No sincronicidad
La izquierda chilena, aun cuando acuda a modelos no sincrónicos para representarse el presente (la Unidad Popular, el retorno de la democracia, los gobiernos de la Concertación) lleva décadas apoyándose en grupos sociales que ven al Estado como un botín—convirtiéndose evidentemente en ellos. Mientras ello no cambie, el siguiente turno será el del fascismo.