Padres de chilenos detenidos en Malasia: «Nuestros hijos son inocentes del cargo que se les imputa»

Los familiares de los dos jóvenes detenidos y acusados de homicidio en una cárcel de Kuala Lumpur, Malasia, y que arriesgan morir en la horca, emitieron un comunicado donde aclararon que no hablaran con la prensa debido a una recomendación de los propios abogados que trabajan en la defensa de sus hijos en dicho país.

Solamente añadieron que están coordinando una audiencia con el presidente Piñera para que el Estado intensifique las gestiones que logren liberar a su hijos. Fernando Osiadacz, padre de Felipe (27 años e ingeniero comercial) y Maritza Ocay, madre de Fernando Candia (30 años, chef), detallaron también cómo fueron los hechos que derivaron en la prisión para los amigos y cómo ha sido este proceso desde agosto de 2017 cuando fueron detenidos.

«Felipe y Fernando se vieron envueltos en un incidente con un desenlace fatal, luego de ser abordados por un malasio. Mientras Felipe estaba en el lobby del hostal y Fernando traía las llaves, el malasio le insistía que le dieran dinero», detallaron.

Fue ahí cuando la situación se volvió más violenta y los chilenos pidieron al recepcionista que llamara a la policía: «Como el nivel de agresividad de esta persona aumentó, ellos se asustaron y lo inmovilizaron sin ninguna intención de causarle daño, pues todo lo sucedido fue en defensa propia», escribieron en el comunicado.

El hecho ocurrió durante el primer día de vacaciones de los amigos, quienes se conocieron en Nueva Zelanda, donde trabajaron durante un año. «Nuestros hijos son inocentes del cargo que se les imputa. Esto no ha sido más que un terrible accidente que afectó a dos jóvenes que sólo iban a disfrutar sus vacaciones», añade el texto.

«Ha sido una verdadera pesadilla para ellos y nosotros, la distancia y las diferencias culturales lo hacen aún más difícil. La angustia y el temor nos ha embargado de manera continua estos meses», afirmaron los familiares, que desde Chile contrataron un estudio de abogados en Malasia.

«Nuestro silencio obedece a las recomendaciones entregadas por la propia defensa, quienes nos han aconsejado no abordar el tema públicamente para no afectar el proceso legal», explicaron, reiterando que no hablarán con los medios.