Argentina

Procesan a empresario de taller clandestino

Se trata del empresario de origen coreano Lee Sup Yong, quien regenteaba el taller clandestino que se incendió el 27 de abril de 2015 y causó la muerte de dos niños que además vivían allí. El fallo judicial tiene pocos antecedentes ya que Lee Sup Young quedó procesado por “trata de personas con fines de explotación laboral agravado”.

Por Estefanía González

05/03/2016

Publicado en

Argentina

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La Justicia se dictaminó a favor del procesamiento de Lee Sup Young, quien deberá esperar a un posible juicio oral por la acusación de «trata de personas con fines de explotación laboral agravado”. El empresario de origen coreano era el dueño del taller textil clandestino ubicado en el barrio porteño de Floresta, donde un incendio causó la muerte de dos niños de 5 y 10 años. Los padres de los niños son quienes llevaron adelante la causa quienes, además, trabajaban explotados allí.

El fallo judicial implica una novedad, ya que casi no hay antecedentes de un proceso judicial y mucho menos de una sentencia por este tipo de delitos. Los testimonios de las víctimas de la explotación laboral sirvieron para que salieran a luz las condiciones indignantes en las cuales estaban sometidos los empleados textiles para ganar entre 4 y 5 mil pesos por mes: jornadas laborales de 12 horas, condiciones precarias de higiene, de instalaciones, hacinamiento extremo, y malos olores provenientes de la casa del empleador.

«La valentía de los Mur Mechaca hizo posible que hoy sea un día histórico para la lucha contra la trata de personas con fines de explotación laboral», sostuvo Nahuel Berguier, abogado defensor de la familia de los trabajadores.

Esteban Mur y Corina Menchaca Martínez son los padres de Rodrigo y Rolando, los niños fallecidos por el incendio, y son los querellantes de la causa. Esteban Mur y el tío de los niños ahora trabajan dentro de una organización cooperativa textil, de acuerdo al diario Página/12.

En tanto, el legislador por el Frente Para la Victoria – Nuevo Encuentro, José Cruz Campagnoli, apuntó contra el Gobierno de la Ciudad al mencionar la «complicidad» de los funcionarios y recordó que durante la última gestión de Mauricio Macri, creció el trabajo ilegal.

«Muchos de estos talleres son propiedad de dueños de grandes marcas. Las marcas Awada y Cheeky, propiedad de la familia de Juliana Awada, esposa del presidente Mauricio Macri, tuvieron denuncias que las vinculaban con la explotación laboral», sostuvo el referente de Nuevo Encuentro.

A los pocos días del incendio fatal, el taller clandestino de Floresta sufrió un segundo siniestro el cual fue denunciado por la ONG «La Alameda» como «intencional» para eliminar evidencia que vinculara a las marcas de ropa que contrataban al taller clandestino como proveedor.

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