"Soplaré, soplaré y soplaré y tu casa derribaré"

Estrategia de EEUU en Venezuela: Asfixiar a la población y debilitar el apoyo al proyecto bolivariano

Este miércoles, el presidente estadounidense  reafirmó que "todas las opciones están sobre la mesa" por lo que dejó ver que tiene pensado aplicar nuevas medidas para ejercer presión sobre la economía venezolana o finalmente dar la orden para una intervención militar

Por Leonardo Buitrago

14/02/2019

Publicado en

Política / Venezuela

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Donald Trump ha demostrado que está dispuesto a todo por tratar de derrocar al gobierno de Nicolás Maduro,  incluso a aplicar sanciones económicas que atentan contra las condiciones de vida del pueblo de Venezuela.

Este miércoles, el presidente estadounidense  reafirmó que «todas las opciones están sobre la mesa» por lo que dejó ver que tiene pensado aplicar nuevas medidas para ejercer presión sobre la economía venezolana, siempre contemplando la posibilidad de una intervención militar.

Luego de sostener un encuentro con su homólogo colombiano, Iván Duque, Trump declaró a la prensa: “Siempre tengo un plan B, C y D. Yo probablemente tendré más flexibilidad que cualquier hombre en este puesto».

Veremos muchas cosas en las próximas semanas. Veremos lo que ocurre», amenazó.

Ambos mandatarios se reunieron en la Casa Blanca para abordar temas económicos, cooperación en materia de seguridad, lucha contra el narcotráfico y por supuesto la situación en Venezuela, ya que Duque es el principal aliado de Washington en Suramérica para lograr perpetrar un golpe de Estado contra Maduro.

Los periodistas le  preguntaron a Trump sobre la polémica frase «5.000 tropas a Colombia» que podía leerse en la libreta con el que compareció a finales de enero ante la prensa su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton y el presidente norteamericano no descartó la opción de invadir a Venezuela desde la frontera colombiana y se limitó a decir : “ya veremos”.

Sin embargo, acotó que “nuestros militares (estadounidenses y colombianos) están muy concentrados y trabajando juntos, vamos a ver cómo esto funciona”.

Presión hasta invadir Venezuela

La estrategia de la administración Trump en contra de Venezuela se asemeja a la de: «soplaré, soplaré y soplaré y tu casa derribaré», que aplicó el lobo feroz contra los tres cerditos.

La intención de EE.UU. es atacar  la economía y estabilidad de Venezuela para debilitar al gobierno constitucional de Nicolás Maduro, generando un estallido social y  poder así aplicar una intervención militar que le permita apoderarse del control de sus cuantiosos recursos petroleros y minerales.

El enviado diplomático de Estados Unidos a Venezuela, Elliot Abrams,  indicó ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que tarde o temprano la presión internacional desembocará en la salida de Maduro.

Aunque no especificó cuándo cree que el presidente venezolano dejará su cargo, aseguró que «se cierne una tormenta» al interior del gobierno venezolano y que el mandatario «no podrá soportarlo por mucho tiempo más«.

Se ufanó acerca de que las sanciones impuestas por el Departamento del tesoro a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) están empezando a afectar a la economía venezolana y que la producción de crudo del país suramericano se verá reducida a la mitad para finales de este año.

Sin embargo, omitió que la gran mayoría de los ingresos que recibe Venezuela provienen de la exportación petrolera, por lo que el pueblo es quien resulta afectado por las agresiones de Washington.

Un estudio publicado recientemente por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geópolitica (Celag), reveló que las sanciones y  el bloqueo financiero aplicado por la Casa Blanca le ha ocasionado pérdidas a Venezuela  por el orden de los  350.000 millones de dólares en producción de bienes y servicios entre 2013 y 2017, lo que equivale a entre 8.400 y 12.100 dólares por cada venezolano o al Producto Interior Bruto (PIB) de aproximadamente un año y medio.

Sufrimiento del pueblo

El Departamento del Tesoro impuso nuevas sanciones  contra la estatal petrolera de Venezuela,  en  las que se establece que “todos los bienes e intereses en la propiedad de Pdvsa sujetos a la jurisdicción de los EE.UU. están bloqueados, y las personas de los EEUU en general tienen prohibido realizar transacciones con ellos”.

Estas medidas le  bloquean  a Venezuela 7.000 millones de dólares en activos petroleros y  le  ocasionarán pérdidas por el orden de los 11.000 millones de dólares por las exportaciones de crudo previstas para  2019.

Pero estas sanciones a Pdvsa, que genera el 96% de los ingresos del país, afectarán más a la población que al propio gobierno, señaló Geoff Ramsey, investigador del centro de estudios WOLA (The Washington Office on Latin America) y especializado en Venezuela.

