Justicia y Derechos Humanos

Centros de detención y tortura durante la dictadura militar, 3° parte.

A lo largo de la terrible historia de la dictadura militar en nuestro país, los centros de detención y tortura jugaron un rol fundamental en la política del terror imperante en aquel tiempo

Por Ángela Barraza

06/11/2014

Publicado en

Chile / Justicia y DD.HH / Portada

0 0


A lo largo de la terrible historia de la dictadura militar en nuestro país, los centros de detención y tortura jugaron un rol fundamental en la política del terror imperante en aquel tiempo. Como colectividad, tenemos internalizados algunos nombres, equivalentes a algunos puntos en nuestras ciudades, como por ejemplo, Villa Grimaldi, Estadio Nacional, Isla Dawson, Pisagua, 3 y 4 Álamos, la Venda Sexy, Colonia Dignidad, Londres 38, pero lo cierto es que a lo largo de Chile 1168 lugares públicos y privados fueron implementados con el único propósito de perpetrar, en forma sistematizada y en total impunidad, delitos de terrorismo de Estado, persecución política, tortura, secuestro, homicidio, desaparición forzada e inhumación ilegal, entre otros crímenes.

En estos lugares, “trabajaron” miles de personas en diversos roles: desde miembros de las fuerzas armadas, policías y civiles, torturadores, médicos, enfermeras, secretarias, chóferes, pilotos, mecánicos, informantes y delatores, de los cuales, un porcentaje ínfimo son los que han recibido algún tipo de sanción por parte de la justicia. Son varios los que murieron en absoluta impunidad, pero son aún más los que caminan tranquilamente por las calles y seguros de que en Chile no se hará justicia jamás. Por esta misma razón es que hay miles de personas que fueron víctimas de la tortura, que se han topado frente a frente con sus torturadores, en filas de bancos, en supermercados, etc. y fue tal la crueldad con la que actuaron los perpetradores de estos horribles actos, que las víctimas en muchos de los casos, a pesar de reconocerlos, no son capaces de denunciarlos.

Mucho se habla de “Perdón y Olvido”. Pero lo cierto es que hechos tan graves no se pueden perdonar. Y olvidarlos sería condenar doblemente a las víctimas, y allanar el camino para que estas dinámicas represivas vuelvan a suceder porque está el antecedente histórico de que a los violadores de los derechos humanos, en Chile, no les pasa nada. Eso no corresponde. Por esta razón es que vamos a revisitar estos espacios; sobre todo ahora que el programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior ya no tiene que consultar en términos políticos si puede enjuiciar a tal o cual. Ahora hay una mediana independencia que está abriendo nuevos casos y nuevas posibilidades de hacer justicia. Es ahora cuando tenemos que poner el hombro y empujar la historia “para que nunca más en Chile”.

Es tarde. Los sabemos. Sin embargo es lo único que nos queda.

 

Cárcel Pública de Iquique

I Región

Cárcel Pública de Iquique

Según en Informe Valech, En 1973 hubo un importante número de detenidos en la Cárcel Pública de Iquique; ubicada en Calle Wilson N° 281, sin embargo, la mayoría de las detenciones en este recinto se registraron en el año 1974. Posteriormente fueron esporádicas hasta 1989. Durante los primeros años, a los detenidos frecuentemente los trasladaban a otros recintos militares para ser interrogados y torturados. Algunos relatos de detenciones posteriores a 1980 denuncian que en la cárcel fueron interrogados y torturados por agentes de la CNI y que habían sufrido amenazas permanentes, maltratos y hostigamiento. Las condiciones de alimentación eran precarias y debieron compartir el lugar de reclusión con los presos comunes. Los testimonios coinciden en señalar que los presos sufrieron incomunicación en celdas, que eran mojadas y permanecían con agua; se veían obligados a dormir en el piso mojado o de pie.

