En las iglesias no está Dios, pero ¿existe?
En un momento de profunda crisis religiosa, en donde los propios altos cargos eclesiásticos aceptan públicamente que sus iglesias se están quedando vacías, se escuchan por aquí y por allí frases con el siguiente sentido: “Yo no creo ni en un Dios, ni en una iglesia santa, ni mucho menos en la condenación eterna