Zonas de oxígeno mínimo

Revelan la extensión de zona muerta en las costas del Pacífico mexicano y Sudamérica

Un nuevo atlas tridimensional de las zonas tropicales del océano Pacífico con deficiencia de oxígeno, muestran que en las costas mexicanas, de Centroamérica y Sudamérica, también existen áreas que pueden ser inhabitables para organismos aerobios

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Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, encabezados por el doctor Jarek V. Kwiecinski, ha generado mapas de alta resolución de los dos principales cuerpos de agua privados de oxígeno o zonas de oxígeno mínimo (ZOM) en el Pacífico tropical . Este “atlas” tridimensional revela el volumen, la extensión y las diferentes profundidades de cada ZOM, junto con características de escala fina, como bandas de agua oxigenada que se introducen en zonas que de otro modo estarían empobrecidas de este elemento.

La primera zona, que se extiende frente a las costas de Perú, mide unos 600,000 kilómetros cúbicos, aproximadamente el volumen de agua que llenaría 240,000 millones de albercas olímpicas según estiman los investigadores. La segunda zona sin embargo es aproximadamente tres veces más grande: comprende el Pacífico tropical mexicano y el Golfo de California, en mar abierto frente a las zonas costeras de Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Colima, hace puente por encima de la zona del Golfo de Tehuantepec y se extiende a las costas de Centroamérica, desde El Salvador hasta Costa Rica.

El equipo utilizó un nuevo método para procesar más de 40 años de datos oceánicos, que comprenden casi 15 millones de mediciones tomadas por barcos de investigación y robots autónomos desplegados en el Pacífico tropical en todo este tiempo. Los investigadores recopilaron y luego analizaron estos datos para generar mapas de zonas deficientes en oxígeno a varias profundidades, similares a los muchos cortes de un escaneo tridimensional.

El atlas sirve como referencia de dónde se encuentran exactamente las ZOM en la actualidad. El equipo espera que otros científicos puedan enriquecer este atlas con mediciones continuas, para rastrear mejor los cambios en estas zonas y predecir cómo pueden cambiar a medida que el clima se calienta.

¿Cómo se forman?

El fitoplancton forma la base de la red alimentaria marina. Estos organismos microscópicos flotan en el agua de mar, absorben dióxido de carbono y utilizan energía luminosa para producir carbohidratos. Al igual que las plantas terrestres, el fitoplancton necesita otros elementos y compuestos para realizar la fotosíntesis con el fin de sobrevivir y prosperar. Cuando se añaden en exceso estos nutrientes al océano, como fertilizantes provenientes de la agricultura o aguas residuales, ocurre una enorme producción de fitoplancton. Cuando este se descompone, se incrementa el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono, por lo que se forman las llamadas zonas de hipoxia, de deficiencia o de oxígeno mínimo (ZOM).

En realidad, las ZOM son regiones grandes y persistentes del océano que se producen de forma natural, como consecuencia de los microbios marinos que devoran el fitoplancton que se hunde junto con todo el oxígeno disponible en los alrededores. Sin embargo, como se mencionó, estas pueden incrementar su volumen a medida que se les inyecta el exceso de nutrientes. Estas zonas se encuentran en regiones que pasan por alto las corrientes oceánicas, que normalmente repondrán las regiones con agua oxigenada. Como resultado, las ZOM son ubicaciones de aguas relativamente permanentes, sin oxígeno, y pueden existir en profundidades oceánicas de aproximadamente 35 a 1,000 metros debajo de la superficie. Para cierta perspectiva, los océanos tienen una profundidad media de unos 4,000 metros.

Aunque constituyen menos del 1% del volumen total del océano, son una fuente importante de óxido nitroso, un potente gas de efecto invernadero. Su extensión puede limitar la pesca y los ecosistemas marinos. Si bien la ZOM más conocida de origen natural se encuentra en el Golfo de Omán, en el Mar Arábigo, la ZOM de origen antropogénico más grande es la que se encuentra en el Golfo de México, formada debido a la gran cantidad de contaminantes provenientes de los estados del sur de E.E.U.U., principalmente del río Mississippi, que tiene una extensión superficial mayor a los 16 millones de kilómetros cuadrados.

La Dra. Lisa Levin, del Instituto Oceanográfico Scripps (E.E.U.U.), quien no estuvo involucrada en el estudio, llegó a mencionar durante un seminario para el Centro de Investigación Científica y Estudios Superiores de Ensenada, que las áreas hipóxicas han aumentado 4.5 millones de kilómetros cuadrados en los últimos cincuenta años, lo que significa, aproximadamente, que el océano ha perdido 2% de su oxígeno, aunque no de manera uniforme. La más grande pérdida de oxígeno que se haya registrado por científicos, menciona en un comunicado del CICESE, ocurrió en la Bahía de Monterey, California (E.E.U.U.), que perdió 40% de su oxígeno entre los 250 y 400 metros de profundidad. En el sur de ese estado, la pérdida ha sido de 20%. Este fenómeno también ocurre en diferentes partes del mundo, aunque se requiere más investigación para precisar, de allí la importancia del atlas publicado por el Tecnológico de Massachusetts.

El estudio “Atlas de alta resolución de las zonas deficientes en oxígeno del Pacífico tropical oriental” ha sido publicado en la edición de diciembre de la revista de revisión por pares Global Biogeochemical Cycles.

Con información de news.mit.edu, Advancing Earth and Space Science agupubs.onlinelibrary.wiley.com, todos.cicese.mx

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