Lesbia Yaneth Urquía

Otra líder indígena y defensora del medioambiente fue asesinada en Honduras

A cuatro meses del asesinato de Berta Cáceres, encuentran el cuerpo de Lesbia Urquía, otra activista hondureña comprometida con los derechos indígenas y los recursos naturales.

Por Sofia Olea

07/07/2016

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cuerpo lesbia

Esta mañana el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) anunció el asesinato de Lesbia Yaneth Urquía Urquía, destacada activista y militante por la defensa de los recursos naturales y las comunidades indígenas.

Lesbia Urquía había luchado contra el golpe de Estado de 2009, estuvo vinculada al COPINH y se dedicó al activismo político, al apoyo de las minorías y la defensa de los ríos ante la concesión y privatización para la construcción de represas, informa Copinh Intibucá.

Su cuerpo fue encontrado en Mata Mulas (foto arriba), cerca del vertedero de Marcala, en el departamento de La Paz, con un trauma encéfalo craneal abierto producido por un objeto cortante. Lesbia Yaneth tenía 49 años y era madre de tres hijos.

Según el medio hondureño La Prensa, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) está investigando el crimen, pero la policía niega que Lesbia haya estado vinculada con el COPINH, diciendo que su asesinato probablemente se deba a disputas familiares.

Sin embargo, lo que la policía y la prensa local no mencionan, es que el crimen de Lesbia repite el patrón del 3 de marzo de 2016, cuando se dio a conocer que otra activista, Berta Cáceres, había sido asesinada en el contexto de la lucha contra la construcción de la represa hidroeléctrica Aurora I, en el municipio de San José; causa en la que Lesbia Urquía también estuvo comprometida.

“Este asesinato se produce a 4 meses y 4 días del asesinato de nuestra compañera y lideresa, Berta Isabel Cáceres Flores, y nos confirma la puesta en marcha de un plan para desaparecer a quienes defendemos los bienes comunes de la naturaleza”, declara el COPINH en un comunicado oficial.

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Según informa la organización, unos días antes de la muerte de la líder política, el Gobierno de Orlando Hernández había sostenido reuniones en el municipio de Marcala, sobre un proyecto de ley para reglamentar el proceso de consulta previa, en que las comunidades indígenas tienen derecho a incidir  sobre las decisiones que se toman en materia medioambiental.

Copinh Intibucá señala que el asesinato de Lesbia Urquía es otro crimen político destinado a acallar la lucha de muchas mujeres hondureñas, que defienden sus derechos y los de su pueblo “en contra de un sistema patriarcal, racista y capitalista, que cada vez más se acerca a la destrucción de nuestro planeta».

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Lesbia Yaneth Urquía Urquía

Telesur informa que de acuerdo a una investigación conducida por Global Witness (organización no gubernamental con sede en Londres), Honduras es el país más peligroso para el activismo político ambiental. En 2014, el país registró más crímenes contra defensores ambientales que en todo el mundo.

Entre 2002 y 2014, el país ha sido escenario de 111 asesinatos para sofocar el activismo ambiental y entre las mujeres que han muerto en Latinoamérica por esta causa, aproximadamente tres cuartas partes han sido hondureñas.

La página de COPINH Intibucá declara: “Responsabilizamos directamente por este asesinato al gobierno de Honduras, a cargo de Juan Orlando Hernández, a las fuerzas militares y policiales y a todos las instituciones gubernamentales que deben cumplir con la protección de todas y todos los defensores de derechos humanos y de los bienes comunes de la naturaleza”. También menciona como una de los responsables a Gladys Aurora López, del Partido Nacional, y vicepresidenta del Congreso, argumentando su vinculación con el proyecto de ley y los planes de construcción de la represa hidroeléctrica.

La propia comunidad indígena de Honduras ha estado denunciando la represión, el desalojo y la persecución de sus defensores por parte de las autoridades oficiales, acciones que al parecer incluyen eliminar a personas como Lesbia Urquía y Berta Cáceres. Como señalan las denuncias y las cifras, estos crímenes ya se han vuelto una costumbre impune que lleva más de una década y que continúa bajo el Gobierno conservador de Juan Orlando Hernández.

https://www.youtube.com/watch?v=vN0Bkkz4DyE

El Ciudadano

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