El gobierno de Iván Duque ordenó bombardeos contra los disidentes de las FARC-EP en una zona rural de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá, en el sur de Colombia.

Nueve disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), murieron este viernes en un ataque militar ordenado por el presidente neogranadino, Iván Duque, y realizado por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales.

La operación incluyó un bombardeo y un desembarco aéreo, en una zona rural de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá, en el sur de Colombia.

El ataque se dio un día después de que un sector del grupo insurgente, liderado por Iván Márquez, anunciara su retorno a la lucha armada ante el incumplimiento de los acuerdos de paz firmados en La Habana, Cuba, en 2016.

La política del gobierno de Duque será exterminar a los disidentes del grupo insurgente.

El comandante de las Fuerzas Militares (FF.MM.) de Colombia, Luis Fernando Navarro, expresó que las autoridades de su país califican a los disidentes de las FARC-EP que retomaron la lucha armada como un “grupo armado organizado residual” y por eso no descartan la posibilidad de bombardearlos para eliminar la amenaza existente.

«No son una nueva guerrilla, no son un nuevo grupo. Nosotros ya lo teníamos catalogado como una banda dedicada de tiempo completo al narcotráfico y actividades ilegales, que por sus características y nivel de amenaza puede ser bombardeada», declaró en el marco de una entrevista concedida a El Tiempo.

«Lo que quieren estos disidentes es articular todas estas estructuras que están delinquiendo, las cuales tenemos claramente definidas y ubicadas geográficamente. Ellos quieren unificarse«, agregó, citado por RT.

Ante este anuncio, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, líder de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), partido político formado por exmiembros de las  Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), manifestó que la mayor parte de los excombatientes apoya el acuerdo de paz firmado con el Gobierno del país en el 2016.

«Las grandes mayorías seguimos comprometidas con lo acordado, aún con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz», escribió en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, cuyo gobierno estuvo al frente del proceso de diálogo con el grupo armado, indicó que si bien el Estado debe cumplir los acuerdos de paz vigentes con los exguerrilleros de las FARC, debe reprimir a los grupos disidentes que retomen la lucha armada.

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