Parejas de chorlos cooperan en la crianza por influencia del cambio climático

Un estudio muestra cómo a medida que aumentan las temperaturas, machos y hembras de chorlos cooperan con más frecuencia durante el día para incubar a sus huevos.

Chorlo o frailecillo

El cambio climático ha provocado cambios en los ecosistemas. Las estaciones, por ejemplo, han cambiado sus tiempos de inicio debido al aumento de las temperaturas. Esto influye en la fisiología de los animales, en sus periodos de reproducción y rangos poblacionales. Pero hasta ahora se sabe poco sobre cómo estos cambios han modificado su comportamiento.

Ahora, científicos han estudiado cómo influye el cambio climático en los tiempos de incubación del Charadrius spp., un género de ave zancuda conocida como chorlo o frailecillo, que se encuentra en los seis continentes y que contiene a 33 especies.

Muchas de estas aves anidan en el suelo y en lugares descubiertos de vegetación, para protegerse de los depredadores y recibir directamente el calor del sol.

Según Juan A. Amat, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España, y uno de los autores del estudio, la situación se complica para las aves cuando la radiación solar llega con más fuerza. «Los adultos que incuban podrían no soportar las altas cargas de calor», señala Amat. En general, la temperatura ideal proporcionada por los adultos para la incubación de los huevos es de 35 a 39 grados Celsius.

«En muchas especies de aves en las que ambos miembros de la pareja participan en la incubación, un sexo, generalmente la hembra, incuba de día, en tanto que el otro lo hace de noche», explica Amat a agencia Sinc. Pero con el aumento general de las temperaturas se requiere una mayor cooperación entre machos y hembras.

Nido de chorlitejos patinegros. Imagen: Juan A. Amat

El trabajo, liderado por la Universidad de Bath, en el Reino Unido, reveló que los machos de chorlo ayudan a las hembras durante la incubación diurna. Esto lo descubrieron al observar el comportamiento de 36 poblaciones de 12 especies diferentes de Charadrius spp.

«La participación de los machos en la incubación diurna aumenta con la temperatura ambiental y con la variabilidad de las temperaturas máximas durante las temporadas de cría», señala el científico.

El estudio mostró que el aumento de las temperaturas es un factor de cambio en el comportamiento y rutina diaria de estas parejas de aves al dedicarse al cuidado de los huevos. «La flexibilidad en la cooperación parental permitiría afrontar los impactos del cambio climático en la biología de reproducción de las poblaciones», afirma Amat, y recalca que el trabajo del macho en la incubación protege al embrión ante eventos extremos.

Otros estudios habían revelado que las variaciones ambientales influían en los comportamientos cooperativos de las parejas de animales en el cuidado de las crías. El nuevo trabajo, publicado en la revista Global Ecology and Biogeography, concluye que en el caso de estas aves, la cooperación parental está fuertemente influida por las variaciones en los patrones climáticos.

El Ciudadano

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