El proyecto arrancó en septiembre de 2018

Venezolanos reparan incubadoras sorteando falta de divisas por las sanciones

También arreglan otros equipos médicos como lámparas de fototerapia, nebulizadores, electrocardiogramas, monitores multiparámetros, hornos y centrífugas

La crisis venezolana los obligó a buscar alternativas y a aplicar su conocimiento en un área hasta septiembre de 2018 inexplorada. El proyecto: reparar incubadoras sorteando las dificultades que suponen las sanciones impuestas por Estados Unidos, las cuales han mermado los ingresos de divisas al país y complican las transacciones financieras.

Los protagonistas de la iniciativa son un grupo de tecnólogos venezolanos que se han dedicado en los últimos meses a recuperar también otros equipos médicos en la nación sudamericana.

El compromiso lo asumió una científica en una transmisión presidencial televisada: «Antes de que termine este año, no habrá una incubadora fuera de servicio en Venezuela», reseñó el portal Actualidad RT en un trabajo especial sobre este grupo de héroes.

Los jóvenes no habían explorado el área de reparación de insumos médicos. Foto: Cendit.

Gloria Carvalho Kassar, la joven ingeniera presidenta de la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), explicó que la puesta en marcha de la iniciativa se concretó después de pedir al gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, que les enviara unas incubadoras tras una reunión con científicos ocurrida a finales de 2018.

En ese encuentro, el gobernador expuso el mal estado en que se encontraban esos equipos y las soluciones que le presentaban planteaban la inversión de una cantidad de dólares. «En esa ocasión le dijimos: Somos muy buenos en electrónica pero no sabemos nada de equipos médicos», contó Carvalho Kassar.

Pese a que se enfrentaban a una experiencia desconocida, diez días después de recibir las incubadoras ya estaban reparadas.

Asumieron el compromiso para subsanar la situación crítica en la que estaban los equipos. Foto: Cendit.

Por su parte, Francisco Ortiz, trabajador de Industrias Canaima, empresa estatal de equipos de computación, cuenta que tuvo que estudiar los manuales de los equipos, verificar su calibración y funcionamiento y determinar los puntos críticos para después reemplazar las piezas, refirió Actualidad RT. 

Detalló que como desconocían los equipos debían cerciorarse sobre el significado de cada símbolo y cómo se relacionaban las piezas. En los casos donde no había información del aparato, llamaban a un doctor o especialista para que les explicara su funcionamiento.

Orlando Villarroel, ingeniero mecánico, coordinador de la unidad de Diseño Mecánico del Cendit, agregó que el verdadero trabajo viene si no tienen los componentes, porque tienen  que buscar uno que pueda sustituirlo y que se consiga en Venezuela. «Hemos tenido suerte», destacó.

Desde septiembre, cuando comenzaron con esta tarea, han mejorado sus tiempos para detectar las fallas y reparar los aparatos. En total participan unas 80 personas, entre trabajadores de la fundación de telecomunicaciones y de Canaima.

«Sentimos que ha valido la pena porque le damos vida a una persona que lo necesita, el hecho de que un bebé nazca y necesite una incubadora es porque no nació a término», expresaron.

https://youtu.be/hrfYdUbFDMM

En la Maternidad Concepción Palacios, la más importante de Venezuela, refaccionaron 187 dispositivos entre incubadoras, monitores multiparámetros y bombas de infusión (encargadas de inyectar fluidos, medicación o nutrientes en el sistema circulatorio).

De igual manera, han estado en hospitales de zonas periféricas del estado Miranda (centro-norte) y prevén viajar a otras regiones del país con el proyecto.

Las sanciones

Para quienes se preguntan por qué tienen que repararlas, la respuesta es la siguiente: la empresa encargada de facilitar los repuestos para las incubadoras y brindar el servicio especializado dejó de hacerlo -por temor a sanciones desde Estados Unidos- a comienzos del Gobierno del presidente de Argentina, Mauricio Macri, país del que llegaron en 2005 las primeras 500 incubadoras como parte de un convenio.

En la actualidad, hay entre 600 y 700 incubadoras dañadas. Cada una tiene un costo de entre 5.000 y 7.000 dólares. Desde septiembre ya llevan 250 reparadas pese a todas las dificultades.

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