Entrevista

Vicky Larraín: mientras vivamos sin tiempo y esclavos del dinero, las catástrofes seguirán sucediendo

Una de las cosas que llama la atención cuando te investiga es el hecho de que apareces como una de las “bailarinas independientes que…” Uno puede comprender fácilmente la lógica de la literatura independiente, del teatro independiente, etc

Por Ángela Barraza

12/12/2014

Publicado en

Actualidad / Artes / Danza / Entrevistas

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Vicky Larrain

Una de las cosas que llama la atención cuando te investiga es el hecho de que apareces como una de las “bailarinas independientes que…” Uno puede comprender fácilmente la lógica de la literatura independiente, del teatro independiente, etc. Pero cuál es el contexto que enmarca a la danza independiente?

Angela, La verdad no se mucho de la danza independiente ya que me considero una persona que además ha trabajado con la corporalidad entre muchas otras expresiones.  Sí sé del artista independiente ya que la especialidad en que he conformado mi relato profesional es el teatro-danza y la performance, disciplinas que son independientes de forma intrínseca, ya que proponen un estilo singular, único, sin basarse en técnicas foráneas; sólo en la opinión de aquel que construye en estos géneros. Debido a esta razón deduzco que estas expresiones teatro–danza y performance  nacieron  independientes por estar un poco relegados del arte de la danza en nuestro país, ya que en otros lugares interactúan con todas las artes.

Cómo una niña que se crió en la calle Dieciocho, llega en esos años a viajar por París y Nueva York, entendiendo que las libertades de la mujer, en esa época, eran distintas en Chile. ¿Tuviste respaldo de tu familia para salir del país y más encima para estudiar una disciplina artística?

Ah eso, bueno naci de un baile flamenco que mi madre ensayaba. Ella zapateo y yo salí, al revés pero Salí. Tuve por consiguiente un gran respeto y aliento de mis padres no así del país. Yo teatralizaba el cuerpo desde el silencio, o desde formulas no convencionales, por tanto siempre hubo mucha indiferencia de parte de las escuelas tradicionales de teatro y danza hacia mi trabajo. Una de las razones por las cuales busque en otros espacios y lugares.

Estando en Nueva York, completaste tu formación con Alwin Nikolais. ¿Qué es lo que más rescatas de la formación que de él pudiste recibir?

Rescato el hecho de cómo te exigían no imitar a nada ni a nadie. De crear tu propia opinión frente al arte. De esta investigación logro un trabajo de carácter urbano, contemporáneo y latinoamericano.

Rescato el concepto de abstracción, palabra muy detestada ya que no se conoce y todo aquello que no conoce se tiende a relegar o despreciar.

 

En Alemania pudiste estar en un intensivo con la gran Pina Bausch. ¿Cómo recuerdas ese período y qué es lo que más destacas? 

Fue un tiempo corto, un taller de un mes de duración, y lo que se siembra en mi corporalidad es el rito que uno debía lograr, la verdad de cada uno, Pina te colocaba frente  al reflejo biográfico.

Cómo fue para ti llegar a Chile en el año 82, en plena Dictadura Militar. ¿Cómo fue el contraste, entre el país que dejaste cuando te fuiste a Europa y lo que encontraste.? 

Me encontré con la miseria humana, la frivolidad de las lentejuelas, encuentro lo burdo y lo vulgar. Porque? Era como si el país se hubiese puesto una gran peluca encima de una máscara, no había rostro. Sin embargo TB encuentro lugares como el Centro Cultural Mapocho de esa epoca,  un espacio donde todos los que estuvimos contra la dictadura intelectuales, artistas, políticos decentes encontramos la posibilidad de una reflexión alejada de la pugna por el poder. Allí se gesta el primer homenaje a Neruda, allí Roberto Bravo da su primer concierto en dictadura, allí se muestra por primera vez la Batalla de Chile la película de Patricio Guzmán. .  En ese espacio existió esa  solidaridad que se da cuando la tiranía en vez de separar a los hombres dignos, los une.   Había mucha represión, pero también había unidad. Hoy estamos convertidos en islas flotantes.

Dejaste nuevamente el país, para irte a Cuba a participar del Festival Internacional de Teatro de La Habana y allá te quedaste. ¿Por qué tomaste la determinación de quedarte en la Isla?

Como no quedarme; para mí no fue una decisión, fue una emoción, aquella que sientes cuando en mi caso te respetan como artista, te hacen sentir persona. La vitalidad de esa gente sobretodo la vitalidad, el deseo de aprender. Imagina entrar a una sala frente al mar, encontrarte con 30 cuerpos que utilizan su propia expresión, con 20 músicos que te apoyan el impulso. Fui invitada a dar esa clase magistral y lo que sentí fue verdad, entusiasmo. Cuando el Director de Danza contemporánea de Cuba Miguel Iglesias me ofrece dar un seminario de teatro-danza ni siquiera lo pienso, sigo en ese impulso ya transformado en galope.

