La muerte de una joven que evitaba ser violada lleva la violencia al Kurdistán iraní

La muerte de una joven que intentaba evitar ser violada en la ciudad kurda de Mahabad, al noroeste de Irán, ha desencadenado una oleada de violencia durante la última semana y un clima de tensión como no se había vivido en esta región desde hace diez años

Por Marta Ubeda

15/05/2015

Publicado en

Mundo / Organización social

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Violencia Irán

La muerte de una joven que intentaba evitar ser violada en la ciudad kurda de Mahabad, al noroeste de Irán, ha desencadenado una oleada de violencia durante la última semana y un clima de tensión como no se había vivido en esta región desde hace diez años.

Según los datos recabados por personas en contacto directo con esa zona, se contarían ya por cientos los detenidos, por decenas los policías y manifestantes heridos, algunos de gravedad, y el Gobierno de Teherán habría tenido que enviar refuerzos militares para controlar la situación.

Según estos testimonios y las informaciones difundidas por los medios de comunicación iraníes, tanto los oficiales como de la oposición, los graves disturbios comenzaron a primera hora de la tarde del pasado jueves 7 de mayo. A esa hora por la ciudad de Mahabad (280.000 habitantes) se extendió la noticia de que la joven Farinaz Khosrawani, de 25 años, se había precipitado al vacío desde el cuarto piso del hotel Tara cuando huía de un agente de seguridad que había intentado violarla.

Miles de personas se concentraron frente a este hotel, siendo insuficientes el medio centenar de policías enviados para contener la ira de los manifestantes. Tras una batalla campal, los policías optaron por abandonar el lugar y el hotel no tardó en ser presa de las llamas.

Horas más tarde, la policía volvió a la zona del hotel, con refuerzos antidisturbios, y se reprodujeron los choques. Según las distintas fuentes, una treintena de manifestantes resultaron heridos, algunos por disparos. Entre ellos, el joven universitario Akam Telaj, trasladado de urgencia al hospital Imam Jomeini de Urmie en estado crítico tras haber recibidos sendos impactos en la cabeza y el pecho.

Farinaz-Khosravani

La víctima, Farinaz-Khosravani

En total, se considera que unas 700 personas habrían sido detenidas, casi la mitad en la propia ciudad de Mahabad; algunos habrían sido apresados por la policía cuando estaban siendo atendidos de sus heridas en los hospitales. También según estas fuentes, destacamentos militares habrían tomado posiciones en las calles, creando un clima similar al del estado de emergencia.

En algunas de estas grandes ciudades, las redes y repetidores de telefonía móvil y comunicaciones por internet habrían quedado “oscurecidas” para evitar la difusión de las duras imágenes que muestran los choques con la policía y manifestantes ensangrentados por golpes y disparos. A partir del día siguiente, las protestas comenzaron a extenderse por el resto del Kurdistán iraní, una región fronteriza con Irak y que, de acuerdo con los últimos censos oficiales, tendría casi diez millones de habitantes.

Las principales manifestaciones habrían tenido lugar en Kermanshah –casi un millón de habitantes-, Sanandaj –más de 500.000-, Sardasht -100.000-, Marivan, Baneh, Bokan, Kamiarán, Oshnanuiye y Dehugolan, creándose un clima de tensión que, tras una semana desde el inicio de los incidentes, todavía no se ha disipado.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, la población kurda iraní aprovecha estos estallidos de violencia para mostrar su rechazo al régimen de la República Islámica. Algunas de estas imágenes, por ejemplo, muestran a personas pisoteando la efigie de Alí Jamenei, el Guía de la Revolución (jefe del Estado de la República Islámica), o quemando banderas iraníes mientras gritan “Esto es Kurdistán”.

La situación se ha complicado aún más al coincidir estos hechos con varios incidentes armados en los que habrían muerto un número indeterminado de pasdaranes (Guardianes de la Revolución) al ser atacada una base militar en las proximidades de Baneh y durante un combate igualmente con guerrilleros kurdos en la localidad de Simo, próxima a la ciudad de Urmie.

La última revuelta general de la población kurda de Irán ocurrió hace diez años, en marzo de 2004, cuando se registraron numerosas manifestaciones para celebrar la instauración de la nueva Constitución iraquí, en la que se establecía un estado de corte federal, reconociendo así una amplia autonomía para las regiones kurdas de ese país.

En el Kurdistán iraní, fronterizo con los de Turquía e Irak, existen varios movimientos armados que luchan contra el régimen de la República Islámica, destacando entre ellos el Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDK-I), el grupo Komala (Sociedad), de orientación comunista, y el PJAK (Partido de la Vida Libre), una organización estrechamente vinculada al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), especialmente activo en Tuquía.

La ciudad de Mahabad tiene un alto simbolismo para este pueblo dividido por los estados de Turquía, Siria, Irán e Irak. Aquí, tras la II Guerra Mundial y con apoyo soviético, se estableció el primer y único estado independiente que ha tenido en la historia contemporánea: la República de Mahabad, de la que surgieron tanto el himno como la bandera nacional ampliamente reconocidas por el considerado mayor pueblo sin Estado del planeta.

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