Vestido con sensores que mide acoso

Experimento social detecta que mujer es manoseada 40 veces en una hora en disco

Un experimento social, realizado en Brasil, tenía por objetivo ver y contabilizar cómo las mujeres son tocadas sin su consentimiento en una salida nocturna

Por Pau Solé Vilella

28/05/2018

Publicado en

Género / Latinoamérica / Sociedad / Video

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Un experimento social, realizado en Brasil, tenía por objetivo ver y contabilizar cómo las mujeres son tocadas sin su consentimiento en una salida nocturna. Según los antecedentes, el 86% de las mujeres de ese país han sido acosadas en discoteques.

En el video del experimento, que en YouTube ya cuenta con 45 mil reproducciones, se incluyen opiniones de hombres, quienes suelen restarle importancia al problema: «¿Quién saldría un jueves en la noche sólo a bailar?», «Sólo es quejarse… ¡por todo!», apuntan.

Esta experiencia la realizaron tres mujeres, a las que se les hizo un vestido a medida con sensores al tacto para ver cuántas y dónde suelen ser manoseadas sin su consentimiento. Tatiana Rosas, una de las participantes, señaló que «todas las mujeres han sido acosadas alguna vez en su vida, pero no hay nada que refleje la realidad como es».En el video se ven las reiteradas veces en que los hombres se les acercan, les tocan la cintura, el pelo o las toman de las muñecas forzándolas a hablar con ellos; esto, a pesar de que ellas dicen explícitamente «No me toques» o «Háblame sin tocarme». En este sentido, la conclusión obtenida fue que las tres mujeres fueron tocadas 157 veces en 3 horas y 57 minutos. Esto significa un total de 40 veces por hora. Otra de las participantes, Luisa Castro, apuntó que no es necesario tocar a una mujer para acercarse a ella. «Soy una persona interesante, vale la pena conversar 5 minutos conmigo», sostuvo.

Por otra parte, la realidad mostrada en el video no es para nada ajena en nuestro país. De acuerdo a estudios del Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), el 85% de las chilenas ha sufrido alguna vez acoso en la calle y, por lo tanto, dos de cada cinco personas han sufrido roces, tocaciones o «punteos» en el espacio público.