¿Quién es más Obama?

El término nimio y sus derivados tienen como étimo el latín nimius que en su acepción primera quiere decir “excesivo, demasiado”. Servidor lo usa en su sentido actual que denota poquedad, insignificancia, pequeñez, falta de importancia. Nimios, nimiedades, es la bochornosa impresión que deja el microcosmos político que concentra lo mejor de sus indigentes esfuerzos en determinar quién es más Obama que el otro.

El mundo está sumido en una crisis financiera y económica profunda, cientos de miles de trabajadores pierden sus empleos, millones sus jubilaciones, decenas de millones sus casas, la prensa internacional advierte de la inatajable crisis en la crisis que ya llega, la inflación destruye el poder adquisitivo de vastos sectores sociales, los líderes planetarios se agitan y hacen como si quisieran hacer algo. En Chile no: lo importante es determinar quién es más Obama.

Lagos Dobeliú va a la TV a explicar que sin duda el más Obama es Lagos Senior (pronúnciese “sinior”), quién a su vez se raja con una declaración en plan De Gaulle: “Yo no busco ni he buscado ser candidato para un segundo mandato presidencial”.

En plan De Gaulle de acuerdo, pero del que en los años 50 cultivaba su jardín en Colombey-les-deux-Eglises mientras alentaba movimientos sediciosos para volver al poder.

Visto que Lagos “sinior” no busca ser candidato, se da el trabajo de describir las condiciones que exige para serlo. Primero que nada “Se requiere una Concertación capaz de combatir (…) los personalismos, las ansias de figurar a cualquier precio…”

La descripción es una especie de retrato hablado de Lagos “sinior” que como se sabe de “personalismo” nada, y de “ansias de figurar a cualquier precio” aun menos.

En vez de retrato hablado debiese decir “profile”, -esa descripción psico-morfológica que hacen los “profilers” que trabajan para el FBI-, porque el tipo parece ser víctima de un Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Para ser candidato exige que se le den plenos poderes, como a los tiranos de la Grecia antigua:

A “Quien encarne nuestras esperanzas futuras como candidata o candidato presidencial (…) Se le deben otorgar los instrumentos para contar con el apoyo real y permanente de la coalición, sus dirigentes y parlamentarios. No resulta comprensible que quien conduce la coalición de gobierno no tenga una palabra que decir sobre los candidatos de la coalición que sean elegidos en una elección simultanea”.

El PS, inspirándose en Calígula -al que se le atribuye haber nombrado senador a su caballo-, cometió la designación de un diputado a dedo. Lagos “sinior” quiere llegar más lejos dándole al suyo un poder del que no disfruta ni Kim Jong Il… Quiere nombrar a toda la bancada de la Concertación…

Es cierto que entre los tiranos de la antigüedad hay uno conocido: Edipo…

Por su parte, “die rostig Panzer” es el único blindado que huele a pino.

Intentando evitar el sepelio exige y obtiene suspender la Convenshion del PS que debía ungirle como abanderado de Escalona, que es el único que sigue “más insulzista que cuando se levanta”.

Ya ves la adecuación que hay entre las declaraciones de los nimios y los problemas que aquejan al pueblo de Chile…

Lo importante es ser más Obama que Obama.

En eso están Eduardo Frei, Ricardo Lagos “sinior”, José Miguel Insulza, José Antonio Gómez y los que vayan llegando. Para enfrentar a otro nimio: Sebastián Piñera, cuya principal fuerza reside en dos elementos muy precisos: las patadas que se dan entre ellos sus potenciales contendores, y la similitud de su programa con la del oficialismo. Como en las religiones, las disputas más agrias son las que se dan en el seno de una misma fe.

Entretanto, los candidatos alternativos proliferan y maniobran en una medida inversamente proporcional a su nimiedad. Al verles agitarse uno diría que se trata de Chester Nimitz en la batalla de Midway, pero con portaaviones de papelito.

Lamento el juego de palabras pero esto es como una pelea de negros en un túnel: no se ve nada claro. O tal vez si: el único olvidado en este circo es el pueblo de Chile.

¡Al que le importa un cuesco quién es más Obama!

Por Luis CASADO