Oficina de Intereses Venezuela-EE.UU: La negociación bilateral en medio del recrudecimiento de las agresiones norteamericanas

El Gobierno venezolano informó este sábado que Estados Unidos (EE.UU.) «llevó a cabo el retiro efectivo del personal de la misión diplomática» en Caracas y que ambos países han acordado sostener negociaciones para el establecimiento de una oficina de Representación de Intereses Oficiales en cada capital.

El presidente de la nación suramericana, Nicolás Maduro,  indicó que ambos países tienen 30 días para acordar el funcionamiento de estas oficinas de intereses.

Durante un acto con jóvenes , el jefe de Estado  venezolano informó que instruyó al canciller a, Jorge Arreaza, a conversar con quien era el encargado de negocios de EE.UU., Jimmy Story, para establecer esta instancia.

Destacó que la oficina en Caracas contará con un personal mínimo y se establecerá también una oficina de Venezuela en Washington.

A través de un comunicado, la Cancillería venezolana explicó  que «ambos gobiernos han acordado sostener negociaciones para el establecimiento de una Oficina de Intereses en cada capital,desde las cuales se podrán atender trámites migratorios y otros temas de interés bilateral, con estricto apego al derecho internacional para los casos de ruptura de relaciones entre países”.

El acuerdo implica que en caso de no alcanzarse un convenio «en el plazo perentorio de treinta días, ambas misiones cesarán actividades y ambos Estados procederán a designar el ente que cada cual escogerá para confiarle sus respectivos intereses,debiendo el personal remanente abandonar el territorio de cada país dentro de las siguientes setenta y dos horas posteriores al vencimiento del referido plazo».

El anuncio de la creación de esta oficina  tiene lugar luego de que el gobierno venezolano decidiera romper relaciones con Estados Unidos, después de que el presidente de la Asamblea Nacional (AN ) en desacato, Juan Guaidó, se auto proclamara “presidente interino” de Venezuela, ante la supuesta ilegitimidad de Nicolás Maduro, y el país norteamericano manifestara su apoyo a este intento de golpe de Estado.

Como consecuencia el presidente Nicolás Maduro le dio a los diplomáticos estadounidenses presentes en el país 72 horas para que salieran de Venezuela, tal y como sucedió.

Acciones en 30  días

Se espera que en esta oficina de intereses se traten asuntos consulares, como  el trámite de visas  y otros temas de interés bilateral, y que en los próximos 30 días se definan los servicios que se prestarán en ambos países.

No obstante, el presidente Maduro anunció este lunes que Venezuela acordó con el gobierno norteamericano todas las protecciones diplomáticas, visados y privilegios para establecer las Oficinas de Intereses en ambos países, como paso posterior de la ruptura de relaciones políticas.

“Estamos en periodo de conversaciones para ver los términos de esas oficinas. Me parece lo mejor”, expresó el jefe de Estado desde Miraflores, tras recibir y felicitar al personal diplomático que retornó de Estados Unidos tras abandonar los Consulados de Venezuela en ese país.

Reveló que ambos gobiernos intercambiaron documentos oficiales, notas diplomáticas, autorización de visas, las inmunidades y privilegios del grupo de siete diplomáticos norteamericanos que estará en Caracas.

Experiencia en Cuba

Aclaró que la creación de la oficina tiene como objetivo “mantener algún vínculo de paz con Estados Unidos”,  tal y como ocurrió con las relaciones diplomáticas entre Washington y  La Habana que estuvieron congeladas entre 1961 y 2015.

“Yo lo aprobé inmediatamente, esa idea la tomé de la experiencia de Cuba, que tuvo una oficina sin tener relaciones diplomáticas y políticas con EE.UU.”, explicó.

La embajada estadounidense en Cuba fue cerrada en 1961 al momento de la ruptura de relaciones entre los dos países,  y  reabrió sus puertas en 1977 tras el acuerdo entre el presidente estadounidense Jimmy Carter y Fidel Castro para permitir tener una sección de intereses en sus respectivas capitales, bajo la protección de la Embajada de Suiza.

Durante sus 38 años de funcionamiento (hasta que las embajadas de ambos países fueron reabiertas en 2015) esta oficina se  limitó oficialmente a operaciones consulares y la promoción de los derechos humanos. Sin embargo fue considerada por las autoridades cubanas como la punta de lanza de la subversión y las conspiraciones orquestadas por Washington contra la isla.

Sanciones petroleras

El ataque a Venezuela por parte de la administración de Donald Trump no cesa y se incrementa cada día. El objetivo es aislar políticamente al gobierno de Nicolás Maduro y aplicar sanciones para ejercer una presión económica que ocasione un estado de ingobernabilidad.

Este lunes la Casa Blanca ordenó la congelación de los activos de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y prohibió que ciudadanos y empresas de su país tengan negocios con la petrolera venezolana.

«Esperamos que las medidas de este lunes bloqueen  7.000 millones  de dólares en activos además de más de 11.000 millones por exportaciones perdidas a lo largo del próximo año», dijo el asesor de Seguridad Nacional John Bolton.

