Acto con embajador de Venezuela en México estuvo apegado a la Convención de Viena

La cancillería señaló que el país “ha mantenido una posición de neutralidad respecto de las partes en el conflicto interno por el que atraviesa ese país y ha llevado a cabo gestiones para desplegar el Mecanismo de Montevideo, un instrumento de diplomacia diseñado para la resolución de conflictos de forma pacífica”

Llama la atención que un diputado que se autoproclama como presidente de un país, cuestione a un gobierno de otra nación escogido por el voto popular, el recibimiento de las credenciales de un nuevo embajador, según los patrones legales internacionales establecidos.

Ese es el caso de Juan Guaidó, autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela el 23 de enero del presente año y quien cuestiona al Gobierno de México, de Manuel López Obrador, por haber recibido las cartas credenciales del nuevo embajador de la República Bolivariana de Venezuela en el país azteca, Francisco Arias Cárdenas.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México dio una elemental clase de relaciones diplomáticas a Guaidó, al responder que el acto con el nuevo embajador se hizo «en apego a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas». 

No obstante, aclara el gobierno mexicano que la presentación de credenciales de un gobierno, se realiza “sin que conlleve de forma implícita el reconocimiento o desconocimiento a un gobierno extranjero con el que se mantienen relaciones diplomáticas”, como es el caso de Venezuela, refirió el diario La Jornada de México sobre la nota de Relaciones Exteriores.

La oficina a cargo del canciller mexicano Marcelo Ebrard,  precisó que “el beneplácito o plácet a un embajador no se otorga con base en el procedimiento que en el Estado acreditante (Venezuela) se lleva a cabo para nombrarlo”, en referencia a los argumentos de Guaidó, quien dijo sobre la designación de Arias Cárdenas  “no está aprobada por este Parlamento (venezolano) y es absolutamente irregular”, como si su autoproclamación como «presidente encargado» de Venezuela estuviera basado en un sustento legal creíble.

En ese sentido la oficina a cargo de la política exterior mexicana, reafirmó la neutralidad del Gobierno azteca, respecto al conflicto interno que atraviesa Venezuela, así como su “voluntad de propiciar el diálogo, franco, abierto y sin condicionamientos como ruta para la resolución de conflictos”.

La administración mexicana respalda la propuesta liderada por Noruega para encontrar una vía al diálogo.

Señaló que “México ha mantenido una posición de neutralidad respecto de las partes en el conflicto interno por el que atraviesa Venezuela y ha llevado a cabo gestiones para desplegar el Mecanismo de Montevideo, un instrumento de diplomacia diseñado para la resolución de conflictos de forma pacífica”, puntualizó la cancillería.

Agregó que se considera que un jefe de misión ha asumido sus funciones en el Estado receptor desde el momento en que haya presentado sus cartas credenciales o bien en que haya comunicado su llegada y presentado las cartas de estilo a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Especificó que el orden de presentación de las cartas credenciales o de las copias de sus cartas se determina por la fecha y hora de llegada del jefe de misión.

“De conformidad con sus principios constitucionales y a la doctrina Estrada, México lleva a cabo el procedimiento mencionado sin que conlleve de forma implícita el reconocimiento o desconocimiento de un gobierno extranjero con el que se mantienen relaciones diplomáticas, como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo embajador arribó a México el pasado 2 de abril y presentó copias de cartas credenciales el 31 de mayo, fecha en la que inició sus funciones”, enfatizó la cancillería.

Francisco Arias Cárdenas presentó el 19 de agosto al presidente Andrés Manuel López Obrador, las cartas credenciales que lo acreditan como embajador de la República Bolivariana de Venezuela en México, en conclusión del protocolo establecido.

“El Gobierno de México reitera su apego a los principios de no intervención en asuntos internos de los países, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, protección y promoción de los derechos humanos”, indicó la SRE.

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