Continúa la cacería de la derecha

Las élites brasileñas apuntan a Haddad para dejar sin opción de candidatos a la izquierda

Luego del juicio sin pruebas que condenó a Lula a prisión, las baterías de la élite brasileña que dio el golpe contra Dilma Rousseff apuntan ahora a impedir que el Partido de los Trabajadores y sus aliados puedan tener una alternativa

Por Chevige González Marcó

04/09/2018

Publicado en

Brasil / Política

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Lula Da Silva y Fernando Haddad

La Fiscalía brasileña presentó este martes una nueva denuncia contra Fernando Haddad, el posible sustituto de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones de octubre, tras el veto judicial a la candidatura presidencial del exmandatario.

El Ministerio Público de Sao Paulo acusó a Haddad por corrupción con base en una confesión realizada por el empresario Ricardo Pessoa, expresidente de la constructora UTC Ingeniería. ​ Según la denuncia, la constructora UTC habría pagado una deuda de 2,6 millones de reales (alrededor de 626.500 dólares) de la campaña de Haddad en 2012, en la que el político disputaba la alcaldía de Sao Paulo. ​

El dinero, de acuerdo con la Fiscalía, fue entregado en 2013 por el cambista Alberto Youssef, un nombre conocido en las investigaciones del caso Petrobras, mediante contratos ficticios firmados con tres empresas gráficas. En el marco de esa investigación, la Fiscalía ya denunció el pasado agosto al exministro de Educación por enriquecimiento ilícito.

La élite brasileña también quiere borrar a Lula de las encuestas, donde figura como amplio favorito

Persecución

Luego del juicio sin pruebas que condenó al expresidente Da Silva a prisión, las baterías de la élite brasileña que dio el golpe contra Dilma Rousseff apuntan ahora a impedir que el Partido de los Trabajadores y sus aliados puedan tener una alternativa para las próximas elecciones del mes de octubre.

Sin duda, es un juego contra la voluntad de las grandes mayorías, debido a que tanto Lula como el PT lideran en todos los escenarios, según las encuestas.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) anuló el pasado sábado la postulación de Lula y dio un plazo de diez días al partido para nombrar a su sustituto, lo cual lleva la fecha al 11 de septiembre.

No obstante, Haddad, quien se ha alzado como el portavoz de Lula en las calles, ha insistido en la candidatura del expresidente y dijo que el PT presentará recursos ante la Corte Suprema y la ONU para que le garanticen al exmandatario la posibilidad de disputar las elecciones.

La estrategia, sin embargo, puede ser arriesgada, ya que si el PT no presenta al sustituto de Lula a más tardar el 11 de septiembre podría quedar fuera de la contienda electoral, la más incierta de las últimas décadas.

Las encuestas también censuran a Lula

Dos de las principales firmas encuestadoras de Brasil, Ibope y Datafolha, decidieron suspender la difusión de las cifras de los sondeos elaborados esta semana, debido a que en ellos estaba la opción del expresidente Lula.

Según el periodista Igor Gadêlha, Ibope anunció la suspensión de la encuesta a pedido del TSE.

En la última encuesta de Ipobe antes del impasse anunciado este miércoles, Lula estaba despegado en las encuestas con 37% de intención de voto. Le seguía el ultraderechista Jair Bolsonaro con 18%; Marina Silva con 6% y el centroizquierdista Ciro Goomes con 5%.

 

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