumentistas, etc.

¿Y eso no pasa con el festival crees tú?
No, no pasa. No va solo público especializado. Va gente curiosa, con ganas de conocer cosas nuevas y vivir nuevas experiencias a partir del sonido como materialidad física y tema. Lo que requiere esto es tener libertad, esa apertura de encontrar nuevas formas que no se circunscriben en la lógica de un mercado. Esto tiene que estar fuera. Y tiene que ver con cómo funciona nuestra sociedad. Acá nos machacan con música de mercado. A eso me refiero con ser una alternativa a este monstruo, a la industria que lo aglutina todo, determina gustos, maneras de relacionarse, cómo te gustaría verte, etc. No queremos entrar en la espectacularidad ni en el cliché. Tsonami jamás va a ser masivo, no es la intención y no pretenderemos aparentar cierta estética o pose.

¿Por qué no se puede llegar o aspirar a la masividad?
¿Qué es realmente lo masivo? ¿Arjona? ¿Ver tele? Ver la teleserie es lo masivo. Ahora podemos tener esta conversación sobre arte sonoro y hace 10 años hubiera sido imposible. Hoy mucha gente conoce el concepto o le suena. Se instaló algo que no existía. Y además hay una actitud, una curiosidad de abrirse a expresiones que no están en los medios y que tienen otros objetivos y lógicas y que no quieren competir con la masividad. Si hay algo que nada tiene que ver con el festival Tsonami es la industria.

Por Sebastián Labra
Periodista, Director de La Otra Voz.

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