Escuela Pública Comunitaria: El sueño de la educación como motor de la transformación social

En un mundo que gira azul sobre su eje en medio de la nada infinita, hay gente que se reúne a construir educación crítica, libre y popular

Por seba

04/04/2013

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En un mundo que gira azul sobre su eje en medio de la nada infinita, hay gente que se reúne a construir educación crítica, libre y popular. Son profesores y estudiantes que pretenden ir más allá de una educación formal para sacar la enseñanza completa. Buscan construir colectivamente otra sociedad con alegría, cariño, compañerismo, rebeldía y horizontalidad. Tras la inauguración de ese espacio realizada el 22 de marzo, este domingo 7 de abril realizarán el Primer Almuerzo Comunitario para sostener el proyecto que ilumina un mundo diferente.

En la sala de clases estudiantes, profesores y organizaciones amigas dieron inicio a la Escuela Pública Comunitaria el 22 de marzo recién pasado. En la calle Compañía 2816, pasadas las 19 hrs se inició la ceremonia que estuvo cargada de emociones. Tras las palabras que rompieron el hielo inicial, comenzó un trabajo grupal para determinar las diferentes expectativas de profesores y estudiantes. Sueños que vuelan luego de ser dichos eran atrapados en el atrapasueños de madera de la Escuela Pública Comunitaria.

Uno a uno se fue posando para guiar el trabajo del año: “Quiero que la Escuela sea un puente para ayudar a otras personas”, expresó Ximena quien agregó que si bien espera recibir mayor conocimiento, “el amor debe ser el motor del proceso educativo para que hayan aprendizajes mutuos donde se promulguen valores”. Héctor espera que esta escuela sea diferente al colegio al que fueron, y Víctor si bien quiere sacar la Enseñanza Media, a su vez está ahí “para reencontrarme con mis sueños. Para mí de verdad que es un sueño, un desafío importante poder (sacar la media)”. Ese día estudiantes y profesores parieron un sueño colectivo.

Un sueño que comienza con reconocernos

La Escuela Pública Comunitaria (EPC) se gestó de la experiencia cotidiana del profesor, específicamente de la contradicción que algunos educadores en el aula han sentido al hacer clases cuando, por un lado buscan cambiar muchas cosas dentro del sistema entendiendo a la pedagogía como una herramienta de transformación, pero que se topa por el otro lado, con el escollo creciente que significan las instituciones formales donde “los profes están cada vez más sometidos a sus rituales generados para controlar sus prácticas y los contenidos que pasan”, explica Felipe Cabaluz, profesor de Historia y miembro de este proyecto.

Frente a esa frustración se reunieron a buscar una salida. Así “la necesidad de generar esos espacios con los cuales habíamos soñado alguna vez y lograr desarrollarnos profesionalmente, – narra Felipe Cabaluz- apoyando la transformación social, reconociendo este sistema injusto y reproductor de muchas de las violencias que esta escuela pretende combatir a partir de su práctica cotidiana”, se transformó en la Escuela Pública Comunitaria.

Durante diciembre y enero se corrió la voz sobre este proyecto educativo y muchos comenzaron a inscribirse para completar la Enseñanza Media. Sin embargo, muchos se sumaron debido al espacio político más que el de sacar el cuarto medio. Así explica Nelson Gómez quien se inscribió como estudiante pese a que asegura que no le importa sacar tercero o cuarto medio que “es lo esencial, con lo que partió la escuela, porque desde que no seguí estudiando, nunca me ha hecho falta”, explica quien vive de la autogestión. “A mí me interesa el proyecto, vengo a aprender y a conocer gente nueva, eso es lo importante”, concluye.

Nelson tiene claro que las expectativas son diferentes pero “todos siempre apuntamos a un lado, o sea, son lados distintos también, pero para allá vamos. Con el tiempo se va a ir desglosando y vamos a ver qué es lo que pasa. Eso es lo entretenido”, dice.

En el mismo sentido el profesor Felipe Cabaluz, explica que eso supone un reto súper complejo pero que “más que en los fines tenemos que preocuparnos de la forma en la cual reconocernos. Por algo estamos aquí, y más allá de las expectativas que nos puedan separar, tenemos intereses que nos unen así como experiencias que nos congregan en este tipo de espacios”.

Para Cabaluz el sistema es uno y cotidianamente encuentran en él injusticias, desigualdad social, pero también la esperanza de cambiar las cosas a través del diálogo constante que, “como metodología es la más transformadora que puede existir en contraposición a la escuela tradicional, ya que en ese diálogo constante seremos capaces de reconocernos y de limar el lugar del profesor y del estudiante para todos comenzar a aprender de la experiencia cotidiana de ser más humanos en espacios donde la educación debiese ser eso, la vida misma”, concluye.

Gestión comunitaria desde abajo

En Chile hay pocas experiencias de este tipo porque estar al margen de la institucionalidad y del Estado reduce las opciones para este tipo de experiencias. Si bien la EPC recibe fondos estatales, tienen la claridad de que deben ir mucho más allá. “No pretendemos ni nos creemos vanguardias en este sentido –explica Cabaluz-, hay una serie de experiencias históricas acumuladas que dan cuenta de esta relación tensa que existe entre la sociedad civil o los movimientos sociales y el Estado, tampoco creemos que la EPC sea algo tan innovador; lo que sí creemos es que estamos en una tensión constante que solo se lima teniendo cuidado y no sintiéndose solos porque hoy día una serie de organizaciones sociales han puesto en el tapete el tema de la educación y la necesidad de la gestión comunitaria. O sea, es una polifonía que se está dando de diversos lugares en el que nadie se puede adscribir el discurso, sino que es algo que está surgiendo desde abajo como una necesidad real a la que evidentemente tenemos y queremos dar respuesta”, concluye.

En términos curriculares en la EPC van a trabajar ejes temáticos para abordar los ramos de forma integral aunque en el Ministerio esos saberes se disgregan por asignaturas que “en el fondo son saberes del ser humano y esas separaciones son las que muchas veces nos confunden y acá queremos tensionar eso”, explica Cabaluz.

Por esta razón tienen equipos pedagógicos conformados por un profesor especialista en el ramo y otros que acompañen con saberes asociados. Por ejemplo, en el caso de las humanidades hay gente de lenguaje, filosofía e historia. “Lo importante es que haya gente que esté dialogando”, explica Cabaluz, quien agrega que la idea es hacer confluir las metodologías que se aplican en el aula con la experiencia del aprendizaje de la manera más ecléctica posible, “la idea es que ese aprendizaje se haga a partir no del contenido, sino de la experiencia misma de la resolución de un problema cotidiano”, concluye el profesor de historia.

Como parte del diálogo constante la EPC está organizando el Primer Almuerzo Comunitario, más que para solventar su funcionamiento, para levantar el proyecto del diálogo y la autogestión. Así es como este domingo 7 de abril en el Centro Cultural y Social El Sindicato (Maipú 424), Barrio Yungay, la EPC ofrece una tallarinata, ensalada, jugo, música en vivo, compañerismo, alegría y apoyo mutuo.

Por Javier Karmy Bolton

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