En Ayotzinapa no pierden las esperanzas de saber qué pasó con sus desaparecidos

A casi cinco años de los hechos

A un mes de que se cumplan cinco años de la desaparición de los jóvenes en Iguala, Guerrero, México, no hay noticias nuevas de las investigaciones que realiza una comisión de la verdad con apoyo exterior.


En la Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en México, la vida académica y social de alumnos y padres de familia, cambió para siempre desde el 26 de septiembre de 2014, refiere una nota de Hispantv.

Señala que los padres de familia de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa no pierden las esperanzas de saber qué ocurrió con sus hijos, aunque hayan pasado casi cinco años con muy poca información de las autoridades,

Durante los primeros cuatro años, recibieron evasivas, información parcial y poco confiable de la ex Procuraduría General de República (PGR). Los dejó devastados ante tanta incertidumbre.

Los padres de familia, grupos de simpatizantes y varias decenas de jóvenes de primer ingreso de la Normal, con su clásico corte de pelo, pero con la misma energía de cada marcha mensual, exigieron la aparición con vida de los 43 estudiantes.

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Dentro de 30 días se cumplirán cinco años de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, Foto: Zuma Press

A pesar de todo esto, los padres de familia pierden la fe. Esperan que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), avalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reinicie trabajos.

También que la nueva Fiscalía General, analice el caso con las líneas de investigación que hicieron los expertos independientes hace tres años. 

Dentro de 30 días se cumplirán cinco años de la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, la pasada administración avanzó muy poco y en ésta, todavía no hay los indicios suficientes como para que los padres, se sientan satisfechos con las investigaciones, sin embargo, dicen tienen mucha esperanza.

Marchan en Ciudad de México padres de normalistas desaparecidos

Los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, por otra parte, marcharon este lunes por el Paseo de la Reforma en dirección al Monumento a Juárez desde el Ángel de la Independencia para exigir se aceleren las investigaciones, publicó Prensa Latina.

A un mes de que se cumplan cinco años de la desaparición de los jóvenes en Iguala, Guerrero, no hay noticias nuevas de las investigaciones que realiza una comisión de la verdad con apoyo exterior.

Bernabé Abraján, padre de Adán Abrajan, contó que al menos la mitad de los familiares de los normalistas se quedaron en Guerrero, ya que parte de ellos padecen enfermedades o carecen de recursos para viajar a la Ciudad de México.

Familiares de desaparecidos en Ayotzinapa marcharon por las calles de Ciudad de México exigiendo justicia. Foto: Prensa Latina.

Una mujer vestida de la justicia acompañó al contingente que protesta por la desaparición de los 43 normalistas. El hombre explicó que a partir del 15 de septiembre las manifestaciones por el quinto aniversario de la desaparición, se intensificarán en Ciudad de México, Guerrero y otros lugares para visibilizar el movimiento y exigir justicia por el crimen de sus hijos.

Cristina Bautista, madre de Benjamin Ascencio Bautista, señaló que a casi cinco años de la desaparición de su hijo, el desgaste en las familias, pero sobre todo la desesperación de los padres, va en aumento, en especial por no ver acciones concretas para efectuar las búsquedas en Guerrero.

Los padres de los estudiantes fueron seguidos y apoyados de un grupo de normalistas que actualmente estudian en planteles de ese nivel y que exigen la investigación a Jesús Murillo Karam, Tomás Zerón y otros funcionarios federales que aseguran “inventaron la Verdad Histórica” con la cual encubrieron los hechos y atascaron la investigación.

Los jóvenes de Ayotzinapa fueron secuestrados por policías municipales durante una protesta, las investigaciones estiman habrían sido entregados a sicarios del cártel Guerreros Unidos. Estiman que fueron los jóvenes asesinados y la mayoría de ellos (entre 17 y 19 años) incinerados en el basurero de Cocula. Las cenizas habrían sido arrojadas al río San Juan.

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