Ateísmo: un crimen que se castiga con pena de muerte en 13 países

Según un nuevo reporte emitido por la Unión Internacional Humanista y Ética (IHEU) existen 13 países en el mundo donde es tan importante creer en algo divino que la duda puede resultar en un castigo fatal.

La mayoría de los gobiernos de estos países no aplican estas leyes en forma amplia, sin embargo, la existencia de estas legislaciones a veces resulta en acciones extrajudiciales por parte del pueblo. Tanto restricciones de libertad religiosa, como leyes contra la apostasía y la blasfemia, pueden derivar en castigos severos de igual forma para creyentes y no creyentes.

Los países que poseen leyes fatídicas contra la incredulidad son: Afganistán, Arabia Saudita, Irán, Maldivas, Somalia, Sudán, Mauritania, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Pakistán, Malasia, Qatar y Yemen.

El reporte dirige la crítica hacia Arabia Saudita por una nueva ley que equipara el ateísmo con el terrorismo. Según el informe, el primer párrafo de la nueva ley terrorista declara que es un acto de terrorismo: “Llamar al  pensamiento ateo en cualquier forma, o poner en duda los fundamentos de la religión islámica”.

Otro caso destacado en el informe, es el Primer Ministro de Malasia, Najib Razak. En discursos que el jefe de gobierno ha hecho durante este año, ha declarado que el “humanismo, secularismo y el liberalismo” son pensamientos desviados y una amenaza al propio estado. También ha declarado que ningún malayo tiene derecho a “desertar”, quiere decir  el derecho a dejar la religión del país.

Además, el informe expresó que el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, está atacando verbalmente y de forma directa al ateísmo. En junio de este año el Ministerio de la Juventud egipcia lanzó una campaña para difundir el conocimiento de “los peligros del ateísmo” explicando porqué la falta de fe es “una amenaza para la sociedad”.

En los últimos meses, las autoridades egipcias han detenido a varios jóvenes ateos que aparecen en redes sociales y en vídeos de Youtube expresando sus opiniones o ideas ateas. Los investigadores destacaron que se notó un desarrollo preocupante durante el mes de noviembre, cuando las iglesias cristianas egipcias «unieron fuerzas» en otra campaña contra el ateísmo, que expresaron que la sociedad debería resistir la irreligiosidad.

En Pakistán se ha visto varios casos donde la blasfemia se condena con la muerte, o donde el propio pueblo se hace culpable de acciones extrajudiciales contra los “no creyentes”. En noviembre una pareja cristiana fue linchada por haber deshonrado el Corán.

Sandra Segall
El Ciudadano