El tren, acompañado por 16 representantes de Holanda, Malasia y la OSCE, salió esta madrugada desde Donetsk, ciudad controlada por los separatistas prorrusos, con 282 cadáveres y 87 fragmentos de los 298 ocupantes del avión, que fue abatido por el misil. Las autoridades de Kiev ignoran cuánto tiempo necesitarán los expertos para preparar los cuerpos y la documentación precisa para ser repatriados.
La reportera Diana Magnay se encontraba el jueves en la frontera entre Israel y Gaza, y mientras describía los sucesos, fue testigo de cómo un grupo de israelíes festejó el lanzamiento de misiles sobre territorio palestino. Tras dar la información, Magnay describió en su cuenta de la red social Twitter las acciones de los israelíes, quienes, apuntó, “amenazan con destruir nuestro auto si digo una palabra equivocada. Escoria”. Luego fue expulsada del medio.