Por su parte, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, afirmó que las ganancias por la venta de petróleo venezolano se le retendrán al gobierno de Maduro, pero indicó que PDVSA puede evitar las sanciones si reconoce a Guaidó.

También dijo que Citgo, la filial de la estatal venezolana en EE.UU., podrá continuar con sus operaciones si sus ingresos son depositados en un fideicomiso.

A su vez, el senador republicano, Marco Rubio, quien es  muy influyente en la política injerencista y agresiva de Washington hacia Venezuela, aseguró este domingo que el gobierno de Trump traspasó el control de varias cuentas del Estado venezolano bajo jurisdicción de EE.UU. a Guaidó.

The U.S. has given control of U.S. bank accounts of the Venezuelan government & Venezuelan Central Bank over to the legitimate government of Interim President @jguaido.https://t.co/W1OaLjaabw #WinterIsComing

— Marco Rubio (@marcorubio) January 27, 2019

Rubio advirtió además que en los próximos días habrá más detalles sobre el futuro de las transacciones petroleras entre ambas naciones.

“Casi el 75 % del efectivo, que recibe PDVSA viene a través del crudo que le mandan a refinerías de los Estados Unidos, lo que es lógico es que se siga comprando pero que el dinero que se debe se ponga a disposición del “gobierno legítimo” de Guaidó, dijo el republicano a la cadena Univisión.

Guaidó se aprovecha

Precisamente, el auto proclamado “presidente interino” pidió a varios bancos del mundo la «protección» de los activos venezolanos depositados en esas instituciones.

Anunció además medidas para el «control progresivo y ordenado» de los activos de Venezuela en el extranjero.

Entre ellas está el «traspaso» de las cuentas financieras de Venezuela a control de su gobierno y el nombramiento de nuevas juntas directivas de PDVSA y Citgo.

Maduro responde

En respuesta a las sanciones a Pdvsa anunciadas por Estados Unidos, el gobierno venezolano tomará «todas las medidas legales, políticas, operativas, técnicas y comerciales para defender los intereses de Venezuela en Estados Unidos y en nuestra propia patria», anunció  el jefe de Estado del país suramericano.

«Daremos la respuesta necesaria, simétrica y contundente» advirtió.

El mandatario dijo que ordenó al presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo, iniciar las acciones políticas y legales «ante tribunales de Estados Unidos y del mundo para defender la propiedad y la riqueza de Citgo».

Asimismo acusó al gobierno de Donald Trump «pretender robarnos la empresa Citgo«: Estados Unidos «ha decidido transitar el camino de robarle la empresa Citgo a Venezuela».

«Tenemos con qué y con quién«, señaló referencia a la capacidad de respuesta en la confrontación abierta con Washington.

Consecuencias para Venezuela

Venezuela posee la mayor reserva de crudo del planeta y el 37% de  sus exportaciones  tienen a Estados Unidos como destino,  al tiempo que el país caribeño es uno de los tres principales suministradores de crudo a la nación norteamericana, junto con Canadá y Arabia Saudita.

Durante 2018 Venezuela envió un promedio de unos 500.000 barriles de crudo por día a EE.UU., por lo que estas exportaciones generan gran parte del flujo de caja de la  petrolera estatal PDVSA

Por tal motivo, las nuevas sanciones limitarán los ingresos del gobierno de Maduro.

«Eso lo va a poner en una posición mucho más difícil para importar medicamentos, alimentos… La gente va a sufrir aún más», advirtió  Christopher Sabatini, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Columbia a BBC Mundo.

Sin crudo para las refinerías de EE.UU.

Sin embargo, las nuevas sanciones afectan al gobierno de Trump , ya que las refinerías estadounidenses en la zona de la costa del Golfo de México precisan el petróleo pesado venezolano para mantener sus tasas de producción.

Por tal motivo sería necesario encontrar proveedores alternativos,  lo que podría ocasionar el aumento del precio del combustible.

El sector petrolero, con gran influencia en el Partido Republicano,  ha reclamado  a la Casa Blanca y al Congreso que evite cualquier restricción a las importaciones de Venezuela.

«Va a subir el precio del petróleo pesado en relación al liviano, y eso va a llevar a una caída en la rentabilidad de las refinerías, que puede tener algún efecto políticamente, porque son zonas republicanas que le han pedido a Trump que no hiciera eso», advirtió Sabatini.

Nuevos mercados

Venezuela ha venido preparándose para este tipo de sanciones, ya que desde 1999 está siendo sometida a las agresiones de Washington.

Una de las estrategias ha sido diversificar sus exportaciones petroleras a países como China, India, Singapur y países del Caribe.

El 17 %   de sus exportaciones (320.000 barriles) están dirigidas a India y el 16% (300.000) al gigante asiático.

Asimismo, envía un 8,2% a las Antillas Holandesas, y un 6,3% a Singapur.

De este modo, el gobierno venezolano puede ampliar sus exportaciones a estos países o encontrar nuevos mercados. Incluso, ante la falta de liquidez, puede acudir a  aliados políticos y económicos como China y Rusia, que tienen gran participación en proyectos petroleros en el país suramericano.

Este escenario tendría un efecto adverso para el gobierno de Trump, que quiere disminuir la influencia china y rusa en América Latina.

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