El limbo está en Santiago…
Decenas de viajeros internacionales, de diversas nacionalidades, llegan al aeropuerto de Pudahuel, donde los ágiles del Minsal deciden –por cojones– enviarles de regreso a su lugar de origen sin ofrecer ninguna explicación. Peor aún, mostrándose rudos y arrogantes, para no decir brutales e insolentes.