Robert O’Brien, el abogado de criminales de «cuello blanco» que reemplaza a John Bolton

Es un admirador de Ronald Reagan y trabajó con George W. Bush

El mandatario estadounidense optó por un defensor abierto de políticas duras hacia Irán y potencias como Rusia y China, dejando en claro cómo su consejo puede diferir del que le daba John Bolton, más cercano a la guerra


Dos generales del Ejército estadounidense, Michael Flynn y H.R. McMaster, y un asesino de guerra, John Bolton, tienen algo en común: han sido víctimas de la bota malcriada de Donald Trump. Los tres fueron contratados por el magnate como asesores de Seguridad Nacional y posteriormente despedidos por “desacuerdos” con decisiones del Mandatario.

Sí, desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha movido constantemente las piezas de su Gabinete apenas consigue alguien que le lleva la contraria. Ahora le llega el turno de enfrentarse a Robert O’Brien, quien se convirtió en su cuarto asesor de Seguridad Nacional.

El nombramiento llega en medio de un conflicto diplomático de Estados Unidos y Arabia Saudí con Irán que amenaza con llegar a un enfrentamiento bélico, tras el ataque a instalaciones petroleras saudíes, un atentado reivindicado por fuerzas rebeldes de Yemen, pero que Washington se empeña en acusar a Teherán.

Con su acostumbrado verbo despótico, Trump vaciló una vez más mientras nombraba a O’Brien. Un día amenazó con ordenar la «última opción» de un ataque contra Irán y al siguiente “reflexionó” sobre el error que había sido para EE. UU. “enredarse” en las guerras de Medio Oriente y envió un saludo al presidente de Irán, Hasan Rohani.

Justo en ese momento, el miércoles 18 de septiembre, anunciá la designación de Robert C. O’Brien, el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado; aunque prometió que se aprobarían más sanciones contra Irán en las próximas 48 horas.

Robert C. O’Brien, el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado. Foto. Agencias

Qué alternativas debe manejar O’Brien

De acuerdo con The New York Times, el equipo de Trump ha desarrollado una gama de alternativas que no incluyen un ataque con bombas o misiles, sino una nueva ronda de sanciones para estrangular aún más la economía de Irán. A ello sumarán el despliegue de más fuerzas estadounidenses en Medio Oriente como elemento disuasorio contra futuras provocaciones.

Las opciones militares disponibles para Trump -que según los medios estadounidenses eran las favoritas de John Bolton- son similares a los ataques aéreos que supuestamente suspendió a último minuto en junio pasado, después de que Irán derribó un avión no tripulado de vigilancia estadounidense que irrumpió su espacio aéreo.

Entre esos potenciales objetivos iraníes se encontraban instalaciones como radares y baterías de misiles. En lugar de ataques, Washington organizó un ataque cibernético contra Irán que evitó las bajas que Trump dijo que le preocupaban.

Al seleccionar a O’Brien, Trump optó por un defensor abierto de políticas duras hacia Irán y potencias como Rusia y China, dejando en claro cómo su consejo puede diferir del que le daba Bolton, más cercano a la guerra.

Así, O’Brien se convierte en el cuarto asesor de Seguridad Nacional de Trump en menos de tres años, la mayor cantidad que cualquier presidente haya tenido en un primer mandato.

El nuevo Asesor de Seguridad Nacional es un abogado que ha defendido exitosamente a corruptos y delincuentes de «cuello blanco». Foto: Agencias

Quién es Robert O’Brien

El portal de investigación de datos La Tabla constató que el nuevo asesor de Seguridad Nacional “es un costoso abogado de Los Ángeles, California, que ha defendido exitosamente a corruptos y delincuentes de «cuello blanco» desde su bufete boutique Larson & O’Brien LLP”.

De acuerdo con la investigación, el bufete de O’Brien se centra en litigios complejos y arbitrajes internacionales e, incluso, ha sido designado por tribunales federales para servir como maestro especial en casos complejos.

Entre los éxitos que ha tenido como defensor de personas acusadas de corrupción en el Condado de San Bernardino destaca el caso conocido como “People vs. Biane” en el que logró la absolución de los acusados.