Creaste la carrera de Coreografía en danza-teatro y el diplomado en el mismo género. Puedes explicarnos de qué se trata?

En nuestro país, la carrera de coreografía no existe. Solo la intuición de la persona que desea crear. Como cualquier otra profesión se debe estudiar. No basta con saber componer, es bastante más complicado. No basta con tener una idea y llevarla al escenario.  A cualquier conjunto de personas realizando pasos se le denomina coreografía. Y son pasos mezclados para seguir esta u otra música, movimientos aprendidos en general de técnicas foráneas. Por mi parte denomino al trabajo del coreógrafo, la coreografía gestual. Significa una interacción del gesto, de la imagen y del movimiento. En realidad la pregunta es: ¿ cuál es la temática que desea comunicarse y para llegar a realizarla que corporalidad debe construirse? No basta con crear pasos si estos no corresponden a una suerte de Gestalt, que es la substancia que une el trabajo. Por ejemplo Pina Bausch: no hubo una sola obra en danza teatro que ella crease que no declarase pasos y movimientos creados e inventados para esa obra.

Y la carrera de coreografía interactiva que impulse, pretendía eso como también el diplomado en danza-teatro. Que el estudiante pudiese construir un estilo propio.

Tengo entendido que, dentro de tu metodología de trabajo, tienes incorporado el estimular al alumno a viajar en su interioridad, conocerse a sí mismo, antes de mover un pie, de realzar un gesto. Cuál es la importancia de este viaje introspectivo? 

Se viaja en realidad a la propia percepción que el alumno pueda ir configurando. Conceptos como la corriente molecular, de Stace, o descentralización, proveen al estudiante de un mapa de conocimiento que luego puede comunicar.  Más que una interioridad a nivel psicológico se intenta que el estudiante tenga conciencia de su energía. Se viaja a la energía interna de la psicomotricidad y se estudian aquellos conceptos de carácter estético-filosóficos. Si te fijas cualquier cosa que venga del extranjero es más importante para los mismos profesionales del teatro y la danza que ponerse a reflexionar sobre la creación de un estilo propio.

¿Cómo ves el escenario de la danza en Chile hoy, en términos de ejecución. Qué es lo que le sobra y qué es lo que más le hace falta? 

Uff, hace falta estudiar la vida antes de moverse. Por ejemplo en la Escuela de Nikolais primero debíamos observar el movimiento de las células, luego trabajar con arquitectos para después recorrer los museos investigando a los pintores, a los artistas visuales. Si no conoces todo aquello, solo te limitas a mover  el cuerpo. El arte en la opinión de muchos coreógrafos actuales se basa en la naturaleza, en lo primitivo del ser, en el ser en sí mismo. Por ejemplo en el Festival de las Naciones 1993, tuve que realizar mi trabajo en el propio living de mi casa. Luego descubrí que en esa instancia se mezclaba ficción realidad.

Han aparecido otras instancias como el festival de escena domestica que a mi entender aporta a la aventura de los jóvenes. Pero siguen con el concepto de colocar una obra de teatro en un living y no.

Si vas a usar una casa, que elementos de la misma te servirán para que la realidad se transforme en un cotidiano poético. Falta entonces filosofía.

¿Cómo ves las políticas culturales chilenas en torno a la danza y cómo repercuten en el público.

Creo que las mencionadas políticas están centralizadas, una cosa es llamar a un grupo de gente o a todos los artistas para que den su opinión y otra cosa muy distinta es tomar realmente en cuenta dicha opinión. Lo que más me extraña que aquellos que tienen el poder de decisión en cuanto a las   políticas culturales se refiere,  tiene diversas profesiones menos la experiencia del creador.

Por último, ¿Cómo se ve reflejada tu vida en la propuesta de Shock: la otra escena? ¿Cuáles son esas vivencias en las que te inspiraste para plasmarlas en tu nueva creación?

Las vivencias de todos nosotros. Parte de la historia de las catástrofes sucedidas en el  mundo: Hiroshima, el Holocausto, el Golpe de estado en Chile, Gaza, los 43 jóvenes mexicanos asesinados, el atentado a las torres gemelas quien fuese que las haya provocado, en fin. Tragedias que el ser humano provoca porque, quizás, mientras vivamos sin tiempo y esclavos del dinero seguirán sucediendo.

Por último, rindo con este trabajo un homenaje a los inocentes.

Shock 1

Vicky Larraín es una de las bailarinas independientes más destacadas de Chile y son sus casi 50 años de trabajo artístico los que respaldan este reconocimiento público. Desde su formación con el maestro Alwin Nicolais en Nueva York y su paso por la compañía de Lindsay Kemp en Suiza, hasta su participación en talleres intensivos con Pina Bausch en Alemania y Carolyn Carson en Francia; marcan el aporte que ha realizado al arte de la danza tras romper con las estructuras convencionales, creadas a partir de un estilo propio caracterizada por mezclar el concepto abstracto con el género del realismo mágico.

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