León Chítaro y mono Randú libres

Circo Las Montini entrega sus dos últimos animales en cautiverio a bioparque

Tras la denuncia y presión de la organización Ecópolis por maltrato animal y comercio indebido, la familia dueña de Las Montini decidió acceder a su traslado. "Chítaro podrá ver el amanecer y el atardecer, los árboles en el horizonte, el cielo azul y sentir el aire limpio", señaló una integrante de la agrupación.

Por Daniel Labbé Yáñez

08/08/2016

Publicado en

Animales / Chile / Medio Ambiente / Portada

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Foto: Ecópolis

Foto: Ecópolis

Este domingo 7 de agosto la historia de 10 años de cautiverio de los dos últimos animales que el popular Circo Las Montini mantenía en su poder llegó a su fin. Un final feliz. El león Chítaro y el mono Papión Randú fueron trasladados a su nuevo hogar en el Bioparque Quillón, en la provincia de Ñuble, Región del Bío Bío.

Esto marca el cierre de una historia que comenzó en febrero de este año cuando la organización de defensa animal de Valparaíso, Ecópolis, se entera de la presencia del circo en la V Región y de una situación de maltrato animal y comercio indebido de especies CITES (acuerdo internacional que vela por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituyan una amenaza para su supervivencia). Frente a esto, Ecópolis presentó una denuncia ante el Ministerio Público solicitando su inmediata incautación y proponiendo el Bioparque Quillón como nuevo destino de Chítaro y el Centro de Primates para Randú.

Tras un peritaje encargado a una profesional del Zoológico Metropolitano, en abril Ecópolis recibe con sorpresa los resultados en donde se establece que no se encuentra nada concluyente que permitiera la incautación por maltrato animal. Esa es la razón, ha explicado la organización de defensa animal, de que luego la BIDEMA de la PDI (Brigadas Investigadoras de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural) en su informe a la fiscal Paola Salcedo descartara la existencia de maltrato animal. Además, ese informe, asegura Ecópolis, fue entregado tres meses después de la dictación de la orden de investigar que con carácter de urgente y reiterada emanó desde Salcedo.

Chítaro. Foto: Ecópolis

Chítaro. Foto: Ecópolis

Luego vinieron una solicitud al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) V Región para que fiscalizara la condición en que se encontraban los animales, una reunión con la dirección nacional de dicha entidad, la divulgación de la situación de los animales por la prensa y una querella ante el Juzgado Civil de La Calera para evitar que se cerrara la causa.

Una presión ejercida por la organización que se tradujo en que el pasado 23 de junio, por iniciativa propia, la nieta del dueño del Circo Las Montini, Scarlett Monsalve, se comunicara con Ecópolis, dando inicio a una ronda de fructíferas conversaciones que terminaron con el fin del cautiverio de Chítaro y Randú, siendo ambos llevados al Bioparque Quillón.

«Chítaro podrá ver el amanecer y el atardecer»

A través de su cuenta de Facebook, Florencia Trujillo, asesora legal de Ecópolis, ha descrito el nuevo hogar en el que se encuentran los animales. «Están sanos y salvos en el refugio», asegura.

La activista cuenta que, por ejemplo, el hábitat del león consiste en «700 metros cuadrados de campo, lleno de cobertura vegetal, pastizal, árboles, arbustos, agua, atalaya descansa patas, un cubil (dormitorio) de 3X6 mts., hecho con material termo-aislante y cama de abundante paja; todo enclavado en medio del campo». Agrega Trujillo: «Chítaro podrá ver el amanecer y el atardecer, podrá ver los árboles en el horizonte, el cielo azul y sentir el aire limpio».

Hogar de Chítaro en Bioparque. Foto: Ecópolis

Hogar de Chítaro en Bioparque. Foto: Ecópolis

El acuerdo entre Ecópolis y la familia Monsalve establece que los animales permanecerán en el Bioparque por un plazo de seis años y que será posible renovarlos por cuatro más. Se acordó que Chítaro y Randú estarán en calidad de comodato y que solamente podrían regresar a sus antiguos dueños en caso de que estos les proporcionen las mismas condiciones de bienestar y cuidado que tendrán en su nuevo hogar del Bío Bío.

Florencia Trujillo destacó que el Bioparque Quillón «no canjea leones, no compra leones, no vende leones (ni pumas)», recordando que «los animales son seres vivos y tienen individualidad, no son bienes fungibles».

Daniel Labbé Yáñez

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