Latinoamérica y el neoliberalismo

Perú: la juventud sale a las calles contra la «ley de esclavitud juvenil»

La normativa busca que los estudiantes de institutos técnicos realicen labores en empresas hasta tres años sin recibir remuneración.

Por El Ciudadano Argentina

16/03/2018

Publicado en

Latinoamérica

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Este jueves, jóvenes peruanos decidieron tomar las calles por cuarta vez, en protesta contra el proyecto de ley 1215 sobre nueva modalidad laboral para estudiantes técnicos, que fue aprobada por la Comisión Permanente del Congreso del país andino en primera votación.

La normativa, presentada por la congresista Rosa Bartra, del partido fujimorista Fuerza Popular, ha sido bautizada popularmente como la ‘ley de esclavitud juvenil’.

El nombre se debe a que busca que los estudiantes de institutos técnicos firmen convenios de trabajo hasta por tres años, dedicando este tiempo y esfuerzo ‘ad honorem’, es decir, sin recibir remuneración.

La movilización de este jueves ha sido convocada por el Colectivo Dignidad y Colectivo Dignidad Estudiantil, los cuales consideran que el proyecto «sigue en proceso de aprobación», mientras que ellos exigen que «se archive definitivamente».

Las tres manifestaciones previas fueron realizadas el 23 de febrero, dos días después de la votación en el Congreso; el pasado martes 27de febrero, y el 1 de marzo. En todas, la Policía reprimió fuertemente a los manifestantes, principalmente con el lanzamiento de gases lacrimógenos, informa RT en español.

La modificación de esos artículos, entre otras cosas, plantea crear una nueva modalidad formativa de aprendizaje, denominada «experiencias formativas en situaciones reales de trabajo», que consiste en que los estudiantes de institutos técnicos dediquen 448 horas en un máximo de tres años a trabajar en alguna empresa sin recibir remuneración alguna.

La congresista Bartra, impulsadora de la ley, ha justificado la misma diciendo que lo que busca es que los jóvenes «puedan mejorar su aprendizaje haciendo lo que aprendieron en el aula», es decir, que «puedan aprender en la cancha»; por lo que considera que el proyecto «no tiene nada de esclavizante», reseñó Expreso.

Para la congresista, esta prestación de servicios por parte de los estudiantes a una empresa no se considera «trabajo», sino «formación».

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