Latinoamérica

¿Cómo es el muro que está construyendo Ecuador en la frontera con Perú?

Ambos países comparten 1.529 kilómetros de frontera. La noticia de este supuesto muro "al estilo Donald Trump" se replicó en medios de toda América Latina. Sin embargo, la comparación resulta evidentemente exagerada, aunque causaría serias dificultades para los pobladores de ambos pueblos fronterizos.

Por El Ciudadano Argentina

11/07/2017

Publicado en

Latinoamérica

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El sitio británico BBC visitó la frontera entre ambos países latinoamericanos y realizó un informe de la situación que pone en jaque la relación entre ambas naciones: la construcción de un muro en la frontera. Antes de esa pared, para cruzar la frontera entre Perú y Ecuador sólo bastaba con tomar impulso y saltar sobre un estrecho canal de aguas malolientes. Sin embargo, la mayoría prefiere usar pequeños puentes informales de madera que conectan a ambas partes.

De cierta forma, los municipios fronterizos de Aguas Verdes, en Perú y Huaquillas, en Ecuador, son una única y agitada ciudad con dos códigos internacionales de teléfono. En ambos lados se esparce un mercadillo caótico en donde se aceptan por igual dólares ecuatorianos como soles peruanos.

«El gobierno ecuatoriano está construyendo un muro para separarnos», asegura el peruano Manuel Lopez Azalde, presidente de la Central de Trabajadores de Aguas Verdes a BBC Mundo. La noticia de este supuesto muro «al estilo Donald Trump» se replicó en medios de toda América Latina. Sin embargo, la comparación resulta evidentemente exagerada.

Foto: BBC Mundo

Lo que se puede encontrar en el lugar es una pared blanca que puede caminarse de un extremo a otro en cinco minutos y que empieza con tres metros y medio de altura para terminar en uno. Según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda de Ecuador (MIDUVI) la obra será un parque que costará $4,4 millones y correrá paralelo al canal internacional por sólo un kilómetro.

«Nunca lo consultaron con nosotros ni nos dijeron nada», dice a BBC Mundo el embajador y vocero de la cancillería peruana, Hugo de Zela. Aunque el gobierno de Perú ha exigido la paralización de la obra, esta continúa. «El Gobierno de Ecuador ha construido un muro (…) a pesar de los pedidos formulados por Perú para que paralice la obra», dice la Cancillería peruana en el comunicado en el que anuncia la llamada a consulta de su embajador.

Mercados en la zona fronteriza. Foto: BBC Mundo

«El muro es una violación de los acuerdos de paz firmados en Brasilia», advierte el vocero De Zela. En esa dirección, cabe recordar que en 1995, Perú y Ecuador protagonizaron la última guerra entre países latinoamericanos. Luego de décadas de rivalidad por el control de una extensa área de selva amazónica, estalló un conflicto que en cinco semanas dejó decenas de muertos, según cifras oficiales. Los enfrentamientos se focalizaron en regiones de difícil acceso, pero Huaquillas y Aguas Verdes fueron militarizadas.

Por eso, cuando se firmó la paz definitiva, en 1998, los dos países acordaron también un reglamento para administrar el canal de Zarumilla, esa triste acequia limítrofe que arrastra los desperdicios de ambas ciudades. Perú se comprometió a rehabilitar todo el cauce, y la obligación de Ecuador era la de mantener disponible un área de diez metros en su margen del canal. Sin embargo, desde la orilla hasta el muro en construcción no hay ni cuatro metros.

«Es una tamaña mentira que digan que esta obra va a enjaular a la población ecuatoriana», asegura a BBC Mundo Ronald Farfán, el alcalde de Huaquillas. «El proyecto es parte de un corredor turístico (…) No hay ni punto de comparación con el muro de Trump», agrega.

El proyecto ecuatoriano incluye la demolición de los pasos informales, los quioscos del mercado y también las casas que estén a menos de diez metros del canal. A cambio, se contempla la construcción de puentes, un centro comercial y un mercado para recibir a los desalojados. Estas obras, sin embargo, aún no han empezado, mientras que el parque y el muro deben de estar terminados a finales de setiembre.

De esa manera, puede llegar el momento en que no haya ni mercado antiguo, ni mercado nuevo. «Huaquillas y Aguas Verdes son como ciudades siamesas», dice el dirigente ecuatoriano Abel Jiménez. «Si se separan, mueren», sentencia.

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