Cárcel Pública de Iquique calle

 

Cárcel Publica de Pisagua

I Región

CARCEL PISAGUA

El centro de detención más importante de la Primera región fue la Cárcel de Pisagua. Hasta allí se trasladó a detenidos desde el Regimiento de Telecomunicaciones Nº 6 “Tarapacá” de Iquique, desde diversas Comisarías de la Región y desde Valparaíso, estos últimos transportados a bordo del Buque “Maipo”, por efectivos de la Armada. El viejo recinto de tres pisos del pequeño pueblo costero llegó a alojar a cerca de quinientos prisioneros, superando con mucho su capacidad natural.  En las diez celdas del primer piso, de dos por cuatro metros cada una, permanecieron los prisioneros incomunicados. En el segundo y tercer piso había ocho celdas de aproximadamente cuatro por diez metros en cada una de las cuales eran encerrados hasta veinticinco prisioneros.

Criminales y Cómplices

Coronel Larrain (Ejercito); Cabo Abarca (Carabineros); Cabo Contador (Carabineros).

Cárcel de Pisagua

Testimonio

Hombre, detenido en octubre de 1973. Relato de su reclusión en la Cárcel y en el Retén de Pisagua, I Región: […] Los días de octubre fueron de gran incertidumbre, nos cambiaban de celda permanentemente, nos sacaban a interrogatorios desde la cárcel en grupos de 20 hombres, con la vista vendada, en fila india, guiados por un uniformado y en esas condiciones salíamos por las desiertas calles de Pisagua en dirección al retén de Carabineros, donde nos estacionaban y procedían a una labor de «ablandamiento», que consistía en violentos golpes al estómago, donde nos doblábamos por el dolor, a continuación nos enderezaban con otro violento golpe, esta vez proporcionados con un tonto de goma en la espalda, lo que nos obligaba a recuperar la posición vertical. Esta ceremonia se repetía hasta que alguien nos hablaba con palabras dulces y acarameladas: ¿los golpearon mucho?, ¿han recibido maltratos?, pues bien, recuerden todo lo que saben y díganlo todo, y así podrán ser libres. […].

 

Comisaria de Carabineros de Tarapaca

I Región

sacerdote-gerardo-poblete

Sacerdote Gerardo Poblete

La Comisaría de Carabineros de Tarapacá, al igual que muchas dependencias de Carabineros a lo largo del país, fue utilizada como centro de detención y tortura durante el régimen militar. Esta Comisaría está estrechamente relacionada con la detención, tortura y asesinato de sacerdote Gerardo Poblete Fernández. El Informe Rettig informa que “declaraciones múltiples y verosímiles prestadas por testigos presénciales ante esta Comisión, permiten afirmar que el padre Gerardo Poblete no iba esposado en el furgón de carabineros en que fue trasladado y que no cayó al pavimento, al resbalar de la pisadera del mismo vehículo.  Por el contrario, llegó al interior del Recinto policial en condiciones físicas normales y allí se le insultó y golpeó de manos y con elementos contundentes, por varios de sus custodios, sostenidamente, hasta darle muerte.

Por ello, esta Comisión ha podido formarse convicción que el padre Gerardo Poblete fue víctima de violación de sus derechos humanos por parte de agentes del Estado, quienes al interior de un Recinto de reclusión lo interrogaron y torturaron hasta poner término a su vida”.

El domingo 21 de Octubre de 1973, ante la mínima “actitud sospechosa”, Carabineros allanó el Colegio Don Bosco tomando detenido al Padre Gerardo y al seminarista Ricardo Salgado Torres, (testigo y sobreviviente del incidente). Alrededor de las 19:00 horas, en la Primera Comisaría de Iquique (ubicada en la plaza que lleva el nombre del mártir), Gerardo Poblete es sometido torturas atroces a manos del teniente de carabineros Gustavo San Martín Ravanal, el mayor y comisario de carabineros Enzo Meniconi Lorca, y los suboficiales Blas Barraza Quinteros y Froilán Moncada Sáez. Estos tratos crueles e inhumanos provocaron diversas fracturas que perforaron sus pulmones y originaron una hemorragia del hemisferio cerebral izquierdo. En un desgarrador testimonio, uno de los torturadores declaró que el Padre Gerardo Poblete decía antes de morir «Padre perdónalos, no saben lo que hacen», demostrando como sostuvo hasta el último momento su nobleza.

