Cinco listas de izquierda aspiran a devolverle protagonismo a la FECh 2017

Durante este lunes 7 y martes 8 de noviembre, los estudiantes de la Universidad de Chile elegirán a los miembros de la próxima mesa directiva de la Federación de Estudiantes, una de las más antiguas, influyentes y mediáticas del país.

A la vez, se votarán los cargos vinculados al poder local de cada facultad e instituto, entre los que se ubican los concejeros que asisten a los plenos de la Federación y los delegados de medioambiente, postgrado y bienestar.

Esta vez, hay 7 listas que compiten por la dirección de la FECh, con cinco de ellas definidas en la izquierda y dos de derecha y centro derecha. Los cargos serán elegidos bajo un criterio proporcional, que permite que la lista más votada obtenga la presidenta, posicionando como representante a su candidato más votado.

Entre los aspirantes a la conducción de la federación se encuentran: Lista A «Vamos Construyendo, la alternativa revolucionaria es necesaria», que agrupa colectivos de izquierda de base al interior de la universidad; Lista B «A pulso transformemos la Chile», donde se reúnen la Unión Nacional Estudiantil (UNE), el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), el Movimiento Autonomista, MIR, Manos a la Obra, Convergencias de Izquierda e independientes; Lista C «Izquierda en Movimiento», de Izquierda Autónoma e independientes; Lista D «Atrévete, vamos a la FECH», que agrupa a la Centro Derecha Universitaria e independientes, Lista E «Crear: Una FECh para volver a creer», con las Juventudes Comunistas (JJCC), las Juventudes Socialistas (JJSS), Izquierda Ciudadana e independientes; Lista F «Unidas para vencer», donde convergen Juventud en Lucha, Gesta Libertaria, Vencer, Pan y Rosas e independientes; y la Lista G «De frente por la Chile», con Levantando Alternativa e independientes.

La actual dirección 2016 está conformada actualmente por Izquierda Autónoma en la presidencia -antes de su división-, junto a integrantes de FEL, las Juventudes Comunistas, la UNE, «Vamos construyendo» y la Centro Derecha Universitaria.

EL DIAGNÓSTICO: UNA FECH SIN PROTAGONISMO NI INCIDENCIA

Una de las críticas que emerge en los últimos años de conducción del movimiento estudiantil apunta al trabajo realizado por los liderazgos recientes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. Aunque son otras las condiciones del movimiento y el escenario político nacional, las y los estudiantes cuestionan la pérdida de incidencia y protagonismo de la FECh como un actor político relevante en la discusión educacional.

Por ello, desde casi todas las listas de izquierda que aspiran a dirigir la federación nace un discurso crítico de las últimas gestiones, que está cruzado por una preocupación acerca del momento que vive el propio movimiento estudiantil, algo dormido en medio de la burocracia de una reforma estudiantil que ya terminó por decepcionar a sus diversos actores.

Frente a este escenario, Matías Gallegos, candidato a presidente de la lista «Vamos Construyendo» -que ha integrado la mesa directiva en los últimos dos años- opinó que «las últimas conducciones de la FECh avanzan sin sus estudiantes, no nos convocan, nos llaman sólo para elecciones».  Además, insiste en que las tres listas más grandes que hoy compiten ya han estado al mando de la FECh y que «es necesario potenciar nuevas fuerzas al interior del movimiento estudiantil».

Desde su perspectiva, es importante poner demandas sobre la mesa que sean capaces «de transformar nuestra educación y que atacan la raíz del problema», como cuestionar la formación del profesional y la orientación del conocimiento, además de buscar la estatización de las universidades privadas en crisis.

Su mirada es complementada por Bárbara Brito, representante de la única lista integrada únicamente por mujeres («Unidas para vencer») y que se declara candidata a una FECh feminista. «La federación se ha alejado de los estudiantes y es importante refundarla porque es anacrónica», declara. Para la dirigenta, es claro que el movimiento estudiantil necesita recuperar el protagonismo y que «esta federación juega un rol muy importante en eso».

Por ello, plantea la idea de convocar a un gran congreso de estudiantes, con delegados de todas las carreras, que permitan definir un plan para el año sobre cómo «conquistar la gratuidad en la educación».

Desde su militancia en las Juventudes Comunistas, la estudiante de diseño Camila Méndez asegura que «nuestro diagnóstico de los últimos años de conducción de la FECh es lo que nos impulsa a levantar un programa muy transformador. Creemos que una constante de los últimos cinco años ha sido que los grupos políticos que ganan la federación levantan alianzas electorales que se quiebran durante el año y luego vuelven a unirse con fines electorales, sin un programa para ejecutar ni posturas claras».

A la vez, la candidata que representa a la lista «Crear: Una FECh para volver a creer», asegura que la federación debe tener una postura clara sobre cómo enfrentar el debate de la reforma educacional. «Este año la FECh no fue capaz de plantear ninguna estrategia sobre cómo abordar esto», enfatizó.

Entre sus propuestas se cuenta la idea de recuperar el rol de la cultura y las artes en la FECh, a través de la creación de un centro cultural, además de impulsar un cambio en el estatuto administrativo que haga más rápidas y transparentes la investigación al interior de la universidad en cuanto a denuncias de abuso y acoso sexual.

En tanto, el estudiante de Ingeniería Daniel Andrade, que representa al amplio pacto electoral entre FEL, UNE, MIR, Movimiento Autonomista, Convergencia de Izquierda e independientes, señaló que actualmente, la organización se ha alejado de sus estudiantes y ha jugado un rol que ha mantenido al movimiento estudiantil en la inercia, alejado de la ciudadanía.

«Nosotros pensamos que tiene estar protagonizado por ésta, entendiendo que hoy tiene más conflictos que el educacional. Un desafío es acercarse, por ejemplo, a los conflictos medioambientales, al no más AFP, a la demanda por NiUnaMenos, pero también hay que actuar con otros, como los rectores, las unidades educativas, los funcionarios y todos los actores del mundo educacional», cerró.

EL FUTURO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN AÑO DE ELECCIONES

El 2017 será un año marcado por las elecciones presidenciales y parlamentarias y los aspirantes a la conducción de la FECh saben que el movimiento estudiantil tendrá que lidiar con este panorama. Por ello, desde sus respectivos proyectos políticos, señalan las estrategias y el camino que deben jugar desde la federación con el objetivo de reactivar la movilización social y el debate en torno a la educación.

A juicio de Gallegos, ya es hora de generar una «ganada concreta para el movimiento estudiantil», hoy estancado en un escenario marcado por el «fracaso», describe.

«Frente a una reforma que lo único que hace es profundizar el negocio educativo, que es paupérrima e incorregible según nosotros, el movimiento estudiantil ha perdido su fuerza social, hoy cada vez son menos los compañeros que salen a marchar y que están dispuestos a organizarse y levantar la lucha por una nueva educación», argumenta.

Desde otro frente, Bárbara Brito asegura que las y los estudiantes deben comprender que no están solo y ser capaces de integrarse con otros movimientos que hoy marcan la pauta ciudadana, como el de las mujeres o el de No+AFP.

«El movimiento ha perdido su fuerza no porque la gente esté en desacuerdo con las demandas, sino porque hay oros anhelos y luchas por lo que no hemos sabido luchar. Es importante construir esa unidad orgánica con otros actores sociales», argumenta, añadiendo que todas las miembros de su lista participan a la par con organizaciones por el aborto y libre y la diversidad sexual. «La idea es llevar esta experiencia social a la FECh».

Para Bárbara, como para otros candidatos de izquierda, la actual reforma da continuidad al neoliberalismo en la educación. Incluso lo señala así la candidata comunista, pese a la presencia de su partido en el Gobierno: «Nosotros estamos en contra del proyecto actual. Creemos que el Confech no puede estar dirigido por partidos políticos, debe guiarse por la síntesis mayoritaria de la asamblea».

Camila Méndez enfatiza que «una cosa es lo que haga el Partido Comunista y sus alianzas en la política tradicional, pero a nivel de estudiantes es otra cosa. Una de nuestras idea es convocar a una gran mesa social por la educación con diversas organizaciones. El año 2017 es año presidencial y nosotros pretendemos que la FECh sea un interlocutor importante«.

Para Daniel Andrade, el candidato de Movimiento Autonomista, FEL, UNE y otros, señala que el proyecto actual de reforma es un fracaso y que deben salir a pelear un nuevo proyecto, esta vez construido con los diversos actores, que permita plantear una reforma de la educación superior en serio.

«Hoy la Nueva Mayoría ha fracasado en generar esta propuesta de proyecto, porque se ha cerrado a los movimientos sociales, como se reflejó con los ocurrido con Roxana Pey, el distanciamiento del Cruch y las mismas mesas pre legislativas que mantuvo con la Confech», argumentó.

Los resultados de las elecciones serán conocidos durante la madrugada del miércoles 9 de noviembre, tras el conteo de sufragios. Se espera que este año pueda aumentar la participación del estudiantado, que últimamente se ha mostrado reticente a elegir a sus representantes en estas elecciones.