Opinión

Tenochtitlan 500

La propuesta es simple: Que la Alcaldía Cuauhtémoc, en donde se localizaba la mayor parte de la capital del imperio azteca cambie de nombre a Tenochtitlan

Por Onel Ortiz

05/07/2021

Publicado en

Columnas / México / Puebla

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@onelortíz

El 21 de agosto, se cumplirán 500 años de la caída de la Gran Tenochtitlan. La propuesta es simple: Que la Alcaldía Cuauhtémoc, en donde se localizaba la mayor parte de la capital del imperio azteca cambie de nombre a Tenochtitlan. No se propone ni un nuevo estado, ni una nueva alcaldía, simplemente que esta zona de la CDMX recuperé el nombre con el que fue bautizada hace aproximadamente 700 años cuando los aztecas, desde la mítica Aztlán, llegaron al Lago de Texcoco y en uno de sus islotes encontraron la señal de sus dioses: un águila devorando una serpiente sobre un nopal, representada en nuestro escudo nacional y escrita en bronce en nuestra historia.

Sería ilustrativo que la nomenclatura de calles, colonias y códigos postales de esta alcaldía incorporara los barrios originales en los que estaba dividida Tenochtitlan: al noroeste Cuepopan; al noreste Atzacoalco, al suroeste Moyotlan, al sureste Zoquiapan y a partir de 1473, al norte Tlaltelolco. Las nuevas generaciones de mexicanos, las naciones latinoamericanas  y el mundo, merecen presenciar el resurgimiento de esta gran metrópoli, ombligo del mundo, capital del imperio más importante de Mesoamérica. Cuauhtémoc representa mucho para los mexicanos, sin embargo y sin el menoscabo del último joven tlatoani mexica, Tenochtitlan debe resurgir geográfica e históricamente.

El gobierno de México y el Gobierno de la CDMX anunciaron actos conmemorativos. Se trata de actividades cívicas, culturales y sociales. Los gobiernos federal y local de la 4T dieron solemnidad a las dos conmemoraciones de este año: la caída de la capital azteca y los 200 años de la culminación de la Independencia de México. Nada que ver con las desangeladas celebraciones que hizo Felipe Calderón en el bicentenario del inicio de la lucha de Independencia y en el Centenario de la Revolución. Era natural, ese gobierno tenía afinidad con la tendencia proclive a los intereses conservadores en el proceso de emancipación de México de la Corona Española y fue abiertamente opuesto a los postulados sociales de la Revolución.

Las acciones de los gobiernos de la 4T deben estar encaminados a la recuperación de nuestro pasado. Las decisiones en apoyo de los pueblos y comunidades indígenas son importantes, pero aún insuficientes. Lo más significativo sería iniciar un diálogo nacional de nuestro pasado sin matices. Así como fortalecer las acciones para la preservación, rescate e incorporación de este sector de la sociedad, eliminando viejos y nuevos paternalismos.

Dicen que una persona llega a la madurez cuando deja de ver monstruos y héroes en donde simplemente hay personas. Ahora que se cumplen 500 años de esta fecha fundamental de nuestra historia, es el momento de quitarle el bronce a las estatuas. Aspiro a una historia de mujeres y hombres de carne y hueso. Personajes de su tiempo y de sus circunstancias. De poco sirve pedir disculpas a un imperio que ya no existe, lo importante es reconocer la gran nación pluricultural que es México y sobre todo, ser capaces de construir un futuro conjunto. Eso pienso yo. ¿Usted que opina?

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