¿Quién dijo que todo está perdido?
La lucha popular en Guatemala hace retroceder ley Monsanto
Desde hace años, con los planes neoliberales imperantes y con la desmovilización político-ideológica fabulosa que se vive como producto de un proceso represivo único en Latinoamérica (200.000 muertos y 45.000 desaparecidos), parece inconcebible protestar. En muy buena medida, ya nos hemos acostumbrado a agachar la cabeza, a resignarnos. ¡Cultura del silencio!, pudo llegarse a decir. Cultura de la resignación, de la pura sobrevivencia.