Continúa la agenda insurreccional

Sandinistas rechazan intervencionismo de la OEA en Nicaragua

Demandan que en lugar de dedicarse a su país, debería enfocarse en naciones como Argentina, donde las protestas contra las políticas neoliberales del presidente Maurico Macri ya han dejado “750 muertos”

Por Chevige González Marcó

02/08/2018

Publicado en

Nicaragua / Política

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El jefe de relaciones internacionales del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua, Jacinto Suárez, salió al paso a las denuncias del Gobierno argentino y demandó a la Organización de Estados Americanos (OEA) “no andar jodiendo” a su país, sometido desde hace meses a una cruel agenda de violencia y terrorismo con fines insurreccionales.

Hasta el momento se registran 195 muertos desde abril, sin contar heridos y múltiples daños materiales, los cuales se calculan en millones de dólares.

Suárez increpó que la OEA, en lugar de dedicarse a Nicaragua, debería enfocarse en países como Argentina, donde las protestas contra las políticas neoliberales del presidente Maurico Macri ya han dejado “750 muertos”. El dirigente sandinista reiteró que Managua desconocerá cualquier comisión que se organice sin previa consulta con su Gobierno.

Este jueves en una sesión del Consejo Permanente de la OEA se aprobó un proyecto que promueven ocho países —Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, México y Perú— para crear una “comisión especial” que dé seguimiento a la crisis en el país centroamericano y pueda brindar una supuesta ayuda a buscar salidas pacíficas al conflicto.

FSLN resiste junto al pueblo

Nicaragua enfrenta una ola de violencia desde hace más de tres meses, un proceso insurreccional que recuerda a los acontecimientos sucedidos en Venezuela durante 2014 y 2017. El presidente Daniel Ortega argumenta que detrás de los enfrentamientos violentos existe una “conspiración”, impulsada por grupos apoyados por Washington y el narcotráfico, ya que es clara la participación de grupos pandilleros centroamericanos en las acciones armadas.

Las protestas vandálicas contra el Ejecutivo nicaragüense comenzaron en rechazo a un proyecto de ley de seguridad social, sin duda una reivindicación legítima, que lamentablemente ha sido instrumentalizada por factores golpistas. Aunque esa ley fue derogada, continuaron los disturbios, desoyendo de forma continua los llamados al diálogo del gobierno de Ortega.

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