¿Quiénes se pueden salvar de ser reemplazados por robots en el trabajo?

La automatización de los trabajos será una revolución que cambie el sentido del quehacer humano en la sociedad y esto no será en futuro demasiado lejano. La profesora Rodica Damian, de la Universidad de Houston, pronostica que el mundo laboral tendrá que reorganizarse, en un trabajo donde propone que la personalidad es la mejor defensa para que los robots no nos quiten el trabajo.

Por Sofia Olea

19/05/2017

Publicado en

Actualidad

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Imagen, GE Reports

Tarde o temprano llegará el momento en que las competencias educativas no sean suficiente para evitar la robotización en los espacios laborales. Los macrodatos (big data) y el aprendizaje automático permitirán a las máquinas realizar una cantidad creciente de tareas mejor que los humanos.

La automatización de los trabajos será una revolución que cambie el sentido del quehacer humano en la sociedad y esto no será en futuro demasiado lejano. La profesora de la Universidad de Houston en Estados Unidos, Rodica Damian, pronostica que el mundo laboral tendrá que reorganizarse, en un trabajo en que propone que la personalidad es la mejor defensa para que los robots no nos quiten el trabajo.

Para su investigación, la autora se basó en un conjunto de datos sobre 346.660 personas, con los que examinó rasgos de personalidad, intereses vocacionales en la adolescencia, nivel de inteligencia y estatus socioeconómico. Es estudio observa en detalle la serie de factores de personalidad y de bagaje personal y profesional, que pueden predecir si una persona seleccionará empleos que podrían ser automatizados en el futuro.

En cuanto a la inteligencia y los intereses, el trabajo indicó que las personas más inteligentes y con inclinaciones artísticas y científicas en la educación secundaria, tienen menos probabilidades de ser reemplazadas por la automatización en el trabajo.

Los investigadores predicen que cada incremento de 15 puntos en el coeficiente intelectual (CI) indica un descenso del 7% en la probabilidad de que el trabajo realizado por una persona termine siendo automatizado.

Con respecto a la personalidad, el estudio sugiere que un buen grado de madurez y extraversión también hacen una diferencia a la hora de decidir si se va a reemplazar a una persona por un robot.

Cuando se trata de interacciones sociales complejas, los sistemas automatizados no pueden desempeñarse tan bien como los humanos, afirma Damian. Los humanos también superamos a los robots en las tareas creativas.

Los autores concluyen que las personas más inteligentes, creativas y con personalidad firme, tienden a elegir o a ser seleccionadas en cargos menos susceptibles de ser ocupados por un robot.

Fuente, NCyT

El Ciudadano

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