Murió Rafael Cancel Miranda, el independentista puertorriqueño que EE. UU. apresó por 28 años

Nació en 1930 en el barrio Dulces Labios, en Mayagüez, y a los 89 años de edad seguía luchando por la libertad de su isla, luego de conocer siete prisiones estadounidenses, entre ellas la temida Alcatraz

El 1 de marzo de 1954, cuatro independentistas puertorriqueños tomaron por asalto el Congreso de Estados Unidos y realizaron varios disparos que dejaron a cinco congresistas heridos, tres de ellos de gravedad. Entre los atacantes estaba Rafael Cancel Miranda, tenía 23 años, y luchaba por la libertad plena de su pueblo.

“Viva Puerto Rico Libre” fue el grito que se escuchó justo antes que los cuatro independentistas accionaran 30 disparos dentro del hemiciclo donde se encontraban los 243 asambleístas.

Los cuatro fueron arrestados después de la acción armada en la que afortunadamente no falleció nadie. Una de las compañeras de Rafael, Lolita Lebrón, exclamó luego de ser apresados: «Yo no vine a matar a nadie, yo vine a morir por Puerto Rico».

Irvin Flores y Andrés Figueroa fueron los otros dos compañeros de Lolita y Rafael. El grupo tenía como propósito llamar la atención del mundo ante la condición colonial de Puerto Rico y la represión del Gobierno de Estados Unidos contra el movimiento independentista en la isla caribeña.

El ataque fue encabezado por Lolita, para entonces de 34 años de edad. La fecha fue escogida para repudiar el hecho del 1 de marzo de 1917, cuando Estados Unidos -necesitados de tropas para la Primera Guerra Mundial- implantó la ciudadanía americana en la isla, con el fin de reclutar soldados para enviar al frente.

El ataque al Congreso no tenía la intención de causar la muerte de ningún congresista y, por el contrario, los integrantes del comando tenían el propósito de inmolarse, porque pensaron que serían asesinados allí mismo.

En principio, el grupo fue sentenciado a la pena de muerte por intento de asesinato y otros delitos. El presidente Harry Truman (1945-1953) conmutó la sentencia de muerte a cadena perpetua.

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66 años después falleció Rafael

Pasaron 66 años y un día -tras el asalto al congreso estadounidense- para que Cancel Miranda conociera la muerte a la que estuvo dispuesto a enfrentar aquella tarde en Washington.

Se trataba del único sobreviviente de los cuatro independentistas, tenía 89 años de edad y seguía luchando por la libertad de su isla. Murió en horas de la noche por complicaciones de su salud, en su residencia en Río Piedras, en compañía de sus familiares y compañeros de lucha más cercanos, entre ellos sus dos hijos y su esposa, Angie Vázquez.

Cancel Miranda nació el 18 de julio de 1930 en el barrio Dulces Labios, en Mayagüez. El líder independentista, de acuerdo con el diario Primera Hora, estuvo preso 28 años en siete prisiones estadounidenses, entre ellas la temida Alcatraz. En 25 de esos años estuvo privado de libertad por el ataque al Congreso y los restantes por negarse a servir en el Ejército norteamericano.

“Mi pueblo vive, mi pueblo no está muerto”, fueron las primeras palabras de Cancel Miranda aquel 10 de septiembre de 1979 cuando arribó a suelo boricua junto con los también exprisioneros nacionalistas, Lolita Lebrón e Irving Flores, tras ser indultados por el entonces presidente Jimmy Carter (1977-1981).

El cuarto miembro del grupo, Andrés Figueroa Cordero, había sido indultado antes porque había enfermado de cáncer estando en prisión.

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Rafael nunca cayó derrotado

“Salir de una celda a la patria con los seres queridos, con el pueblo, no podría describirlo ahora porque hay cosas para las que no se encuentran palabras. Hay emociones que van más allá de las palabras. Creo que esta es una de esas emociones”, sostuvo en una entrevista con Primera Hora el 11 de febrero de 2017, tras la excarcelación del también ex prisionero independentista Oscar López Rivera.

“Para mí la emoción más grande fue cuando vi tanta gente esperándonos con banderas. No estaba viendo a un pueblo ni destruido ni rendido, sino con esperanzas. El que levanta la bandera nuestra está en pie, no está derrotado y ese día yo vi cientos de banderas nuestras. Esa fue la emoción que puedo recordar que más me impactó”, describió Cancel Miranda, quien se mantuvo activo en la lucha por la independencia hasta su muerte.

Cancel Miranda relató que a su regreso a la isla, en 1979, encontró otro Puerto Rico y lo que más le impactó entonces, fue ver las casas con rejas.

“Cuando yo salgo de la prisión creía que no iba a ver más rejas y la primera casa que entro y por donde quiera eran rejas. En mis tiempos eso no existía”, recordó el líder nacionalista, quien tenía 23 años cuando protagonizó junto a Lolita Lebrón, Irvin Flores y Andrés Figueroa Cordero el ataque a la Cámara de Representantes federal.

Los nacionalistas entraron al Capitolio de Estados Unidos armados con pistolas y dispararon 30 tiros. Cuando el grupo llegó a la galería de las visitas en el piso superior de la Cámara, Lolita se incorporó, gritó “Viva Puerto Rico Libre” y enarboló la monoestrellada.

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Inicios de la lucha independentista

Cancel Miranda fue encarcelado por primera vez a los 18 años, cuando enfrentó la Ley de servicio militar obligatorio. Al salir, se autoexilió en Cuba por poco más de un año y posteriormente, se fue a Nueva York.

Era conferencista, poeta, autor de nueve libros de poesía y reflexión. El más reciente fue “Mas allá del espejismo”, publicado en 2019. Cancel Miranda estuvo activo en varias luchas de derechos humanos, entre ellas, la salida de la Marina de Vieques y en las huelgas universitarias marchaba con los estudiantes.

En 2013 recibió el Gran Premio Nacional Ricardo Alegría, máximo galardón de la Feria Internacional del Libro de Puerto Rico y en 2014, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) celebró el 35 aniversario de su excarcelación.

Su padre, Rafael Cancel Rodríguez, fue presidente del Capítulo de Mayagüez del Partido Nacionalista, y su madre formó parte de las Hijas de la Libertad, una organización de mujeres no partidistas y rama femenina del Partido Nacionalista.

En 1937, a la edad de 7 años, la Masacre de Ponce, lo marcó. Un poco más tarde, se unió a los “Cadetes de la República”, organización juvenil del Partido Nacionalista, liderado por don Pedro Albizu Campos.

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