“Las sanciones petroleras son muy fuertes. No sabemos si estas sanciones van a producir un quiebre del gobierno, lo que sí sabemos es que va a haber un impacto en la población. El sufrimiento del pueblo venezolano va a aumentar por estas sanciones”, advirtió en una entrevista concedida a BBC Mundo.

El analista advirtió que las sanciones pueden resultar adversas para los objetivos políticos de Washington y la derecha venezolana, al producirse un cierre de filas  dentro de las fuerzas  revolucionarias “porque estamos ante una amenaza externa”.

“Ahora pueden decir, con más razón que antes, que la crisis económica es producto de la presión de Estados Unidos” dijo, al tiempo que planteó que una de las razones por las que no se ha producido un quiebre dentro del chavismo es que este sector no se “ siente representados en una eventual transición”.

En opinión del sindicalista petrolero, José Boda si las sanciones no obligan a que el gobierno de Maduro se retire de la presidencia, estas medidas “provocarán mucho dolor a la gente”.

“Los ricos no dejarán de hacerse ricos; son los trabajadores quienes soportarán el costo de estas medidas”. afirmó Bodas en declaraciones al diario The New York Times.

 

Baño de sangre

Aunque Geoff Ramsey considera que la intervención militar a Venezuela está sobre la mesa, el investigador alertó que esta acción podría desencadenar en un “desastre logístico y un baño de sangre” debido al entrenamiento entre las tropas estadounidenses y los  grupos armados entrenados del país suramericano, que no pueden ser desestimados por la Casa Blanca.

Recordó que aunque Estados Unidos tenía la idea de que intervenir Libia o Irak iba a ser muy fácil, en ambos casos “terminó desestabilizando al país entero y generando una guerra interna que todavía no se ha resuelto”.

En la entrevista  con BBC Mundo, Ramsey también indicó que Donald Trump puede extender las sanciones económicas y el bloqueo financiero a Venezuela, sin lograr quebrar al gobierno de Maduro, tal y como ha sucedido en casos como el de Cuba.

“De ahí nuestra preocupación por las sanciones petroleras (…) El embargo a Cuba sigue ahí, pero no ha producido un cambio de gobierno”, sostuvo.

Ambición por el petróleo

Venezuela cuenta con  las mayores reservas petroleras del mundo,  probadas y  certificadas por el orden de los 300 mil millones de barriles, que son apetecidas por Washington  para poder cubrir la demanda energética estadounidense de 11,5 millones barriles de crudo por día.

Utilizando al autoproclamado “presidente interino”, Juan Guaidó, el gobierno de Donald Trump espera apoderarse de uno de los principales activos petroleros de Venezuela, la corporación Citgo.

Esta empresa venezolana, filial de Pvsa y con sede en Estados Unidos, se encarga de  refinar  petróleo y comercializar gasolina, lubricantes y petroquímicos  dentro de  la nación norteamericana.

En la actualidad Citgo cuenta con tres refinerías en territorio estadounidense, 48 terminales de almacenamiento y distribución con unas 6.000 estaciones de servicio. Tiene capacidad para procesar 749.000 barriles de crudo al día, lo que la sitúa como la sexta empresa del sector en EE.UU.

Esta empresa es uno de los activos congelados por las sanciones del Departamento del Tesoro, y es parte del botín de Guerra que pide Trump para apoyar las acciones golpistas e inconstitucionales de Guaidó.

Para facilitar el traspaso de poder a Washington, el diputado opositor  y quien dirige la Asamblea Nacional en desacato “decidió” nombrar de forma ilegal una junta directiva de Pdvsa y Citgo, tal y como había anunciado el senador republicano Marco Rubio.

En el caso de Pdvsa, la junta administradora estará integrada por: Simón Antúnez, Gustavo J Velasquez, Carlos José Balza, Ricardo Prada y David Smolansky.

Mientras que se nombro como directivos de Citgo Holding y Citgo Petroleum Corporation  a:  Luisa Palacios, Edgar Rincón, Luis Urdaneta, Ángel Olmeta, Andrés Padilla y Rick Esser.

El enfrentamiento por control de Citgo apenas comienza, el gobierno venezolano dejó claro que acudirá a tribunales internacionales para defender sus activos del robo estadounidense.

El Presidente Nicolás Maduro advirtió el pasado viernes en una rueda de prensa que toda persona que acepte nombramientos de cargos tanto en Citgo como en Pdvsa, estará sometido a la justicia “hoy, mañana o más adelante”.

Aquí hay un solo Gobierno que tiene la autoridad constitucional para designar esos cargos, seguiremos dando la batalla por Citgo”, afirmó.

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