Las «azafatas» de la F1 estallan contra el feminismo tras su veto en las parrillas

Lo que para el movimiento feminista ha sido un triunfo, la supresión de la figura de las azafatas de la parrilla de salida de la Fórmula 1 provocó la indignación de algunas de estas mujeres

Por Alex Ripne

02/02/2018

Publicado en

Deportes

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Lo que para el movimiento feminista ha sido un triunfo, la supresión de la figura de las azafatas de la parrilla de salida de la Fórmula 1 provocó la indignación de algunas de estas mujeres.

En los últimos días, varias de ellas se han expresado a través de las redes sociales, logrando amplio eco a sus mensajes. «Pues lo inevitable ha ocurrido, las azafatas de la F1 han sido prohibidas. Ridículo que mujeres que digan que están ‘luchando por los derechos de las mujeres’ digan lo que otras deberían hacer o no, apartándonos de hacer un trabajo que amamos y que estamos orgullosas de hacer», expuso por ejemplo Rebecca Geldard.

En esta misma línea se ha manifestado Shauna Talbot: «Que semana tan triste para nosotras, que trabajamos duro y solo queremos hacer el trabajo que amamos tanto». Una visión que contrasta con la de las numerosas feministas que han mostrado su satisfacción por el fin de una práctica que, a su juicio, rebaja a las mujeres a meros objetos.

También la española Rebeca Álvarez, ahora periodista vinculada al mundo del motor y que en su día también fue azafata, ha querido opinar sobre la cuestión. «Ni las azafatas son floreros… ni los pilotos, gañanes. Hay que hablar con conocimiento de causa; hay muchas otras maneras de defender el valor de la mujer que menospreciando el TRABAJO de las #GridGirls o atacando el de nadie».

Vicky Valdazo, directora gerente de Grandes Rasgos, una agencia madrileña que lleva desde 1995 proporcionando estas empleadas al Mundial de MotoGP, ya fuera el propio organizador o varios equipos. Por ejemplo, en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana dio trabajo a unas 100. El sueldo ronda los 300 euros por una jornada de ocho horas. Su valoración sobre la decisión de la F1 es rotunda. «Es una estupidez. Estamos hablando de una profesión. Es como quitar de la mina a los mineros. Es un trabajo como otro cualquiera. Están eliminando un puesto de trabajo. Alguien tiene que dar los trofeos o las botellas en un congreso», expone.

Polémica instalada…

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