Lautaro Carmona: «Lejos de resolver, se construyó un nuevo problema»

Se cierra quizás una de las semanas más tensas para el gobierno y al interior de la Nueva Mayoría, a partir de los desencuentros provocados por el rechazo al reajuste fiscal propuesto por el gobierno para el año 2017. Declaraciones cruzadas y duras recriminaciones por el actuar de unos y otros fue parte del nuboso panorama en el oficialismo.

El punto más alto de la tensión fue la carta firmada por seis de los siete partidos de la Nueva Mayoría, y dada a conocer el miércoles, en donde hacia un leve mea culpa por el nuevo fracaso del gobierno en el parlamento y, al mismo tiempo, se le cargaban las culpas al Partido Comunista. La misiva dio cuenta del quiebre interno en que se encuentra el conglomerado oficialista y la incapacidad del gobierno de alinear a sus huestes.

Al respecto El Ciudadano conversó con el diputado y secretario general del PC, Lautaro Carmona, para hacer una revisión de los hechos de la semana y de cómo cree él que se puede solucionar el entuerto en el que se encuentra la cada vez maltrecha Nueva Mayoría. En este sentido señala que «La primera conclusión es que la diversidad y la amplitud de la Nueva Mayoría, que es una cualidad, se representa cuando hay coyunturas que requieren una mirada más al detalle y, en particular, se dieron visiones distintas respecto al tema del reajuste del sector público, y eso no debiera ser un factor negativo. El problema estuvo con que método se trabajaba esta diferencia que permitiera solucionar las cosas».

Junto con eso Carmona hace una crítica al modo en el que se desarrolló el debate ya que «en nada contribuyeron en solucionar las cosas«. Además agrega que su partido no adscribió a comprometer los votos de su bancada – que en bloque votó contra la propuesta – dado que “Hay que señalar que en la reunión del pasado lunes con el gobierno, donde habían representantes de los partidos pero no todos los presidentes, alguno de ellos pensaban que con su presencia comprometían la posición de todos los miembros de sus bancadas y eso no fue así. Ninguna bancada asumió lo que se comprometió por parte de algunos allí«.

«El único que dijo que esto no podía comprometerse de inmediato y que había que esperar una reunión con la bancada fue el presidente de mi partido. Lo lógico si uno mira los acontecimientos era que antes de ratificar un acuerdo se hubiera consultado con las bancadas y una vez que éstas se pronunciaran haber visto con cuantos votos contábamos o si seguíamos hacia adelante con ese proceso» recalca Carmona a la hora de describir la postura del PC en aquel momento.

Respecto a la forma en la que los presidentes de la Nueva Mayoría llevaron a cabo el proceso de “resolver” el problema en el que se encontraban, el diputado Carmona desliza una crítica respecto del actuar de los representantes del resto de las colectividades expresando que «quedó demostrado que con o sin diferencias el método que utilizaron algunos presidentes de los partidos, de forma directa o indirecta, tratando de poner en tela de juicio la contextura y la seriedad del Partido Comunista fu un gran error. Lejos de resolver, se construyó un nuevo problema».

«Un tema tan serio debía ser tratado con paciencia para reunirse, sapiencia para ver qué decisión tomábamos y llegar a una conclusión que pudiera haberse hecho pública o no. Nada de eso se respetó y se pensó sólo en que «el golpe avisa»» sostiene Carmona.

¿Alguna salida?

La nueva crisis en la que se ve envuelta la Nueva Mayoría pone en duda la proyección del conglomerado. Incluso se llegó a decir durante estos días que era una forma “poco elegante” de desvincular a los comunistas de la coalición de gobierno.

En este sentido, considerando que el presidente del PC – Guillermo Teillier – descartó la salida del partido de la Nueva Mayoría, Carmona sostiene que la enseñanza que se debe llevar a la práctica es que «se debe tener una metodología de trabajo donde se respeten las identidades, la nuestra tiene más de 100 años. Y creo que la otra enseñanza es que el dialogo para construir acuerdos entre partes es complejo pero hay que despertar la vocación de sentir de que el diálogo no es una pérdida de tiempo, que el diálogo no es la imposición de uno sobre otro y que la síntesis de ese diálogo en algo me va a hacer perder pero en mucho me hará ganar».

Sobre como sobrellevar los sucesos de esta semana y como se puede proyectar el conglomerado a partir de este nuevo desencuentro, Carmona sostiene que «Esta situación ha sido inédita. Y mis expectativas son, para evitar seguir llevando métodos tan bochornosos, tiene que haber aprendizajes y una forma de funcionar en que nadie crea que la velocidad va a generar un acuerdo si  éste no existe. Nosotros tenemos responsabilidad para con quienes nos apoyaron«.

A pesar que los choques entre los partidos de la Nueva Mayoría han sido permanentes, Carmona es optimista respecto al modo en el que se llevarán las cosas de aquí hasta el final del gobierno señalando que «no creo que vuelva a repetirse una experiencia como ésta, que solo construyen crisis y que luego hay que darse la pega de resolverla. El problema de enojarse es que luego hay que desenojarse, cometer un error de este tipo obliga a rectificarlo y espero que todos asuman esa reflexión».

Finalmente, el secretario general del PC reafirma la posición de mantenerse en el conglomerado oficialista, dando cuenta que aún existen temas pendientes de concretar del programa de gobierno de Michelle Bachelet cuando señala que  «no hay nada que indique que nos pongamos a cuestionar nuestra presencia porque hay tareas importantes y prioritarias en relación al programa, que nosotros entendemos como una necesidad para Chile«.

José Robredo H. 

@joserobredo

El Ciudadano