Siete pueblos originarios han sido blancos de ataques

Colombia: Crímenes contra indígenas han aumentado después de la firma de paz del Gobierno

Mil 200 nativos han recibido amenazas y casi 12 mil han sido víctimas de desplazamiento forzado

Por Charilin Romero

05/05/2018

Publicado en

Justicia y DD.HH / Latinoamérica / Pueblos

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Más de mil 200 indígenas han recibido amenazas y casi 12 mil han sido víctimas de desplazamiento forzado desde que el Gobierno colombiano firmó el Acuerdo de Paz, según el informe Balance General de vulneraciones a los DD.HH. e Infracciones contra los Pueblos Indígenas.

En el documento se detalla que en el mismo período de tiempo la población originaria de Colombia ha sufrido 79 atentados, 20 casos han sido víctimas de abusos sexuales, 13 desapariciones forzadas, siete secuestros y ocho torturas, entre otros.

Entre las poblaciones indígenas más afectadas por la violencia en Colombia y que han sido blancos de ataques se encuentran los Embera Chamí, Embera Katío ,Wounan, Nasa y Kokonuco en los departamentos del Chocó, Cauca y Valle del Cauca, situados en la región del Pacífico neogranadino.

También los Zenú y Embera Katío son víctimas en el departamento de Antioquia, en el noroeste, según denunció la Comisión de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas.

La organización reiteró que tras el Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno colombiano y las FARC han sido asesinados 67 representantes de las comunidades nativas.

Los exponentes aseguran que el Gobierno en lugar de disminuir las agresiones en las poblaciones originarias estas se han incrementado a partir de noviembre de 2016, cuando el mandatario neogranadino y la exguerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo plasmaron su firma para dar un alto a la violencia.

«Al menos el 20 por ciento de los indígenas del país, que conforman el 3,4 por ciento de la población colombiana, han sido afectados por algún hecho victimizante», declaró Carmen Rosa Guerra, abogada de la referida Comisión.

A estos hechos violentos se le suma los secuestros, desapariciones, asesinatos y atentados con los dirigentes sociales que han expresado su rechazo contra la construcción de la Hidroeléctrica Ituango, lugar donde han sido afectadas más de 500 familias mediante las inundaciones y deslizamientos de terrenos, hechos que el Gobierno ha ignorado.