Colombia: Plebiscito de acuerdos de paz divide a la sociedad

Las penas alternativas a la cárcel y la asignación directa de 10 escaños en dos legislaturas consecutivas han polarizado las posiciones a favor y en contra de los acuerdos de paz para el próximo 2 de octubre.

Por Meritxell Freixas

31/08/2016

Publicado en

Latinoamérica

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«¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?» Esta será la pregunta que los colombianos y colombianas deberán responder para validar el proceso de paz que lleva seis años cocinándose en La Habana, Cuba.

Este lunes el Congreso aprobó la convocatoria del plebiscito para el próximo 2 de octubre, una promesa de Juan Manuel Santos desde que se iniciaron las negociaciones. «La última palabra la tendrán los colombianos», ha asegurado en varias ocasiones.

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Ahora, el tema que se pone encima de la mesa y que está al centro del debate político y mediático del país es cuántos votos será capaz de recoger el ‘Sí’. Esto porque el país vive inmerso en una fuerte polarización.

Los más críticos opinan que el acuerdo supone hacer muchas «concesiones» a la guerrilla después de 52 años de violencia. Por ejemplo, rechazan las penas alternativas a la cárcel, propias de la justicia transnacional. Los guerrilleros que contribuyan a aclarar la verdad y confiesen sus crímenes ante el Tribunal Especial para la Paz se enfrentaran a penas de hasta 8 años de restricción efectiva de libertad realizando trabajos de reparación como el desminaje o la construcción de carreteras. En este sentido, se oponen a que los exguerrilleros «no paguen» ni con cárcel ni con sus propios recursos y que sea el Estado quien asuma la reparación.

Otro punto controvertido es la asignación directa de 10 escaños en dos legislaturas consecutivas para asegurar la participación de los exguerrilleros. Consideran que los excombatientes no merecen estar en el Congreso, habiendo cometido delitos de lesa humanidad.

Las organizaciones sociales jugarán un papel primordial en los siguientes pasos hacia la paz. Su rol pasará por incidir en el proceso y en el desarrollo de organismos como el de la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición.

Por su parte, los uribistas que hacen la campaña por el ‘no’ sostienen que la respuesta negativa  sería una manifestación ciudadana de rechazo a los planteamientos de la guerrilla y un llamado a retomar las negociaciones.

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