Bloqueo financiero internacional a Venezuela atenta contra el suministro de medicinas

Keidy Hernández es una niña de 10 años de edad, que desde los 3 años padece de diabetes, enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y orina

Keidy Hernández es una niña de 10 años de edad, que desde los 3 años padece de diabetes, enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y orina.

«Un día, cuando tenía tres años, la niña se sintió mal, la traje al hospital y (luego de estabilizarla) le diagnosticaron diabetes tipo 1», explicó  Yasmina Mardini,  madre de la joven.

Ella vive con Keidy y dos hijos más, otra niña de 15 años y un varón de 7 años, en el interior del país, en el sector rural El Jayo, vía Barquisimeto-Duaca, estado Lara, en el centro-occidental venezolano, a un promedio de 380 kilómetros de Caracas.

Entre los síntomas que produce esta enfermedad en la niña, enumera su madre «dolor en las articulaciones, dolor de cabeza, devaneos y desmayos, malhumor, hambre y también orina mucho, especialmente cuando no recibe el tratamiento».

La niña, que estudia en la escuela de su comunidad El Jayo, venía recibiendo con regularidad el suministro de insulina requerida, hasta que el bloqueo financiero impuesto por el gobierno de los EEUU en contra de Venezuela en el 2017, comenzó a mermar el suministro de medicinas, especialmente de enfermedades crónicas y de alto costo, como insuficiencia renal, cáncer y VIH, entre otras.

 

Trabas financieras para adquirir medicinas en Venezuela

Keidy Hernández es una de los 100 niños de la región centro-occidental de Venezuela, que la semana pasada recibió tratamiento de insulina para un mes, luego de que el Gobierno venezolano lograra sortear las persecuciones de sus cuentas en los bancos internacionales, a los que el país debe pagar para poder abastecerse a su pueblo de medicinas, alimentos y otros bienes esenciales que son importados.

La jefa del Departamento de Endocrinología y Enfermedades Metabólicas del Hospital Militar “Doctor Carlos Arvelo” de Caracas, Sara Brito, señaló que “unos 200 mil niños (venezolanos) podrían tener diabetes tipo 1 y más de 300 mil tipo 2”, estimo la médico, según publicó el portal del diario venezolano “El Carabobeño”.

Un número menor a esta cifra de 200.000 niños está oficialmente registrado con la enfermedad y reciben tratamiento del Estado, como es el caso de Keidy Hernández.

Esta joven, así como otros pacientes con enfermedades crónicas, son víctimas de las medidas unilaterales, sanciones y bloqueos, impuestos por el gobierno de los EEUU, Canadá y otro tanto de gobiernos europeos en contra de Venezuela.

La viceministra de Salud, Linda Amaro, explicó que los principales laboratorios de empresas transnacionales que producían en el país diversos tipos de insulinas para pacientes con diabetes, se fueron del territorio nacional, uno de los mecanismos internacionales utilizados por sectores económicos para afectar a Venezuela, irse del país.

“Al cerrar sus puertas, nosotros comenzamos a importarlas. Esas mismas marcas le cotizan, ahora, a Venezuela desde el exterior, pero a precios muy elevados”, como otra de las expresiones de la “guerra” contra el país, dijo Amaro, durante la entrega de las insulinas de diversos tipos e inyectadoras a pacientes del Hospital Pediátrico Universitario “Doctor Agustín Zubillaga” de Barquisimeto, quienes recibieron el suministro, incluida la pequeña Keidy Hernández.

Amaro explicó que la situación con el suministro de medicinas se agravó a raíz de las sanciones impuestas por la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro (Ofac) de los EEUU, en contra del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, así como otros 40 funcionarios del alto gobierno, por parte de la nación antes mencionada, también Canadá y algunos países europeos.

Las medidas unilaterales trascendieron el aparente objetivo individual de dañar la imagen del líder político y estadista latinoamericano, Nicolás Maduro, y de su gobierno, no solo afecta la soberanía de ese país, persigue minar la estabilidad política y económica de Venezuela, afectar a su pueblo, especialmente su alimentación y su salud, aseguró Amaro.

 

Alertó que se utilizan esos mecanismos en contra de funcionarios, como medida de coacción en contra de las empresas que tienen disposición de suministrar requerimientos de Venezuela, también los bancos, para forzarlos anular contratos o a no firmarlos.

 

Alianzas para superar el cerco financiero

 

La difícil realidad descrita se ha visto expresada  en las notificaciones de cancelaciones unilaterales que han llegado al ministerio para la Salud, a otros ministerios e instituciones del Estado venezolano, de contratos de corresponsalía bancaria y suspensión  de operaciones en bancos internacionales, también los retrasos legales y administrativos para obstaculizar el pago de membresías a organismos multilaterales y bloqueo de activos financieros.

 

No obstante, dijo Amaro “contamos con países aliados que están ofertando al país medicinas, también comenzamos a contar con la nueva criptomoneda” (venezolana El Petro, lanzada exitosamente el pasado 20 de febrero por el gobierno nacional) que, estima la viceministra, mejorará el suministro de insumos en el país, a pesar de la persecuciones internacionales contra Venezuela.

La gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez, ex-ministra del gobierno de Nicolás Maduro, dijo en el acto de entrega de insulinas, que «hemos hecho un esfuerzo máximo para buscar las medicinas (en los mercados internacionales alternos), para que nuestros pacientes sigan su tratamiento».

Aseveró que «así como hemos conseguido el tratamiento para los niños con diabetes, igualmente lo haremos con los pacientes» que tienen otras patologías, que requieren sus medicinas y que presentan dificultades para que lleguen, por las sanciones aplicadas por el gobierno de los EEUU en contra del país y que castigan severamente a su pueblo.

 

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones