A los 8 años edad comenzó su encuentro con los negocios

Manuel, sinónimo del emprendimiento innato

Aunque el fracaso, las decepciones, y los arrepentimientos estuvieron constantemente presentes en su vida, siempre los agradece porque forjaron a quien hoy es

Por Lorena Vázquez

15/08/2021

Publicado en

México / Portada / Puebla

0 0


Excelente domingo lectores y lectoras de El Ciudadano, te presentamos nuestra quinta Vida Excepcional. Lee, comparte e inspírate para seguir… antes que claudicar.

La primera infancia, que va del nacimiento hasta los 8 años de edad puede impactar de manera decisiva en el trazado del rumbo de toda una vida.

Manuel Benítez Monrroy es viva palabra y obra de lo anterior mencionado. Porque él inició su camino como emprendedor, por una oportunidad clave en su vida, a la edad de 7 años.

Cuenta que a esa edad, su padre estaba trabajando en el negocio de productos químicos textiles, y un día llegó a su hogar con una paca de playeras (saldos), con el estampado de Hard Rock Café. Tal vez éstas tenían la talla errónea o desperfectos inapreciables o ignorados para cualquier comprador común.

Su padre se las dio con la sugerencia de venderlas, donde las ganancias serían para ellos. De 6 hermanos; 5 hombres y una mujer, sólo Manuel toma la palabra y sale a expender las playeras con sus vecinos. Ahí comenzó, sin conciencia clara, a hacer negocios, “regateos”, cuentas; todo lo que involucraba el mundo de la compra-venta.

Esta experiencia le dio la confianza de volver a hacerlo; así que en bolsas pequeñas introdujo shampoo, que igual su padre había llevado, porque el producto había presentado excedentes. De nuevo fue con sus vecinos para llevarles una muestra gratis, tiempo después regresó para venderles como tal el producto completo.

También con sus hermanos inició un negocio redondo, pero efectivo, a través de la venta de dulces. Narra que desde muy temprano salía al mercado en bicicleta a comprar su materia prima para luego venderla a sus consanguíneos. Abrió una cuenta, en una libreta de negocios, y al llegar un determinado día, él pasaba la factura a su papá, que puntual pagaba.

Decisión, iniciativa, actitud

Nuestro entrevistado relata que en su casa eran muchos, y sentía la necesidad de obtener ingresos para alivianar un poco los gastos de su casa. Aunque señala que su papá sí les daba dinero, éste era mínimo.

Manuel detalla que siguió con esta autosuficiencia económica, ya que a los 14 años de edad ingresó a la pedagogía, al das clases de inglés a infantes. Él traía una instrucción bilingüe desde el kínder. Dice que si en algo invirtió su papá fue en la educación de todos sus hijos.

Su ingenio, inteligencia, pasión por el naciente mundo de las computadoras, y ferviente ánimo emprendedor, decidió arrancar a los 15 años de edad, un curso de programación HTML, el cual explica que era lo único para crear páginas web, en la década de los 90.

Dinero, fama y juventud, una compleja combinación

El joven ya de 15 años vendía programas y también diseñaba páginas para conocidos, amigos, hasta que el negocio creció. Para darnos una idea; en esos años, las redes sociales no existían, ni Li LinkedIn, ni una página como tal que almacenará y mostrará un referente personal al mundo, pero él sí tenía su propia página, pionera y exclusiva en la red.

Él dejó la preparatoria, a los 17 años, porque veía y palpaba el potencial de su negocio; sin embargo, éste quebró tres veces. Tuvo que iniciar desde cero, en cada una de estas caídas.

“Me arrepentí, porque además, no podía construir un currículum para pedir empleo porque ni la prepa tenía terminada”

Manuel Benítez Monrroy
Empresario

La prosperidad y el fracaso tocaron su puerta

Aunque las dificultades ya lo estaban asfixiando, enfrentó su panorama con actitud y fe en él, y fundó su actual empresa E-Tec, la cual se dedicada a la venta y mantenimiento de equipo de cómputo, con presencia en México, pero con repercusión internacional. El próximo septiembre cumplirá 21 años en el mercado.

