Liberaron al futbolista venezolano Maikol Vivas

El Ureña Sport Club anunció a través de las redes sociales que el futbolista venezolano Maikol Vivas fue liberado tras ser secuestrado el pasado jueves 29 de marzo por dos hombres fuertemente armados en el estado Táchira, región andina fronteriza con Colombia, donde reside.

“Con la mayor de las alegrías hacemos el anuncio que nuestro jugador y amigo Maikol Vivas ya se encuentra en casa nuevamente, se encuentra bien. Agradecemos a todos los que a nivel nacional e internacional han estado haciéndole seguimiento a la lamentable situación”, escribió el club de la Segunda División del fútbol nacional en  su cuenta de la red social Twitter.

Vivas, de 27 años de edad, quien se desempeña en la posición de lateral izquierdo con el Ureña SC, había sido raptado por dos sujetos mientras iban a bordo de una motocicleta en la calle 6, del barrio Agüero, en el sector Aguas Calientes del municipio Pedro María Ureña, en el estado Táchira.

El presidente del equipo, Argenis Cáceres, también agradeció que Vivas esté «de regreso con su familia» en su resiencia. El directivo evitó hacer más precisiones acogiendo una recomendación de las autoridades para preservar la seguridad del futbolista. La familia también declinó referirse al suceso.

La Asociación de Futbolistas de Venezuela había pedido este martes a las autoridades «darle total atención a este caso hasta que el jugador de 27 años» recobrara su libertad, según un comunicado.

Por otro lado, este martes, la Fiscalía acusó formalmente a un policía del estado Zulia por el secuestro de la madre del grandes liga venezolano Elías Díaz, ocurrido el pasado 8 febrero. La mujer fue rescatada dos días después.

Asimismo, en noviembre pasado, Javier Betancourt, joven prospecto de las ‘granjas’ de los Cerveceros de Milwaukee, fue herido de bala en el brazo izquierdo en Caracas, capital del país suramericano.

Mientras, en 2011 el deporte venezolano también se conmovió con el secuestro y posterior liberación del grandes liga Wilson Ramos, para ese entonces perteneciente a los Nacionales de Washington y ahora pieza de los Rays de Tampa Bay. Los responsables fueron condenados a 20 años de cárcel un año después.