La Tabla agrega que dentro del Partido Republicano ocupó altos cargos durante el gobierno de George W. Bush (2000-2008). Durante el mandato de Trump fue considerado en 2017 como Secretario de la Marina, pero finalmente en 2018 asumió como Enviado Presidencial Especial para Asuntos de Rehenes del Departamento de Estado.

O’Brien ocupó altos cargos en el Partido Republicano durante la administración de George W. Bush. Foto: Agencias

En ese cargo, O’Brien asesoró a familiares de estadounidenses capturados en el extranjero. Incluso, según The Washington Post, impresionó a Trump con sus “habilidades de negociación”.

Un reportaje de El Espectador detalla que en 2016, O’Brien publicó un libro de ensayos titulado «While America Slept» («Mientras Estados Unidos dormía»), en el que denunció la política exterior del expresidente Barack Obama (2008-2016), al que acusó de «apaciguar» a los enemigos de Estados Unidos.

Además, es también un gran admirador de Ronald Reagan y su doctrina de «paz a través de la fuerza», al punto que en su libro defendió la necesidad de que las Fuerzas Armadas estadounidenses amedrentaran a sus rivales para “marcar territorio”.

Asimismo, en el texto también comparó el otrora acuerdo nuclear con Irán con el pacto de Munich que en 1938 envalentonó a Adolf Hitler en Alemania.

Por tanto, sus ideas plasmadas en el libro resultan motivos más que suficientes para que Trump lo idolatre, al menos por ahora.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, celebró la designación de Robert O’brien como Asesor de Seguridad Nacional. Foto: Agencias

Qué piensa de Venezuela y Latinoamérica

Tal como lo recuerda La Tabla, explícitamente el nuevo asesor de Seguridad Nacional no se ha referido a la situación venezolana. La única mención que hizo – en julio- fue en unos tuits para respaldar algunas de las medidas dictadas por Trump en contra de Caracas.

En sus mensajes, O’Brien solicitó la libertad de seis ejecutivos de la empresa Citgo, filial de Petróleos de Venezuela en Estados Unidos, quienes fueron detenidos en noviembre de 2017, acusados de corrupción y traición a la Patria.

En ese caso, The New York Times estima que aunque hay pocas pistas sobre qué pretende O’Brien en Venezuela y América Latina en general, pocos analistas esperan que Trump cambie su política justo cuando empezará a buscar el voto de cara a las elecciones de 2020, porque lo único seguro es que seguirá decidido a sacar a Nicolás Maduro del poder.

Los presidentes de Rusia, China e Irán, considerados enemigos por la actual administración estadounidense. Foto: Agencias

Irán, China y Rusia

En el caso específico de Irán, O’Brien no chocará con la línea dura del secretario de Estado, Mike Pompeo, quien celebró el nombramiento del primero, dado que sus diferencias con Bolton eran públicas y notorias.

The New York Times reseñó que Washington estudia desplegar más fuerzas militares en Medio Oriente, sin tomar medidas directas contra Irán. El punto es considerar a Irán como una gran potencia o una amenaza, casi igual como se hace con China, Rusia y Corea del Norte.

Bajo esa lógica, la Casa Blanca incluiría a Teherán como una amenaza central que requiere un compromiso militar sostenido con la región. “El ataque a los campos petroleros de Arabia Saudita, dijeron los funcionarios, se está utilizando para reforzar el impulso del Comando Central para obtener más recursos”, sostiene el rotativo estadounidense.

No obstante, aunque Trump abandonó el acuerdo nuclear de Obama, dice estar abierto negociaciones con Irán.

En tanto, los ensayos de O’Brien de 2016 también apuntan a que será contundente con China en lo relativo a sus ambiciones territoriales en el Pacífico.

Analistas estadounidenses no esperan grandes cambios en la política exterior de O’Brien respecto a la que tenía John Bolton. Foto: Agencias

En este punto, Bolton favorecía el cambio de régimen en Irán, incluso, por medios militares. En cambio, Trump, aunque también odia a Teherán, se resiste al conflicto.

En teoría, la tarea de O’Brien será coordinar las posturas del montón de agencias del Gobierno dedicadas a la diplomacia, defensa e inteligencia. Simplemente, aunque ese cargo no requiere de confirmación del Senado, ostenta un poder enorme en el diseño de la política exterior norteamericana.

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