El empredurismo se volvió un estilo de vida, y en 2013 se “embarcó” en  un proyecto restaurantero, por invitación de una amiga. Sin más, él ya estaba involucrado contratando gente, atendiendo la logística de una taquería. Manuel reconoce su filia por el exquisito antojito típico mexicano, pero eso de nada sirvió para mantener vivo su negocio.

Fracasó… en dos meses su taquería en grande cerró. Confiesa que no hubo una sensata y mesurada proyección, se fue “a lo grande», mucho de todo; esa desproporción y desconocimiento del negocio le costó una pérdida de 200 mil pesos. Deudas que poco a poco fue liquidando. Resume que:

“Fue una escuela bastante dura”

Manuel
Empresario

Tras esta impactante situación a nivel emocional y económica, no se rindió, no se alejó y sí aplicó lo aprendido. De este episodio en su vida surge en 2018: Bio-eco, esta consultoría logra que empresas, escuelas, organismos y comunidades reduzcan sus desperdicios y su huella de carbono. Es un proyecto que abarca el emprendimiento social, todo con fin de abatir el cambio climático.

De vuelta a los estudios…

En un punto de plenitud y estabilidad económica decide concluir, por meta personal, su preparatoria, a través del examen del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), después concluye un:

  • Diplomado por la Universidad de Cambridge en Economía Circular y Estrategias Sustentables.

Justo ahora estudia una Maestría por la Universidad de Barcelona en Emprendimiento Social. Respecto a la licenciatura, platica que igualmente aprobó el examen del Ceneval en Administración de Empresas.

Manuel comparte que a su punto de vista, la vida lo ha tratado mal, porque ha padecido robos, ha tenido problemas importantes con su familia; tuvo días en los que no comía y estaba completamente sólo en un pequeño cuarto con servicios básicos, pero no rechaza esos momentos porque:

“Si no nos pasaran esas situaciones, no seríamos lo que somos hoy”

Manuel
Empresario

Porque remarca que aunque pasó muchas carencias, muchos años de estancamiento, muchas situaciones extremas; hoy está bien, y lo agradece.  

Él actualmente tiene 36 años y sabe hablar:

  • Francés
  • Italiano
  • Alemán
  • Un poco de griego
  • Latín
  • Incluso lenguas maternas, como la náhuatl y el maya.

Además, tiene una pareja, desde hace 5 años, que llena más sus días; aunque prefiere no mezclarlo en absoluto con su vida empresarial.

Destaca que pronto viajará a Europa con ciudadanos activos, de los cinco continentes, en temas ambientales, como parte de las actividades que contempla su firma Bio-eco. Te dejamos su correo por si quieres contactarlo: [email protected]

Para finalizar él comparte algunos consejos a quienes como él, han hecho del empredurismo su vida:

“Si quieres echar a andar algo debes tener pasión por el tema. No recomiendo meterte a algo desconocido, en todo caso, experimenta en chico”

“La peor decisión es no tomar ninguna, o dejar que las circunstancias lleven el ritmo”

«Mantenerme positivo me ayudó a salir de todos los baches que viví»

Manuel Benítez Monrroy
Empresario

Qué tal, nunca es tarde, nunca es imposible lograr más de lo que esperamos.

Nos leemos en la próxima Vida Excepcional.

También lee: Mil «desafíos» son nada cuando te aferras a no morir

No te pierdas: Memorias de la pandemia en la niñez ¿emprendedora?

Imperdible: Karla, una historia para amar la vida

El último: Valor para soltar y resurgir a ras del miedo

Recuerda suscribirte a nuestro boletín

📲 bit.ly/2T7KNTl
📰 elciudadano.com

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones