¿El pan integral es más sano que el pan blanco? Nuevo estudio lo desmitifica

La mitad de los participantes respondió mejor al pan de harina blanca, mientras la otra mitad lo hizo al pan integral. "Los resultados apuntan hacia un nuevo paradigma: diferentes personas reaccionan de manera distinta al ingerir los mismos alimentos", apuntan los autores.

Pan blanco y pan integral. Imagen de © Royalty-Free/Corbis

Si bien recientemente se ha cuestionado la reputación del pan y su aporte nutricional, este sigue siendo parte de la dieta básica de millones de personas. Ahora, con el fin de evaluar qué tipo de pan es más saludable, científicos del Instituto Weizman han comparado al pan integral con el blanco y sus efectos sobre la salud. 

Existen muchos trabajos sobre este tema, pero este es el primero que analiza, desde el punto de vista estrictamente cínico, cuál tiene un efecto más saludable sobre el microbioma (el conjunto de microbios que habitan en nuestro intestino), informa Sinc.

El experimento, publicado esta semana en Cell Metabolismconsistió en separar a dos grupos de personas; uno de ellos tuvo la misión de comer más pan de trigo blanco durante una semana –alrededor del 25% de sus calorías totales– y el otro hizo lo mismo con el integral. Después de un periodo de dos semanas sin pan, los participantes repitieron el mismo proceso, pero invirtiendo sus dietas.

Antes y durante el estudio, los autores midieron los niveles de glucosa, minerales esenciales, colesterol, enzimas renales y hepáticas y marcadores de inflamación y daño tisular. También analizaron el microbioma de los participantes. 

Los resultados revelaron que ninguno de estos criterios permite asegurar que haya un pan más saludable: «En contra de nuestras expectativas, no hubo diferencias clínicamente significativas en los efectos de estos dos tipos de pan, en cualquiera de los parámetros que medimos», asegura Eran Segal, uno de los investigadores principales de la investigación, citado en Sinc.

En trabajos anteriores, los investigadores habían descubierto que cada persona tiene una respuesta glucémica diferente para una misma dieta, lo que los hizo pensar que podría estar ocurriendo algo más complicado.

Al analizar los niveles de azúcar en sangre, observaron que la mitad de los participantes respondía mejor al pan de harina blanca, mientras la otra mitad lo hacía al pan integral. Con estos datos, los autores idearon un algoritmo que predice cómo puede afectar el cambio en la dieta de un pan al otro. 

Las conclusiones de este trabajo son «potencialmente muy importantes», dicen los autores, puesto que estas diferencias no se conocían hasta ahora. Según Eran Elinay, coautor del estudio, «los resultados apuntan hacia un nuevo paradigma: diferentes personas reaccionan de manera distinta al ingerir los mismos alimentos».

Si bien esto puede ser ‘nada nuevo bajo el sol’ para la mayoría de las personas, hallar evidencia científica significa que desde ahora se podría trabajar para ofrecer mejores dietas basándose en las particularidades de cada persona o tipo de persona –de acuerdo a su microbioma e indicadores.

El equipo proyecta profundizar en nuevas líneas de investigación, como incluir la cantidad de cada tipo de pan que es necesario consumir para alimentarse de manera equilibrada y saludable.

El Ciudadano

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