Muralismo

Siqueiros y la transformación del muralismo

Siqueiros el revolucionario y Siqueiros el artista: las dos facetas del muralista mexicano representadas en algo más que un muro, pues no sólo se preocupó por la técnica que utilizaría, sino, también, por la arquitectura del recinto donde elaboraría el mural; pues, aunque David Alfaros Siqueiros parte del principio del movimiento, termina por introducir formas dinámicas […]

Por Ángela Barraza

28/10/2014

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Siqueiros el revolucionario y Siqueiros el artista: las dos facetas del muralista mexicano representadas en algo más que un muro, pues no sólo se preocupó por la técnica que utilizaría, sino, también, por la arquitectura del recinto donde elaboraría el mural; pues, aunque David Alfaros Siqueiros parte del principio del movimiento, termina por introducir formas dinámicas de concepción total.

Un hecho que marcó definitivamente la vida del artista y al arte mexicano, fue la huelga de la Academia de San Carlos, en 1911, en la que Siqueiros participó y tomó la iniciativa de crear arte monumental lleno de pasión y lucha. Una de las características de algunos de sus murales fue la representación de Cuauhtémoc como símbolo mexicano de rebeldía, de lucha contra la traición y de marcha hacia un futuro propio.

La actividad pictórica de Siqueiros contribuyó, indudablemente, en el desarrollo del muralismo mexicano; del fresco a la piroxilina y de ésta a la utilización de pistola de aire. Su afán por cambiar de técnicas pictóricas lo llevó a tener conflictos con algunos de sus contemporáneos, tal fue el caso de Diego Rivera en Nueva York, al insistir en la necesidad de sobrepasar el periodo inicial de la pintura mural con el uso de nuevos medios y técnicas de expresión.

Uno de los murales en los que se hace evidente el desarrollo e innovación en el arte pictórico de Siqueiros es Workers Meeting, en el que la utilización de pistola de aire y materiales plásticos remplazaron al pincel y el óleo; una solución para el rápido secado del cemento y una problemática para los artistas renuentes al cambio.

La arquitectura no significaba un inconveniente para Siqueiros, más bien, servía para representar uno de sus deseos: “… el juego activo de términos arquitectónicos que ponga fin al cuadro mural que ha existido siempre”. Hecho que fue evidente durante la inauguración del mural Patricios y Patricidas, al describirlo como una “…superficie activa, composición espacial o intermural, con la utilización de materiales modernos: piroxilina, vinelita y silicón, y herramientas modernas: cámara fotográfica, proyector eléctrico, aerógrafos, lineográfos, y postbarroquismo en el estilo”.

Siqueiros, además de utilizar nuevas técnicas pictóricas, recurrió a diversos aparatos tecnológicos, tal fue el caso del mural América Tropical, en el que usó el proyector eléctrico para los trazos, el aerógrafo para la cobertura de grandes superficies y el modelador de formas para dar relieve.

Sus esfuerzos por renovar los procedimientos tradicionales de la pintura; la influencia que tuvo de diversas técnicas artísticas; el sentido barroco, romántico y heroico hacen de Siqueiros uno de los pintores contemporáneos más revolucionarios del muralismo.

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