El Padre Maximiliano Ortúzar alcanzó a escuchar el susurro de Gerardo Poblete diciendo: «Me están golpeando», pero el miedo se apoderó de su persona… ese mismo día informó que el Padre Gerardo Poblete había muerto por “un problema cardiaco”. Al día siguiente, Ortúzar, el director salesiano, comunicó en una corta y emotiva locución, el sensible fallecimiento del hermano Gerardo Poblete, provocando un generalizado murmullo y devastador ambiente en la comunidad educativa.
Luego, un comunicado oficial, informó que la muerte fue provocada por un accidente ocurrido cuando el Padre Poblete se resbaló con las manos esposadas al bajar de la pisadera del furgón que lo conducía.

Gerardo Poblete.2

de izquierda a derecha, en 3° lugar está Gerardo Poblete

A los pocos días Monseñor Tomás González, guía espiritual de Poblete, llegó a Iquique. Según relata, el asesinato “fue el resultado de una calumnia irreflexiva de los poderosos y de una brutalidad de irresponsables”, pero que las torturas de los carabineros “fueron sólo la causa material. Más culpables que los mismos verdugos son los que ocultaron la verdad con mentiras, los que presionaron con amenazas” dijo Tomás González.

Más adelante la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, reveló que  “el padre Gerardo Poblete no iba esposado en el furgón de carabineros en que fue trasladado y que no cayó al pavimento, al resbalar de la pisadera del mismo vehículo.  Por el contrario, llegó al interior del Recinto policial en condiciones físicas normales y allí se le insultó y golpeó de manos y con elementos contundentes, por varios de sus custodios, sostenidamente, hasta darle muerte”.

El Juez Calvo explicó que el sacerdote «fue detenido sin que existiera orden judicial o motivo que lo justificare». Como consecuencia, a treinta y cuatro años del asesinato, los responsables fueron declarados culpables.

En 2006, la Comisión Chilena de Derechos Humanos Capítulo Iquique levantó un monumento en memoria del sacerdote asesinado, en la plaza que hoy lleva el nombre del “Padre Gerardo Poblete Fernández”.

Criminales:

Carabineros: Coronel Gustavo San Martín y Enzo Meniconi

Prensa:

Diario La Nación: Procesan dos ex carabineros por crimen de sacerdote

El ministro Daniel Calvo sometió a proceso a dos ex carabineros por su participación en el crimen del sacerdote Gerardo Francisco Poblete Fernández, el 21 de octubre de 1973. El religioso fue detenido, después del golpe militar en Iquique.

Se encargo reo como autor del delito de homicidio calificado al ex coronel de carabineros Gustavo San Martín y en calidad de encubridor Enzo Meniconi. Mientras el primero permanece detenido en dependencias de carabineros, el segundo permanecerá en su hogar debido a su edad, 73 años, y su estado de salud.

El juez Calvo dijo que el sacerdote «fue detenido sin que existiera orden judicial o motivo que lo justificare» desde el interior del colegio Don Bosco, dependiente de la Congregación Salesiana, junto al seminarista Ricardo Salgado y, ambos, llevados a una dependencia policial. Añadió que «allí fueron interrogados usando golpes de pies, puños, culatazos y otros elementos contundentes situación que en definitiva en el caso del sacerdote Poblete Fernánez le produjeron la muerte», en tanto Salgado logró sobrevivir.

Por razones de extensión vamos a ir abordando de a tres centros en cada oportunidad, hasta conseguir hablar de todos y de lo que sucedió en cada uno de ellos.

El fin último de esta forma de reconstruir memoria es situar nuestro pasado reciente en nuestro imaginario para que podamos dimensionar las proporciones de la catástrofe y tomar conciencia de lo urgente que es el hecho de que se sigan procesando a los culpables, antes de que pase más tiempo y la fractura que sucedió en Chile sea un antecedente triste en nuestra historia que hable de impunidad para algunos, dándonos a entender que el resto somos ciudadanos de segunda clase.


Cualquier antecedente que tengas de eventos que hayan sucedido en el lugar, por favor enviar a [email protected]

Centros de detención y tortura durante la dictadura militar, 1° parte.

Centros de detención y tortura durante la dictadura militar, 2° parte.

Fuentes de Información: Informe Rettig; CODEPU; Archivo Memoriaviva

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones